Tal vez una de las secuencias más inesperadas de lo que llevamos en los diez episodios de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019) es la más tensa de “The Passenger” (2x10), el último estrenado en Disney Plus de la serie. Nos referimos a la que comienza cuando Baby Yoda avisa a Din Djarin (Pedro Pascal) de que se ha marchado a algún sitio la Dama Rana, en cuyo interior se esconde la actriz Misty Rosas como ya se había metido en el difunto y añorado Kuiil durante el capítulo piloto, “The Child” (1x02) y “The Reckoning” (1x07). Y la siguen hasta una cueva llena de extraños huevos, donde se está bañando con los suyos.
El pequeño bebé, que ya se había estado comiendo los del anfibio para contrariedad del cazarrecompensas, se zampa lo que contiene uno de los otros, provocando la eclosión de los demás y que multitud de monstruos pesadillescos les persigan en un tramo verdaderamente angustioso, mucho más de lo que es costumbre en The Mandalorian. Y dichos monstruos, unas arañas blancas nudosas de distintos tamaños y una de ellas gigantesca, formaban parte de lo que íbamos a ver en Star Wars: El Imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980), pero las descartaron cuando se inició esta producción fílmica.
El mítico diseñador Ralph McQuarrie las incluyó a las krykna, porque así se llama su especie, entre montones de otras criaturas de Dagobah, el planeta pantanoso en el que Luke Skywalker (Mark Hamill) encuentra a Yoda y le instruye para convertirse en un verdadero caballero Jedi. Pero no es “The Passenger” la primera ocasión del canon de Star Wars en la que aparecen estos temibles seres arácnidos, sino que ya se los aprovechó en la novela Darksaber, publicada por Kevin J. Anderson en 1995, del mismo modo que la perla extraída del dragón krayt en “The Marshal” (2x01) surgió en dicho libro. Pero no cabe duda de que será por The Mandalorian en Disney Plus que lleguen a ser más conocidos estos bichos terribles.
