En los últimos años ha predominado un discurso ciertamente catastrofista sobre el PC. Las mentes más simples hablaban de su irremediable muerte como plataforma de juego, máxime al ver cómo las estanterías quedaban desiertas.
En efecto, el mercado digital mueve ahora su bruto de ventas y si bien la piratería alcanza cotas indignantes en según qué regiones, los ingresos aún garantizan una tibia pervivencia de lo videojugable con teclado y ratón.
A este respecto, hemos de considerar ciertos picos de bonanza que suelen darse cuando las consolas actuales se encuentran en los últimos compases de su ciclo vital. Es lo que parece está ocurriendo con Xbox 360 y PlayStation 3, para las que ya son continuados los rumores de sucesión de aquí a tres años (puede que menos).
Así, con más de seis años a sus espaldas, la máquina de Microsoft se las ve y se las desea para replicar el rendimiento conseguido por los actuales PCs de gama alta. Sin ir más lejos, Battlefield 3 fue demostrado en ordenador durante el pasado E3, reconociéndose que las versiones para consola quedarían un poco (bastante) por detrás.
Es normal, llega un momento en que tecnología enlatada queda obsoleta y los combinados de hardware, cómo no, vuelven a ocupar el trono del poderío técnico.
Mark Rein, presidente de Epic Games, ha querido recordar a colación la importancia del PC no sólo como plataforma, también cual genésis de todo proyecto para consola (o de las nuevas arquitecturas en sí mismas):
Estamos en una etapa en la vida de las consolas donde el PC las supera por mucho en capacidad. Hablamos de combinados hasta diez veces más poderosos, en los que se engendra hasta el último juego concebido. El PC siempre será la herramienta con la que se hagan los juegos.
Con un PC también puedes simular el futuro, puede poner el suficiente hardware en un PC para demostrar cómo lucirán las máquinas del futuro.
Nos acordamos aquí de Samaritan, la demo técnica presentada por la desarrolladora durante la pasada Game Developers Conference, que nos dejó a todos boquiabiertos con lo que podría ser el próximo Unreal Engine (la tenéis embebida más arriba).
No cabe duda, mientras el PC pueda estar un paso técnico por delante de las consolas, siempre quedarán quienes prefieran seguir jugando con garantías de máxima perfección visual. Este mercado está a salvo por el momento.