Más oscura, siniestra y sin duda, terrorífica. La cuarta temporada de Stranger Things está a punto de estrenarse y responder varias de las preguntas más urgentes acerca de la serie. ¿Qué ocurrió con Jim Hopper? ¿Los poderes de Eleven se harán más fuerte con la adolescencia? ¿Qué nuevo misterio enfrentará Hawkins? El universo de la serie se hace más maduro y se reinventa de maneras nuevas.
Uno de sus puntos fuertes apunta hacia influencias mucho más oscuras en sus referencias y guiños a la cultura pop. En esta ocasión, y por recomendación expresa de los hermanos Duffer, el elenco tuvo que empaparse de toda una nueva colección de elementos. En específico, todo lo relacionado con Pesadilla en Elm Street, de Wes Craven. Película que el grupo actoral tuvo que ver para entender la idea que se quería llevar al final de la serie de Netflix.
Stranger Things tiene un complicado trabajo por delante. Por un lado, debe demostrar que el argumento creció tanto o más que sus jóvenes protagonistas. Por el otro, que el prolongado hiatus entre temporadas no afecta a la unidad temática del argumento. Convertida en un fenómeno pop de envergadura, el programa es algo más que un suceso que definió la identidad del streaming.
También es una nueva forma de narrar que incorpora elementos de varios medios a la vez. Desde su estreno, la serie de Netflix enriqueció su argumento a través del uso referencias cinematográficas y televisivas de la década de los ochenta. Más allá del homenaje, también experimentó con la forma de comprender a la nostalgia como punto de interés.
Stranger Things, una nueva forma de entender el terror
Para los nuevos capítulos de Stranger Things, la producción tiene claro que el tránsito entre el discurso de vanguardia de sus primeras temporadas y algo nuevo debe ser preciso. Y por ese motivo, la nueva mitología alrededor de su historia está más cercana al cine de terror que nunca.
Recientemente, los actores Natalia Dyer y Charlie Heaton comentaron la curiosa petición de los hermanos Duffer. Una que deja muy clara que la nueva dimensión de la serie apunta hacia una notoria oscuridad argumental.
Según explicaron los miembros del elenco, los directores sugirieron explorar en la narrativa y los símbolos de la clásica saga de terror. De hecho, fue un requisito específico que confirma uno de los rumores más insistentes de las últimas semanas.
Para su cuarta temporada, la historia de Stranger Things estaría vinculada de forma muy directa con los horrores encarnados por Freddy Krueger. De hecho, la referencia es tan obvia que en esta ocasión el mismísimo Robert Englund encarnará a uno de los personajes claves de la historia.
Un recorrido por los mundos del terror
Para la actriz Natalia Dyer la petición se convirtió en una orden difícil de seguir. Según admitió, no es amante de clásica franquicia de Craven ni del género de terror en general. De modo que la revisión de la saga significó un esfuerzo considerable que llevó a cabo con disciplina. Pero Dyer reconoció que analizar los códigos del mundo del terror le resultó divertido e incluso llegó a reconocer que “no lo he pasado demasiado mal viéndolas”.
Pesadilla en Elm Street es una de las grandes responsables del revival del terror durante la década de los ochenta. Mucho más aún, es un recorrido bien planteado a través de una combinación poco común entre lo sobrenatural y el género slasher. Stranger Things, que nutre su argumento del terror como telón de fondo, forma parte de la amplia herencia de la saga. También es la más reciente reinvención en la forma en que se analiza el terror. Y el rasgo al parecer será más evidente que nunca en la temporada cuatro.
En los avances difundidos, el tono siniestro de la serie aumentó de manera significativa. Y de la misma manera que su jovencísimo elenco creció frente al ojo de la cámara, la serie parece haber llevado a cabo otro tanto. En específico, ahora que la serie parece tomarse muy en serio su necesaria evolución como producción y concepto. Algo que la temporada cuatro — más larga, ambiciosa y de mayor interés — parece llevar a un nivel por completo desconocido.