A lo largo de la historia “lo misterioso” realmente ha dado mucho de si. Existen cientos de películas, series y libros que se han nutrido de los misterios más variados para atraer al personal, lo que me parece estupendo. Lo que ya no me gusta tanto son todos esos programas en los que charlatanes de tres al cuarto se empeñan en alimentar supuestos misterios en base a investigaciones pseudocientíficas. Hay muchos ejemplos de este tipo y con uno que encontré recientemente vengo.

Resulta que el otro día por casualidades de la vida di con una serie documental del canal Historia titulada “Mysteryquest”. Ya de entrada el asunto no me daba muy buena espina, pero aún así decidí no prejuzgar y empecé a ver uno de los capítulo de la serie. El mismo está centrado en la mítica prisión de Alcatraz y en el un grupo de personas (pintadas por el programa como científicos) busca pruebas de actividad paranormal en la mentada cárcel. Tras darle al play empezaron a transcurrir los minutos - y las estupideces - y justo cuando iba a cerrar el reproductor el narrador que hace de conductor del documental, va y suelta esto:

“El equipo utilizará una amplia gama de instrumentos para medir fenómenos paranormales, hay cámaras de visión nocturna y de infrarrojos, grabadoras portátiles y dos aparatos exclusivos

¿Y qué eran esos dos aparatos exclusivos? Pues ni más ni menos que uno llamado Ovilus y otro bautizado con el nombre de Paranormal Puck y atentos para lo que supuestamente sirven. El primero, el Ovilus, es capaz de convertir la energía (producida por los muertos) en palabras, y el segundo, el Paranormal Puck, sirve para más o menos lo mismo que el primero, facilitar la comunicación de los “investigadores” con lo muertos, solo que en este caso el investigador realiza directamente las preguntas que quiere responder.

Amigos y amigas, estos dos cacharros demuestran muchas cosas, pero yo me voy a quedar con las dos que me parecen más importantes: los parapsicólogos se ríen en la cara de las personas y también estamos ante contundentes pruebas de lo estúpido que puede llegar a ser el tema de la investigación parapsicológica.

Hay cosas discutibles, pero que en pleno siglo XXI nos intenten vender como eficaces dos aparatos para hablar con los muertos es, como decía arriba, reirse en la cara de las personas. Por otro lado la comunidad científica siempre ha acusado a los parapsicólogos de utilizar metodologías de investigación poco serias para obtener evidencias del fenómeno paranormal que toque, y tanto el Ovilus como el Paranormal Puck son pruebas físicas de lo absolutamente cierta que es la acusación (de la cual se desprende que los resultados de este tipo de investigación son sesgados o directamente puras falacias).

Espero que este post sirva para que los más crédulos empiecen a darse cuenta de como muchos les están engañando con supuestos estudios científicos de también supuestos sucesos paranormales. Que Y canal de TV emprenda una investigación conducida por un grupo de investigadores aparentemente profesionales rodeados de tecnología, no significa ni que el misterio que estudian sea cierto ni tampoco las conclusiones a las que lleguen sobre el mismo.

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