La serie 1899 ya está aquí y, como digna heredera de Dark, se ha convertido en otro gran misterio televisivo que desentrañar. Los creadores Jantje Friese y Baran bo Odar lograron construir no solo una historia elegante. También lo suficientemente críptica como para que su final de temporada dejara a buena parte de la audiencia boquiabierta. Se trató de una conclusión parcial, tan confusa como extraña, que anuncia que el universo de la serie apenas comienza a expandirse.

1899, de Netflix, narra la historia de dos barcos gemelos, que resultan ser parte de un experimento muy extraño y potencialmente peligroso. Con la misma capacidad para cuestionar la realidad, el tiempo y la identidad que Dark, 1899 creó una historia a través de lo intangible. También de la construcción de una idea inquietante acerca de la posibilidad de lo que se oculta en una aberración científica. Una tan poderosa que es capaz de deconstruir la sustancia misma de lo que consideramos verosímil.

Pero como buena obra del duo de creadores alemanes que se precie, es evidente que el final de 1899 es mucho más que una conclusión. También es una puerta abierta hacia un sentido del caos que conforma un universo nuevo. Te explicamos todo lo que necesitas saber para comprender el final en toda su extensión.

¿Cómo se vinculan los personajes principales en 1899?

Durante buena parte del argumento, la identidad de Henry, Daniel y Elliot ha sido el punto central de una serie de misterios enlazados entre sí. En especial, cuando el dueño del barco, el niño misterioso y el hombre singular sostenían una trama confusa. ¿Se trató de algo más?

En realidad, 1899 jugó con la premisa de desdoblar la realidad o profundizar en sus múltiples posibilidades superpuestas. Lo que le permitió adentrarse en la identidad de sus personajes. Al final, resultó que los tres principales estaban vinculados a Maura. ¿De qué manera? Henry Singleton, el enigmático propietario de los barcos centrales de la trama, resultó ser el padre del personaje. 

1899 Maura

Por otro lado, Maura era la esposa de Daniel, por lo que Elliot nunca fue un niño común, sino el hijo de ambos. Lo que convertiría a la travesía entre el Prometheus y el Kerberos en un experimento a gran escala del que son protagonistas. 

¿Quién es “El Creador”?

En más de una ocasión, los personajes se refirieron a “El Creador”, un personaje enigmático que está detrás del gran experimento central del argumento de 1899. A mitad de camino entre lo terrorífico y lo asombroso, la misteriosa figura es la responsable de la gran simulación que contiene a todos los personajes.

Durante buena parte de los capítulos, Maura fue de un lado a otro de los barcos en busca de respuestas. También estuvo convencida de que “El Creador” era su padre. Solo para descubrir que, en realidad, la personificación del dominio y el control en la serie es ella misma. ¿Sorprendente? Lo es en la medida en que 1899 utiliza el concepto de la simulación para sostener la idea sobre la posibilidad múltiple y lo que engendra. 

1899

¿Cómo se explica semejante situación? Para hacerlo, hay que recurrir a la visión del tiempo del argumento. En la realidad central, Maura es una científica brillante, que empezó a experimentar con el tiempo una vez que su hijo comenzó a enfermar. Para retrasar lo inevitable, creó la simulación que terminó por ser múltiples espacios temporales superpuestos. De modo que, entre la simulación 0 y la cincuenta, los recuerdos de todos los involucrados fueron borrados. Lo que explicaría por qué la misma Maura no se acuerda de lo sucedido o de su propia identidad. 

¿Cómo terminó 1899 para Maura?

Como 1899 está basado en un sistema probabilístico de decisiones dentro de una simulación de la realidad, Maura siempre escogerá mantener vivo a Elliot. Por lo que, una y otra vez, se reiniciará la historia y ella recorrerá el mismo camino y el mismo entorno hacia la exacta conclusión.

Pero, en un giro sorprendente — otro más —, Ciaran, el hermano de Maura, también entra en el mecanismo de las simulaciones. Por lo que 1899 termina con Maura fuera de las simulaciones y se encuentra a 200 años del futuro. A punto de enfrentar un recorrido por completo nuevo a través de planos disímiles de la realidad.