Activision Blizzard pasará a manos de Microsoft. La firma de Redmond anunció la compra de la firma de videojuegos, que se encuentra transitando el momento más turbulento de su historia por varias denuncias de acoso sexual y otras inconductas que han sido realizadas por sus propios empleados contra otros trabajadores y directivos.
Según se indicó, Activision Blizzard se sumará a Microsoft Gaming. Sin embargo, hasta que se cierre el trato, ambas compañías continuarán operando de forma independiente. La transacción estará valorada en 68.700 millones de dólares y se realizará por completo en efectivo; esto significa que se pagaran 95 dólares por cada acción de la empresa. El proceso estará sujeto a aprobación regulatoria y de los accionistas. Se espera que la compra se complete durante el año fiscal 2023.
Un punto no menor de esta historia es que Microsoft se convertirá en la tercera compañía de videojuegos más grande del mundo en lo que a ingresos respecta. Estará solamente detrás de la china Tencent y de la japonesa Sony.
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft implicará que algunas de las franquicias de videojuegos más importantes del mundo pasarán a estar bajo la órbita de Xbox. Tal es el caso de Call of Duty, Diablo, Overwatch y World of Warcraft, por solo mencionar a algunas.
Esto se verá rápidamente reflejado en Xbox Game Pass y PC Game Pass, pues los de Redmond ya anunciaron sus planes de incorporar los juegos de Activision Blizzard en su servicio de gaming en la nube.
Con casi 400 millones de jugadores activos mensuales de Activision Blizzard en 190 países, y franquicias valuadas en tres mil millones de dólares, esta adquisición hará de Game Pass una de las alineaciones de juegos más atractivas y diversas de la industria.
Microsoft, sobre la compra de Activision Blizzard
Bobby Kotick continuará, al menos de momento, como CEO de Activision Blizzard
Desde julio del 2021, Activision Blizzard transita uno de los períodos más escandalosos de su historia. Las reiteradas denuncias de acoso sexual y una cultura de trabajo tóxica han impactado muy fuerte en la compañía, que sufrió su mayor golpe el noviembre pasado con la publicación de un crudo artículo de The Wall Street Journal echando luz a esta situación. Hasta el propio CEO, Bobby Kotick, ha quedado involucrado en las acusaciones por supuestas conductas propias y complicidad con lo que ocurría en la compañía.
Si bien se tomaron medidas para cambiar la imagen, da la impresión de que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, Microsoft seguirá confiando en el mismo directivo para llevar las riendas de la empresa. Es decir: Kotick continuará en su cargo como director ejecutivo de Activision Blizzard, al menos por ahora.
Una vez se complete la adquisición, la compañía le reportará a Phil Spencer, el jefe de Xbox. Y a partir de allí sí se espera que Bobby Kotick renuncie a Activision Blizzard, según publicó The Wall Street Journal.
Pero más allá del negocio, Microsoft asegura que no mirará hacia un costado ante las denuncias. "Xbox se ha comprometido en su viaje por la inclusión en todos los aspectos de los juegos. Exigimos a todos los equipos este compromiso. Esperamos extender nuestra cultura de inclusión proactiva a los grandes equipos de Activision Blizzard", indicaron en Twitter.
Cuando se destapó la polémica por las denuncias de acoso en Activision Blizzard, los referentes de Xbox, PlayStation y Nintendo manifestaron su preocupación al respecto. Pero ninguno fue tan vocal como el propio Phil Spencer, aunque también se aprecia un cambio en la tónica de las declaraciones con el paso del tiempo; algo que tiene lógica al verlo en retrospectiva, pues seguramente ya por entonces se planificaba una posible compra.
El noviembre pasado, el CEO de Microsoft Gaming envió un correo electrónico a sus empleados explicando que estaban "evaluando su relación con Activision Blizzard" y que, en lo personal, se sentía "perturbado" por las situaciones hechas públicas por las víctimas de acoso. En la última semana, en una entrevista con The New York Times, aseguró que Xbox había cambiado "cómo hacía las cosas" con la firma de Bobby Kotick, pero que no creía que su trabajo fuese el de castigar a otras compañías.
Microsoft pone sus manos sobre un abanico bestial de estudios
Con la compra de Activision Blizzard, Microsoft amplía de gran forma su catálogo de estudios desarrolladores de videojuegos. La corporación dirigida por Satya Nadella también controlará a firmas destacadas como Treyarch, Sledgehammer Games, Raven Software e Infinity Ward; todas bajo el ala de Activision Publishing. Y a su vez se quedará con King, los desarrolladores de Candy Crush, uno de los juegos para móviles para exitosos del mundo. En total, la firma absorberá a unos 10 mil empleados.
No olvidemos que el año pasado Microsoft también adquirió Bethesda a cambio de 7.500 millones de dólares. Dicha adquisición les permitió engrosar su catálogo de propiedad intelectual con títulos como DOOM, Quake y Fallout, entre muchos otros.
Pero desembolsar casi 70 mil millones de dólares para quedarse con una de las empresas de videojuegos más importantes del mundo, es cosa de otro nivel. Habrá que ver cómo cae la noticia en el seno de PlayStation, teniendo en cuenta que Sony también afrontó varias compras de primer nivel durante el último año (aunque ninguna de semejante magnitud); por el momento, muchos ya empiezan a hablar de una supuesta "guerra de adquisiciones" entre ambas compañías.
"En todo el mundo, no existe un lugar más emocionante para la diversión y la conexión que los videojuegos. Y nunca ha habido un mejor momento para jugar que ahora", aseguró Phil Spencer en su mensaje sobre la compra de Activision Blizzard. Más allá de las polémicas, Microsoft ya ha dado el que posiblemente sea el bombazo del 2022.