Esta madrugada se ha sentido un terremoto en Málaga, Granada y Melilla. Aunque varias personas se despertaron por el traqueteo, no ha habido que lamentar daños de ningún tipo. Esto se debe a que, en realidad, el epicentro ha estado a 19 kilómetros de profundidad, en pleno mar de Alborán. A pesar de ser de magnitud 4,2, suficiente para dar un buen susto a quienes lo sintieran, estaba demasiado profundo y lejos de las zonas habitadas. Además, en esas zonas habitadas están bastante acostumbrados a terremotos, pues se encuentran entre las regiones en las que es más probable que se produzcan.

Las provincias que lindan con el mar de Alborán, entre las que se encuentran Almería, Granada, Málaga, Cádiz, Ceuta y Melilla, así como varias del este español, especialmente Murcia y Alicante, son las más habituadas a seísmos. También cerca de los Pirineos y en Galicia hay más probabilidad de que se produzcan terremotos. 

El terremoto de Málaga ha sido solo una pequeña muestra de lo que puede suceder en estos lugares. La parte positiva es que, salvo excepciones, como la de la localidad murciana de Lorca en 2011, no suelen ser terremotos muy grandes, debido al tamaño de sus fallas, pero veamos qué quiere decir todo esto.

Las causas del terremoto de Málaga y otros similares

Según el Instituto Geográfico Nacional de España, un terremoto consiste en la liberación repentina de la energía acumulada en la corteza terrestre en forma de ondas que se propagan en todas direcciones. Dicha corteza está compuesta por unas placas, conocidas como placas litosféricas. Puede compararse con una especie de puzle, donde las piezas son las placas. Estas algunas veces se encuentran borde contra borde, chocando y acumulando tensiones, y en otras ocasiones se desplazan unas sobre otras. Todas esas tensiones son las que normalmente dan lugar a los terremotos, de ahí que estos sean más comunes en zonas geográficas donde una placa se encuentra con otra.

mar de Alborán
Los terremotos en el mar de Alborán son muy habituales. Crédito: Wikimedia Commons

El terremoto de Málaga se ha producido en pleno mar de Alborán. En esta zona son muy comunes los seísmos, puesto que hay una microplaca, denominada igual que el mar, que entra en contacto con la microplaca Ibérica y la placa Africana. 

Dichos choques son también los causantes de los terremotos en Granada, Cádiz, Almería, Murcia y Alicante. Por otro lado, en los Pirineos también se produce un choque de placas, por lo que no es raro que allí haya algunos terremotos.

El tamaño sí importa

A nivel general, los terremotos suelen producirse en zonas en las que coinciden dos o más placas litosféricas. Pero, más concretamente, ocurren en lo que se conoce como fallas. Estas son fracturas del terreno en las que se han deslizado dos bloques, generando fricciones entre sí.

Cuanto mayor es el tamaño de las fallas, más probable es que se produzca un terremoto de gran magnitud. En España hay fallas en los puntos antes mencionados. No obstante, también pueden producirse terremotos en Galicia por influencia de la falla de las Azores, perteneciente a Portugal.

falla de San Andrés
La falla de San Andrés es una de las más grandes del mundo. Crédito: Ikluft (Wikimedia Commons)

Los mayores terremotos del mundo suelen darse en lugares con fallas inmensas. Es, por ejemplo, el caso de la falla de San Andrés, una grieta de más de 1.300 kilómetros de longitud, ubicada en Estados Unidos. En Japón, donde también son habituales los terremotos de gran magnitud, se encuentran las fallas de Honshū, ubicadas en el límite entre la placa Eurasiática y la de Okhotsk.

Las fallas españolas no son tan grandes. Aun así, si el seísmo se produce muy superficialmente, pueden ocurrir terremotos como el de Lorca. No es lo más habitual, de ahí que normalmente todo quede en un pequeño susto, como ha ocurrido esta noche con el terremoto de Málaga. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: