Desde que Microsoft anunció que compraría Activision Blizzard, las miradas se han repartido entre el impactante catálogo de propiedad intelectual que quedaría bajo control de los de Redmond, el gravísimo escándalo por las denuncias de acoso sexual que incluso salpica a Bobby Kotick, el CEO de la compañía, y el escollo regulatorio que supondría un negocio de semejante magnitud. Y en estas líneas nos enfocaremos sobre lo último, pues se han conocido detalles del enfoque que la Comisión Federal de Comercio (FTC) le dará a su investigación.

Según reporta The Information, el abordaje del organismo estadounidense que preside Lina Khan pondría especial énfasis sobre tres temas. Por un lado, en el acceso que ambas compañías tendrían a los datos del público; por el otro, en el mercado laboral del estudio desarrollador de videojuegos; y finalmente, en cómo impactaría la transacción sobre los trabajadores que han denunciado a Activision Blizzard por discriminación, acoso y otras hostilidades en el lugar de trabajo.

Sin embargo, esto no sería todo. El citado informe también menciona que los reguladores también estudiarán el hipotético impacto que el acuerdo tendría sobre un "metaverso competitivo". Esto tiene su lógica, pues Satya Nadella, el CEO de Microsoft, ha mencionado públicamente que ven a Activision Blizzard como una pieza fundamental para construir su visión de una vida en la virtualidad.

"El metaverso se trata esencialmente de crear juegos. Se trata de poder poner personas, lugares o cosas en un motor de física y luego hacer que todos se relacionen entre sí. […] Para mí, ser excelentes en la creación de juegos nos da permiso para construir esta próxima plataforma, que es esencialmente la próxima internet: la presencia encarnada. Hoy, juego un juego, pero no estoy en el juego".

Satya Nadella, sobre la importancia de Activision Blizzard en la construcción del Metaverso.

La investigación de la FTC al negocio entre Microsoft y Activision Blizzard toma forma

Activision Blizzard, Bobby Kotick, Microsoft

La investigación que la Comisión Federal de Comercio realizará al acuerdo entre Microsoft y Activision Blizzard aún se encuentra en una fase muy temprana. De hecho, el mes pasado el organismo solicitó que ambas empresas entreguen más información en relación al negocio valuado en casi 69.000 millones de dólares.

Las implicaciones regulatorias de la transacción han estado en boca de los analistas financieros desde el primer día. Es que la misma se anunció justo cuando existe una creciente presión del arco político de Estados Unidos para controlar con mayor firmeza a las empresas que mueven cifras de dinero infernales.

Además, la Comisión Federal de Comercio ha endurecido su postura contra este tipo de adquisiciones desde que Lina Khan llegó a la presidencia. De hecho, la agresividad del organismo habría sido crucial para que NVIDIA tirara la toalla y abandonara la compra de ARM, valuada en 40 mil millones de dólares.

Pero más allá de eso, desde Microsoft aseguran que la compra de Activision Blizzard no representa un riesgo para la competencia. El argumento de los de Redmond se basa en dos pilares: que el mercado de los videojuegos está muy fragmentado, y que ni siquiera tras cerrar este acuerdo serán los que más ingresos generen en la industria, ya que ese mérito seguirá en manos de Tencent.

Los reguladores indagarán a fondo en temas incómodos

De los tres ejes principales de la investigación de la FTC, al menos dos ya son temas incómodos tanto para Microsoft como para Activision Blizzard. Es probable que el desarrollador de videojuegos sienta que los reguladores están metiendo el dedo en la llaga al indagar sobre su mercado laboral. Al fin y al cabo, la propia compañía ha reconocido que tiene graves problemas para retener a sus empleados y captar nuevos talentos. "Si no podemos atraer personal calificado adicional o retener y utilizar los servicios de personal clave, podemos esperar que esto afecte negativamente nuestro negocio", aseguró.

Y qué decir de las denuncias de acoso sexual y toxicidad en el entorno laboral que ya no se haya dicho. Sí pareciera que la postura del ente en este punto va alineada al reciente reclamo de un grupo de senadores estadounidenses.

Los legisladores solicitaron a la FTC que no pasara por alto el impacto que la venta de Activision Blizzard tendría sobre sus empleados. "La fusión propuesta ya ha impedido los esfuerzos de sindicalización y ha socavado los pedidos de rendición de cuentas de los trabajadores", indicaron. Pero además aseguraron que la aprobación del negocio protegería a Bobby Kotick, quien se iría de la compañía con una compensación millonaria y sin tener que dar explicaciones sobre el tema.

Mientras tanto, Microsoft sostiene que no mirará hacia otro lado ante esta delicada situación. Sin embargo, no deja de ser un tanto oportunista que las primeras conversaciones para quedarse con Activision Blizzard comenzaran apenas días después de desatarse el escándalo por las denuncias de acoso sexual.