La cada vez más prolongada cuarentena que acata buena parte del mundo debido a la emergencia sanitaria del coronavirus se está convirtiendo en una experiencia cada vez más dura para todos quienes deben padecerla. Pero para el escritor de terror Stephen King, la sucesión de extraños días de encierro comienza a tener cierto matiz siniestro.

“Me siento como Jack Torrance, por el amor de Dios” confesó el autor en una entrevista a Vanity Fair publicada hace unos días. El autor, que acaba de publicar su nueva colección de relatos titulada If It Bleeds, se encuentra en Florida y en sus propias palabras tiene la sensación que buena parte de sus historias comienzan a tomar forma a su alrededor. Desde la posibilidad que el corrupto villano del libro The Dead Zone se haya “polinizado” hasta convertirse en un mal mayor en su país, hasta las inevitables comparaciones de la situación actual con la plaga que el escritor describe en la monumental novela The Stand, para King el confinamiento ha sido recorrido por lo más siniestro de su imaginación.

Se trata de un fenómeno inevitable: desde que las primeras noticias sobre el COVID -19 llegaron a los titulares de prensa, buena parte de los lectores de King comenzaron a comparar la trama de una de sus historias más impactantes, con lo que ocurría a raíz de la propagación del virus alrededor del mundo. Pero además, también a notar las evidentes similitudes entre el siniestro y corrupto político Greg Stillson de la novela del ’79 The Dead Zone con el presidente Donald Trump.

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Las comparaciones entre las tétricas narraciones de King y la realidad se extienden incluso a la forma en que buena parte del mundo, afronta las consecuencias de la pandemias: algunos fans del escritor no han dudado en señalar que la trama de la novela corta The Mist describe con macabro detalle la reacción de buena parte de los ciudadanos estadounidenses que deben enfrentarse a la doble presión del confinamiento y la posibilidad de enfermar de un virus peligroso de cual por ahora, se sabe muy poco.

Publicada en 1980, la narración describe el ataque de criaturas misteriosas, mientras un centenar de ciudadanos permanecer confinados dentro de un supermercado y se enfrentan entre sí, llevados por el miedo, la mezquindad y la desesperación.

Incluso, el mismo autor no puede dejar de hacer comparaciones y analizar la realidad, desde la perspectiva de la colosal emergencia sanitaria que enfrenta el mundo. “Estoy trabajando en un libro, así que por las mañanas olvido todo y simplemente hago eso. Quería tiempo para trabajar en un libro”, admitió a Vanity Fair. “Me siento como Jack Torrance, por el amor de Dios”.

Una vida literaria

Pero a diferencia del desgraciado personaje de novela El Resplandor, King no ha enloquecido, sino que vuelca su energía creativa en lo que mejor sabe hacer: escribir historias que no dejan de asombrar a sus consecuentes lectores. En abril, el escritor publicó su nueva colección de relatos — unas semanas antes de la fecha oficial prevista para mayo — y demuestra que no sigue disfrutando de una envidiable capacidad de trabajo, imaginación y talento, sino también de la capacidad para construir narraciones asombrosas, en las que incluso, imagina otro extravagante apocalipsis.

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De hecho, cada uno de los relatos parece resumir el clima actual, aunque fueron escritos hace al menos un par de años. En la poco convencional historia La vida de Chuck, el tejido conjuntivo de la realidad parece deshacerse mientras los personajes intentan comprender qué ocurre a su alrededor. Incluso, la narración incluye el escalofriante detalle del momento en que Internet deja de funcionar, lo que provoca un caos apreciable y un tipo de aislamiento doloroso entre quienes intentaban sobrellevar la emergencia a través de las pantallas de sus ordenadores. Resulta inquietante que el cuento pueda ser un perfecto reflejo de la situación actual, sobre todo en medio de la proliferación de las actividades online y el consumo de contenido streaming.

También hay algo de predicción a la narración que da nombre al libro: If It Bleeds es el titulo de una historia de detectives, con ciertas reminiscencias al éxito de público y crítica The Outsider. El protagonista de la historia es un periodista que se alimenta —y no se trata de una metáfora— de las angustias y tragedias que cubre, sino que además las provoca en un extraño ciclo retorcido cada vez más parecido a la sed de información amarillista y desconcertante que llena el mundo en la actualidad.

Por cierto, la historia incluye a un personaje conocido y querido por buena parte de los lectores de King: la pausada y brillante Holly Gibney regresa para ayudar a resolver el cada vez más enrevesado caso, lo que establece otro de los inevitables vínculos que las novelas del escritor suele establecer con su propio multiverso.

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La siniestra historia está inspirada en un periodista nocturno, que King notó siempre cubría las peores noticias y las informaciones más violentas: “Estoy aquí en Florida en este momento, y viendo las noticias noto que realmente buscan eso: si sangra, conduce para obtener la noticia. Siempre tienen un tipo — y siempre es el mismo — que está en accidentes automovilísticos, de avión y en tiroteos. Pensé, ¿no sería extraño que un sujeto así desencadenara estas tragedias? Luego inmediatamente lo conecté con The Outsider, y finalmente tuve la idea: Holly es perfecta para esto”, contó el escritor sobre su curioso proceso creativo detrás de la macabra historia.

Otra de los cuentos de la colección El teléfono de Mr Harrigan es una sátira tenebrosa sobre la tecnología, en la que un viejo iPhone capta mensajes ominosos del más allá. “Esa es una historia de EC Comics, eso es lo que es”, dijo King refiriéndose a la marca de cómics de terror de la década de 1950 que lo inspiró a él y a George Romero a crear Creepshow en los años 80.

“Hay historias sobre tipos que temen ser enterrados vivos, y tienen un teléfono puesto en su ataúd o en su cripta. La historia juega con esa idea”.
Para desarrollar la historia de manera apropiada, King decidió adquirir un iPhone de primera generación, que a la distancia de casi trece años, tiene algo de reliquia de una generación anterior. Para el escritor resulta sorprendente la rápida evolución de la tecnología y tanto en El teléfono de Mr Harrigan como en otros tantos relatos recientes del escritor, hay un evidente interés por la forma en que la hipercomunicación y los avances digitales transforman la realidad del mundo contemporáneo.

El curioso cierra con la historia titulada Rata, que cuenta el extraño pacto entre un escritor ávido de éxito y un roedor misterioso y parlachín que le visita en su remoto retiro de montaña. O quizás solo se trata de que está enloqueciendo. La ambigüedad de cuento y sobre todo, su tono levemente humorístico convierte al relato en una pequeña joya inclasificable en medio de la inmensa colección de historias que pueblan el mundo del escritor. Por supuesto, también se trata de una curiosa reflexión sobre la avaricia de las nuevas celebridades instantáneas, en busca de un tipo de reconocimiento inmediato incluso a través de medios tortuosos. Sin duda, para King el oficio de escribir tiene algo de predicción siniestra.

Lo que ocurre, lo que ocurrirá

Al comienzo de la emergencia del coronavirus, King rechazó las comparaciones entre sus novelas y las consecuencias inmediatas de la pandemia, pero al final el escritor parece haber comprendido que sus novelas — cada una de ellas entre las más vendidas del universo editorial norteamericano — son el marco de referencia para un considerable número de lectores con respecto a un tipo de circunstancia como la que vivimos en la actualidad. Incluso, el escritor llegó a leer algunos de los capítulos más impactantes de The Stand en las redes sociales — en especial el terrorífico número ocho — con la intención de insistir en la necesidad de protección individual y la responsabilidad de cada ciudadano para evitar la propagación de la epidemia.

King ha declarado que su visibilidad como escritor, le permite el debate de temas que por lo general la mayoría no tiene herramientas para analizar de manera apropiada: “Cuando escuchas informes de que 100,000 o 240,000 personas van a morir, debes tomar nota, y va a ser malo. Es malo en este momento”, dijo a Vanity Fair. “Se detuvo por completo la economía. De muchas maneras, quiero decir, ves las fotos de Times Square o Londres y piensas: realmente es como The Stand”.

No es la única ocasión en que King debió salir al paso para analizar la repercusión de sus novelas en la vida real. Hace cuatro años, una serie de espeluznantes avistamientos de payasos en carreteras rurales de Estados Unidos dieron pie a una investigación policial, casi al mismo que los rumores de una nueva adaptación de la novela It hacía furor en redes sociales. La situación se tornó tan inquietante que King se vio obligado a dar declaraciones públicos. Algo semejante ocurrió con la publicación de The Institute en septiembre: la novela, cuya trama incluye escalofriantes narraciones sobre confinamiento y maltrato infantil, fue de inmediato comparada con las dolorosas escenas de separaciones familiares forzadas, que provocaron las leyes fronterizas de la administración Trump. Y aunque King aseguró que su libro no había sido escrito con la intención de denunciar la situación, no pudo evitar admitir la similitud entre el universo imaginado en el libro y lo que ocurría más allá de sus páginas.

¿Qué nos espera en la próxima novela del autor? Por ahora King ha declarado que el argumento está cambiando debido a la emergencia del coronavirus y que de hecho, es muy distinto a como lo imaginó en primer lugar. De hecho, el escritor insiste en que la realidad es tan poderosa como para cambiar de dirección sus más estrafalarias fantasias: “El nuevo libro, si se hace, en realidad será una novela”, dijo King sobre su actual trabajo en progreso. “Pero muchas de estas cosas últimamente han sido demasiado cortas para ser largas y demasiado largas para ser cortas”.

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