El cohete Starship de SpaceX ha despegado con éxito en su segundo vuelo de prueba tras un intento fallido el pasado 20 de abril, que obligó a la compañía de Elon Musk a hacer reformas importantes tanto en la nave como en su plataforma de lanzamiento. El lanzamiento se hizo desde la base espacial de la compañía en Boca Chica, Texas (Estados Unidos).
Minutos después, el Starship de SpaceX completó con éxito la separación entre sus dos módulos: el propulsor y la nave. Pero inmediatamente después explotó, justo después del apagado de los treinta y tres motores del propulsor Super Heavy. Con la segunda etapa, la propia nave espacial, detonándose de forma automática antes de alcanzar la altura planeada.
"Creemos que el sistema automatizado de finalización del vuelo en la segunda etapa del Starship se ha activado", explicó el ingeniero de SpaceX, John Insprucker, durante la transmisión en directo del despegue. El objetivo no cumplido era lograr que la nave mantuviera una trayectoria sub orbital estable durante más de una hora. Posteriormente, se esperaba que el propulsor Super Heavy regresara a la Tierra y cayera al mar, y que la etapa superior, también haga una reentrada a la atmósfera y cayera sobre el océano Pacífico tras hacer una vuelta completa a la Tierra.
Aun así, esta segunda prueba del Starship marca un hito fundamental para la carrera espacial estadounidense. El gran objetivo es que la nave de SpaceX sea utilizada para posar astronautas en la Luna en 2025, como parte de la misión Artemis 3. Pero la ambición de su fundador, Elon Musk, es llegar a Marte.
Los hitos de la segunda prueba del Starship de SpaceX
Esta segunda prueba del Starship de SpaceX consigue varios hitos claves que seguramente incentivarán a las autoridades estadounidenses a que la compañía realice más pruebas en 2024 con cohetes mejorados tras los datos obtenidos en este lanzamiento.
El primero es la separación exitosa entre la primera y segunda etapa del Starship. Durante el primer ensayo este fue un punto de fallo importante, cuando ambos módulos no lograron separarse y se tomó la decisión de hacerla explotar en pleno vuelo. Para conseguirlo, SpaceX cambió su estrategia y encendió los seis motores de la etapa superior durante el momento de la separación, no después. No se trata de un concepto nuevo, ya que otras iniciativas espaciales de la NASA como el Titan II del programa Gemini hacían algo similar. Los rusos también utilizan esta técnica de separación con los cohetes Soyuz.
La separación de ambas etapas es imprescindible. Una vez hecha, la segunda etapa continua su ascenso hasta una órbita baja alrededor de la Tierra. Los seis motores de la nave superior se encendieron con éxito, y esta siguió ascendiendo antes de autodetonarse.
"Vamos a analizar los datos y mejorar la secuencia de separación. Probablemente hagamos mejoras al hardware para el próximo vuelo", explicó Kate Tice, una de las ingenieras más importantes de Space X, durante la transmisión en directo.
El segundo hito está en el encendido de los treinta y tres motores Raptor del propulsor Super Heavy. Consiguiendo la mayor potencia jamás registrada en un vehículo espacial. La fuerza generada por el cohete, y los destrozos causados en la base de lanzamiento, de hecho, fueron el motivo por el cual Estados Unidos suspendió la licencia de SpaceX durante meses.
La compañía realizó modificaciones significativas al sistema de despegue del Starship, por medio de un sistema de refrigeración por agua diseñado para proteger la plataforma de la explosión generada durante el despegue. Finalmente, el pasado miércoles, la Agencia Federal de Aviación estadounidense concedió la autorización para el despegue de la nave espacial.
SpaceX espera que Starship sea la punta de lanza, no solo en el regreso del hombre a la Luna o la conquista de Marte, sino en la capacidad de transportar mucho más material al espacio, Un requerimiento imprescindible para finalmente establecer bases en nuestro satélite natural.