En La mesita del comedor, la mayor parte de los horrores transcurren fuera de cámara. Lo que brinda al director Caye Casas, la oportunidad de innovar con la forma de explorar en una historia terrorífica que transcurre, mayormente, en la imaginación del espectador. El golpe de efecto, transforma la premisa — una tragedia impensable que devasta la vida de una pareja — en un misterio a resolver. También, en una vuelta de tuerca a los dramas con tintes terroríficos que se han hecho tan populares en los últimos años. El resultado es una película compacta, inteligente y bien planteada que combina el miedo con un toque de humor incómodo. 

El experimento, que demuestra el valor de un tipo de cine vanguardista y experimental, es el más reciente añadido a los nuevos clásicos de terror con acento español. El cine de España, ha brindado espacio e importancia, a nuevas propuestas, que transforman el miedo en un vehículo de interés para contar historias de todos los matices. Pero mucho más, que demuestran el crecimiento del género como propuesta. Del éxito ya la icónica REC a Verónica, que se convirtió en una de las películas más vistas de Netflix. Lo cierto es que el terror español ha encontrado su lugar en las preferencias del público, ya sea en salas o streaming

Para demostrar lo anterior, te dejamos cinco películas de terror españolas que puedes ver si te gustó La mesita del comedor. De la secuela de un reciente clásico a un innovador punto de vista sobre la alienación, la violencia y la distopía. La selección abarca desde visiones sorprendentes acerca del mal hasta mezclas de lo terrorífico con la ciencia ficción. Lo mejor que el cine escalofriante puede ofrecer en la actualidad. 

Hermana muerte (Netflix)

Luego del éxito de Verónica en 2017, el director Paco Plaza decidió profundizar en el universo que plantea la cinta. A saber: en todo lo relacionado con la misteriosa monja ciega, Narcisa (Consuelo Trujillo). Mucho más, tratar de crear un mundo de referencias que puedan, poco a poco, plantear la posibilidad de una mitología terrorífica que una a varias historias entre sí. 

El resultado de la ambiciosa premisa es Hermana Muerte, que sigue a Narcisa (ahora interpretada por Aria Bedmar), en su juventud. Y en especial, en el momento en que tuvo su primer encuentro con lo sobrenatural. Lo cual lleva a profundizar en el misterioso suceso que le dejó ciega y que la convirtió en la inquietante figura que conoceremos años después. 

Mejor lograda, elegante y sobre todo, más terrorífica que su antecesora, la cinta combina el terror religioso con el nunsploitation. Todo, en medio de un escenario grotesco que se hace cada vez más aprensivo y siniestro. Una recomendación ideal para los que disfrutaron la premisa de Caye Casas. 

Malasaña 32 (Netflix)

El 2020, el director Albert Pintó convirtió la historia de un aparente suceso real acaecido en Madrid, en una de las grandes películas de terror de los últimos años. Explorando el tópico de casas embrujadas, pero en particular, con un uso inteligente de la idea de lo invisible como enemigo, Malasaña 32 profundiza en el terror. Uno, además, basado en lo que se esconde en los espacios domésticos y en medio de una creciente sensación de claustrofobia. 

Manolo (Iván Marcos) y Candela (Bea Segura), llegan a Madrid con la intención de encontrar una mejor vida para su familia. Pero poco a poco, el piso tenebroso en que viven, se convertirá en una cárcel aterradora, envuelta en una presencia violenta contra lo que no pueden luchar. Lo que comienza con breves apariciones, se convierte pronto en un fenómeno inclasificable que llevará a la historia a un final trágico. 

Oscura y macabra en su capacidad de profundizar en terrores primitivos a través de medios en apariencia sencillos, Malasaña 32 es una pieza rara de terror que funciona gracias a la tensión que crea con esmero. Para su tramo final, cuando los secretos quedan al descubierto, la cinta se convierte en un recorrido por las tinieblas del miedo. El punto más alto de esta premisa singular. 

Venus (Prime Video)

Esta cinta de Jaume Balagueró, combina en el mismo escenario ciencia ficción, terror cósmico y body horror. Lo que da como resultado una de las premisas más curiosas del cine español reciente y una obra de terror que explora en lugares nuevos, sin temor a la experimentación. 

Lucía (Ester Expósito) es una bailarina en un local nocturno, que huye luego de robar a una banda de criminales. Por lo que intenta refugiarse en el bloque de apartamentos en que vive su hermana Rocío (Ángela Cremonte). Todo, en medio de un fenómeno cósmico que se anuncia al subtexto, pero que marcará el hito de un suceso sobrenatural inexplicable. 

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Gradualmente, Lucía descubrirá que el edificio en que se encuentra en el epicentro de un suceso siniestro, cada vez más violento y terrorífico. Lo que la llevará, a enfrentar, no solo la raíz misma del mal, sino lo que se esconde entre el velo de la muerte y la vida. 

El páramo (Netflix)

El realizador David Casademunt mezcla el horror folclórico y una historia con tintes costumbrista para crear un escenario tenebroso acerca de lo inevitable. El páramo profundiza en la cuestión acerca de lo que esconde los parajes inhóspitos y también, el horror en medio de un trasfondo tenso. Lo que convierte a la cinta debut del director en un lienzo silencioso y tenso acerca del mal primitivo y la forma en que el ser humano lo puede comprender. 

Lucía (Inma Cuesta) y su hijo Diego (Asier Flores), se encuentran aislados en mitad de un valle desértico del medioevo español. Ambos, tendrán que defenderse contra una criatura nacida de la Tierra, que les acechará durante los largos días de aislamiento que padecen. Con una cuidadosa puesta en escena y un brillante uso de los silencios, la película crea un tipo de terror basado en la atmósfera antes que sobresaltos artificiales.

Lo que permite a su tétrica premisa hacerse cada vez más inquietante. Para su desolador final, El páramo demuestra que el cine español tiene la ambición suficiente para llevar a cabo experimentos arriesgados como este. 

El hoyo (Netflix)

el hoyo vincenzo natali
Basque Films

Galder Gaztelu-Urrutia transforma la lucha de clases, el miedo y el control de las masas en un futuro distópico, en una propuesta descarnada acerca de la deshumanización. Todo, a través de lo que parece una historia sencilla. Una construcción de la que se sabe poco y que podría albergar tanto a voluntarios como a reos, se extiende a través de kilómetros bajo tierra. 

Eso, mientras pone en marcha un aterrador mecanismo para la selección de los sobrevivientes que deberán vencer, lo que se insinúa como una prueba de fuerza y voluntad. El de enfrentarse a la única posibilidad de comer gracias a los suministros de plataformas repletas de alimentos que pasarán piso tras piso. Pero no está claro ni cuando se detendrán en uno de los niveles o si al llegar, habrá que comer para los que aguardan. 

A medio camino de un método de control y un castigo misterioso, la premisa de El hoyo se hace cada vez más tensa y terrorífica. Con un final ambiguo, también deja muchas preguntas a su paso. La mayoría, que se esperan, sean respondidas en la futura secuela, que se estrenará por Netflix en algún punto de 2024. 

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