Tras unas semanas en etapa de beta, Google lanzó la versión definitiva de Chrome 4.1 para Windows. La gran novedad es la incorporación nativa del traductor, que brinda la posibilidad de convertir cualquier página a 52 idiomas, mientras que también existen controles más granulares para la privacidad.

De manera similar a la barra que puede integrarse en sitios web, el navegador sugerirá iniciar una traducción en el servicio de Google si el idioma de la página difiere con el de la aplicación. En caso de que no querramos, es posible incluír la URL en una lista de excepciones para evitar que nos pregunte nuevamente.

La privacidad, que abarcaba ítems muy generales, ahora permite establecer configuraciones más específicas. Dentro del cuadro de diálogo Configuración de contenido en las opciones avanzadas del browser, pueden fijarse parámetros para activar o desactivar cookies, imágenes, JavaScript, complementos y ventanas emergentes. Además, hay un vínculo para ajustar el espacio en disco que ocupa la caché de Flash.

En general, el programa responde mejor, especialmente en lo que hace a menúes contextuales. Mientras que hace unos días criticábamos los problemas de compatibilidad de los add-ons de Firefox con cada nuevo lanzamiento, en Chrome no tuve problema alguno. Claro que eso depende de lo que tenga instalado cada usuario.

Para probarlo, puedes descargarlo desde su sitio oficial o esperar a la actualización automática que se publicará en unos días.

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