La Semana Santa es un alto en el camino de la dieta iniciada tras los excesos de Navidad y con vistas al verano. Los dulces y platos típicos de esta época, como torrijas, pestiños, monas, potajes, bacalaos al pil pil... son una gran tentación.
Pero ¿es compatible mantener la línea con comer los dulces y platos típicos de la época? ¿Cuánto se puede engordar? ¿Qué hay que evitar a toda costa? ¿Hay platos o postres que se puedan considerar sanos? ¿Cómo se puede mantener la dieta durante Semana Santa?
¿Cuánto puede engordar una persona durante Semana Santa? “Depende de los días que esté de vacaciones, de si come y bebe mucho, pero se pueden llegar a coger alrededor de dos kilos”, explica la nutricionista Judit López. Hay que tener en cuenta que “una torrija puede tener entre 250 y 350 calorías, mientras que un buñuelo algo menos, 150 o 200”, afirma. Pero esto siempre dependerá de los ingredientes (si tiene mucho azúcar, si la leche es desnatada o entera…)
¿Qué hay que evitar a toda costa?
Para Judt está muy claro que hay que evitar, sobre todo, “los dulces y el alcohol”, ya que son lo que más engorda. Aunque esto no quiere decir que estén prohibidos. Si uno no puede pasar sin tomar su postre de Semana Santa favorito lo mejor es lo haga en pequeñas cantidades para mantener la línea: “Si van a tomar torrijas estos días, siempre será mejor comer una, que dos o tres”, indica López.
Entre los platos más calóricos típicos de esta época están la sopa de ajo y los buñuelos de bacalao, comenta Judit López.
Entre los postres más típicos, “no”, niega con rotundidad la nutricionista. Aunque sí hay algunos platos más sanos, indica, como “el potaje de vigilia, el bacalao al pil pil o las patatas viudas”.
¿Cómo se puede mantener la dieta durante Semana Santa?
Para López la clave está en organizar cuántas comidas se van a hacer fuera de lo normal: “Si nos vamos de vacaciones cuatro días, se pueden organizar para hacer dos comidas más calóricas”, señala. Pero, “el resto deberán ser más equilibradas”.
Otro de los consejos de esta nutricionista para mantener la línea durante estos días de fiesta es que “estén más activos”, es decir, es un buen momento para hacer (más) ejercicio.
Es importante “controlar el alcohol, beber más agua, café e infusiones y que las cantidades de dulces o platos a evitar sean menores”, indica. Por ejemplo, en el primer caso, si se sale a tomar unas cervezas, es mejor tomar una sin. Sobre todo si después se quiere consumir un postre.
Por tanto, aprovechar los días de fiesta para degustar la gastronomía típica de estos días no es incompatible con cuidar la línea si se siguen los consejos de los expertos.