Con el final de la primera temporada de *The Mandalorian* (Jon Favreau, desde 2019), se acabó lo de hurgar en los huevos de pascua de The Mandalorian por un tiempo; y a los ciento tres de los siete anteriores hay que sumarle los nueve de “Redemption” (1x08).
Los dos primeros huevos de pascua en en el último estrenado de The Mandalorian se encuentran en la hilarante escena inicial, con dos *scout troopers de cháchara mientras esperan órdenes de Moff Gideon (Giancarlo Esposito): los actores que los encarnan son Jason Sudeikis (Superempollonas) y Adam Pally (Sonic*), y parecen un trasunto de Tag y Bink, dos patosos que acaban como stormtroopers en una serie de cómics de Kevin Rubio y Lucas Marangon (desde 2001).
Ambos personajes influyen de manera accidental y, a veces, deliberada en los eventos de las dos primeras trilogías de *Star Wars; iban a ser incluidos en el filme Han Solo* (Ron Howard, 2018), escoltando al protagonista, pero su escena fue cortada por cuestiones de ritmo; y el mismo Rubio apoyó la teoría de que los dos stormtroopers que se alejan de la furia de Kylo Ren (Adam Driver) tras descubrir que Rey (Daisy Ridley) ha logrado huir en *El despertar de la Fuerza* (J. J. Abrams, 2015) son realmente unos ancianos Tag y Bink. De hecho, tras cinco volúmenes, se han planteado otros tres que se ambientarían durante los acontecimientos de la trilogía secuela.
¿Mala puntería?: sí, también es un huevo de pascua en The Mandalorian
Por otra parte, la puntería espantosa de estos scout troopers cuando se lían a tiros con sus blásters contra un trozo de basura es, sí, una referencia a la vieja broma de que los soldados del Imperio no saben o no pueden disparar bien, que proviene de lo inverosímil que resulta que Luke Skywalker (Mark Hamill), Han Solo (Harrison Ford), la princesa Leia (Carrie Fisher), Chewbacca (Peter Mayhew), C-3PO (Anthony Daniels) y R2-D2 (Kenny Baker) salgan ilesos entre tanta balacera imperial en la Estrella de la Muerte durante Una nueva esperanza (George Lucas, 1977).
El arma temible E-Web, un bláster de repetición pesado con el que Gideon se propone dejar secos a Din Djarin (Pedro Pascal), Cara Dune (Gina Carano), Greef Karga (Carl Weathers) y Baby Yoda desde el exterior de la cantina del planeta Nevarro, se presenta en El Imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980), y esta es la segunda ocasión en que aparece de toda la saga galáctica. Y Mando describe a Gideon como un miembro de la Oficina de Seguridad Imperial (ISB), como el agente Alexsandr Kallus (David Oyelowo) en la serie animada Rebels (Simon Kinberg, Carrie Beck y Dave Filoni, 2014-2018).
Recordando tiempos pasados
Gideon dice que Cara Dune es nativa de Alderaan, el mismo mundo en el que creció Leia Organa y que fue destruido por la infame Estrella de la Muerte en Una nueva esperanza. La propia Cara teme ser sometida a un desollador mental si la capturan, y tal vez se refiera a alguien como el alienígena Bor Gullet, que fue usado en el interrogatorio de Bodhi Rook (Riz Ahmed) en *Rogue One (Gareth Edwards, 2016), poniendo en peligro su cordura. Aunque estas circunstancias se asemejan a la sonda mental, poder utilizado por Darth Vader (David Prowse y James Earl Jones) en El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983) y por Kylo Ren en El despertar de la Fuerza*.
Gideon menciona la Noche de las Mil Lágrimas, el Asedio de Mandalore por parte de las tropas imperiales, al que se refieren y dramatizan en la serie animada The Clone Wars (Lucas, 2008-2020). La armera (Emily Swallow) dice que Mandalore, el Grande, luchó contra los hechiceros Jedi, como Mandalore, el Máximo, al que se menta en un buen número de cómics de Star Wars. Y Gideon sale del caza TIE derribado por Djarin con un sable láser negro, es decir, el arma ceremonial del líder de Mandalore, el Darksaber, que habíamos visto en The Clone Wars y Rebels, lo que significa que se la habrá quitado a su probable anterior propietaria, Bo-Katan Kryze Katee Sackhoff.
