SpaceX, la compañía espacial fundada y dirigida por Elon Musk, ha completado con éxito el cuarto lanzamiento de prueba de la Starship, la nave espacial acoplada al gigantesco cohete Super Heavy, el cual ha amerizado por primera vez en el océano Índico, tal y como estaba previsto.

Esta cuarta prueba de despegue estaba prevista para el pasado 5 de junio, tal y como anunció la compañía hace unas semanas. SpaceX, sin embargo, no contaba con la aprobación regulatoria necesaria para dichos ensayos hasta hace unas horas, lo que ha ocasionado un retraso de un día.

Pese a ello, la prueba, que ha podido seguirse a través del canal de YouTube de SpaceX, se ha llevado a cabo con completo éxito. El objetivo de la misma era conseguir que tanto la nave como el cohete retornaran con éxito a la tierra después del despegue.

El Super Heavy, el cohete que va a acoplado a la Starship, ha encendido sus 33 motores Raptor con normalidad, y se ha separado correctamente de la base una vez transcurrida la primera etapa del lanzamiento, aproximadamente tres minutos después del despegue.

Ha sido, reiteramos, la primera vez que el Super Heavy ameriza correctamente tras separarse de la Starship. El propulsor ha descendido en el golfo de México, en el océano Pacífico. Y ha sido posible, en parte, gracias a las modificaciones que SpaceX ha realizado en el propio cohete; concretamente, en sistemas de filtrado y en las estructuras internas. Esto ha permitido mejorar la eficiencia en la maniobra de giro.

A la espera de que la Starship regrese a tierra correctamente

mejoras Starship
SpaceX

La Starship, sin embargo, se encuentra actualmente en el espacio en dirección al océano Índico. Ahora, falta por ver si la nave espacial de SpaceX sobrevivirá al reingreso a la atmósfera; algo que no ocurrió en el pasado lanzamiento de prueba, donde la Starship se desintegró por completo.

Para evitar este error, la compañía ha mejorado la Starship añadiendo unos nuevos propulsores de control del balanceo, que se suman a los que ya tenían las anteriores versiones, con el objetivo de que la nave sea capaz de reentrar a la atmósfera en posición horizontal, lo que permitirá que el aire caliente se concentre en el escudo térmico.

Este, de hecho, también se ha modificado para soportar mejor el calor. SpaceX también ha mejorado y añadido otros elementos a la nave, como un nuevo separador entre propulsor y el lanzador para garantizar que ambas etapas se retiran correctamente en el segundo vuelo.

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