La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft sigue provocando controversia, especialmente en Estados Unidos. Ahora, cuatro senadores han enviado una carta a la Comisión Federal de Comercio (FTC), expresando su malestar por la adquisición valuada en poco menos de 70 mil millones de dólares. Los legisladores aseguran que la aprobación de la transacción irá en detrimento de las denuncias de acoso sexual de los trabajadores, pues consideran que protegerá a Bobby Kotick, el cuestionado CEO de la empresa.

La misiva ha sido dirigida a Lina Khan, presidenta de la FTC, y lleva la firma de Cory Booker, Sheldon Whitehouse, Elizabeth Warren y el excandidato presidencial Bernie Sanders. Así, Microsoft suma un escollo más a superar antes de cerrar el traspaso del emblemático estudio de videojuegos.

La carta de los senadores estadounidenses no implica que haya más posibilidades de que la Comisión Federal de Comercio bloquee la compra de Activision Blizzard. Sin embargo, sí intenta servir de estímulo para que la agencia gubernamental estadounidense adopte una postura más firme en su investigación.

Y si bien el escrito enviado al organismo critica varios puntos en torno al negocio que Microsoft pretende realizar, el que más ruido genera se relaciona a Kotick y la posibilidad de que escape del escándalo sin rendir cuentas.

"[...] La fusión propuesta ya ha impedido los esfuerzos de sindicalización y ha socavado los pedidos de rendición de cuentas de los trabajadores. Más de 1.800 empleados de Activision Blizzard firmaron una carta en la que pedían al Sr. Kotick que renunciara a la organización, una de las demandas clave de los organizadores sindicales. Sin embargo, el acuerdo propuesto por Microsoft con Activision Blizzard está protegiendo a [Bobby] Kotick, manteniéndolo en su cargo de director ejecutivo hasta por lo menos 2023 y garantizándole cientos de millones en ganancias, más un posible 'paracaídas de oro' adicional valorado en más de $14.5 millones si no renuncia voluntariamente. Esta falta de responsabilidad, a pesar de que los accionistas, los empleados y el público piden que Kotick sea responsable de la cultura que creó, sería un resultado inaceptable de la adquisición propuesta por Microsoft".

Fragmento de la carta enviada a la FTC por senadores estadounidenses

El arco político estadounidense, contra la venta de Activision Blizzard a Microsoft

Activision Blizzard

La reacción de los senadores de Estados Unidos no es ilógica, y tampoco debe haber generado demasiada sorpresa en las oficinas de Microsoft y Activision Blizzard. Era obvio que la transacción iba a estar bajo un muy duro escrutinio, aunque desde Redmond confían en que no existen motivos regulatorios para bloquearla.

En cuanto al rol de Bobby Kotick en esta historia, su continuidad en la compañía hasta que se cierre la adquisición ha motivado mucha especulación. Desde un primer momento se dijo que el actual CEO permanecería en su cargo hasta que Activision Blizzard pasara a manos de Microsoft Gaming; no obstante, las hipótesis en torno a su salida también circulan desde que la compra se anunció.

Analistas sostienen que, sabiendo que su futuro estaba muy complicado por el creciente escándalo de acoso sexual, Kotick negoció una "salida decorosa" de Activision Blizzard. De todos modos, eso no ha evitado la polémica en torno a la suma de dinero que se llevará de la empresa.

Bobby Kotick se llevaría varios millones de la compañía

Como comentamos oportunamente, Bobby Kotick embolsaría más de 375 millones de dólares una vez que se concrete la compra. Esto porque posee unos 4 millones de acciones del estudio y Microsoft pagará 95 dólares por cada una de ellas (como a los demás accionistas). Y a eso se le suman los más de 14 millones de dólares extras que citan los senadores en su carta.

Por supuesto, el actual CEO de Activision Blizzard debe completar su mandato para percibir ese "paracaídas de oro"; si renunciara antes de que se concrete la compra, lo perdería. Sin embargo, estamos hablando de una migaja en comparación a lo que percibirá por la venta de sus acciones.

Por lo pronto, el estudio de videojuegos está tratando de sortear distintos obstáculos hasta quedar bajo la órbita de Microsoft. Recientemente se conoció una nueva demanda por acoso sexual por parte de una empleada; en tanto que la firma sigue presentando graves problemas para atraer nuevos talentos y retener a sus actuales trabajadores.