Es bien sabido que cada raza de perro es más o menos propensa a desarrollar ciertas enfermedades. Por ejemplo, entre los dálmatas tiene una alta incidencia la sordera y entre los sabuesos las enfermedades oculares. Hay muchísimos estudios al respecto. ¿Pero qué pasa con la esperanza de vida de los perros?

Un nuevo estudio, desarrollado por científicos de la Universidad de Liverpool y la asociación Dog Trust, señala cuáles son las razas con una mayor y menor esperanza de vida, dividiéndolas en factores influyentes como su tamaño, el sexo de cada ejemplar o la forma de la nariz.

Y es que, a grandes rasgos, las perras pequeñas y con la nariz grande son las que viven más tiempo. Una hembra de perro salchicha, por ejemplo, será nuestra compañera de vida durante más tiempo si todo va bien. Los autores de este estudio sobre la esperanza de vida de los perros pretenden que sirva para que las personas que planean buscar un amigo peludo tengan en cuenta estos datos. No obstante, habría que tener en cuenta la implicación ética que eso tiene. Una cosa es no fomentar el pedigrí de razas destinadas a sufrir y otra muy diferente dejar a un lado a los que, por su constitución, puede que vivan menos años. O puede que no. Al fin y al cabo, el azar también juega un papel importante.

Cifras sobre la esperanza de vida de los perros

Para la realización de este estudio, sus autores han hecho un seguimiento de medio millón de perros del Reino Unido.

Esto les permitió calcular la esperanza de vida media de cada raza, separándolas por sexo, y después por otros factores influyentes. Teniendo en cuenta el conjunto total de los canes, la esperanza de vida de los perros resultó ser de 12,5 años de media. Fue ligeramente superior para las hembras, con 12,7 años, en comparación con los 12,4 de los machos.

Lógicamente, estas cifras variaron mucho entre razas; pero, sobre todo, entre distintos tamaños. Por ejemplo, para el bulldog francés, la esperanza de vida media fue de 9,8 años, mientras que en el caso del Lancashire Heeler, el número ascendía hasta los 15,4 años.

Se comprobó que el labrador es la raza más popular de Reino Unido, con una esperanza de vida media de 13,1 años.

¿Qué factores influyen?

Los perros más voluminosos, con narices chatas, resultaron ser los que tenían una esperanza de vida menor. Además, se sabe que suelen tener muchos más problemas de salud a lo largo de su vida. 

Se encuentran dentro del grupo de los que se conocen como perros braquicéfalos, con cabeza corta, cara achatada, paladar blando y huesos nasales cortos, con orificios nasales, a menudo, más reducidos de lo habitual.

La razón por la que la esperanza de vida de estos perros suele ser menor es que la forma de su cabeza y su hocico facilitan que se produzca la obstrucción de las vías respiratorias superiores. Además, suelen tener la tráquea con un tamaño más pequeño del habitual, dificultando aún más la respiración.

Es habitual ver a estos perros jadeando cansados, aunque no hayan realizado ningún esfuerzo. De hecho, se les hace un mundo el esfuerzo físico, con el que pueden experimentar síncopes y desmayos. 

El problema de todo esto es que esa nariz chata hace que su cara se nos asemeje inconscientemente a la de los niños pequeños. Por eso, estos perros suelen resultar adorables y están muy cotizados, de manera que se sigue potenciando su crianza pura, sin tener en cuenta el sufrimiento que conlleva para ellos.

carlino, perros
Los perros de nariz chata son los que suelen vivir menos años. Crédito: Daniel Sandovzl (Unsplash)

Cuidado con elegir según la esperanza de vida de los perros

Conocer la esperanza de vida de los perros puede ser interesante para hacernos una idea de cuánto vivirá nuestro amigo peludo. No obstante, debemos saber que estas son cifras orientativas. Nuestra mascota puede vivir muy por encima o por debajo de lo que marcan su raza, su tamaño o su nariz. Por eso, elegir solo con base en eso, puede ser un error.

Por otro lado, podría llevar a que la adopción de algunos perros se vea afectada. Este estudio, además, señala que la esperanza de vida de los perros de raza pura es mayor que la de los cruces. Esto podría llevarnos a pensar que es mejor comprar un perro con pedigrí. No obstante, hay que hacer una aclaración al respecto. Y es que en esos cruces entran precisamente los cruces que se hacen de forma deliberada para perpetuar rasgos que resultan agradables a los humanos, como esa nariz tan problemática.

Incluso en la realeza hay cruces que se han perpetuado con los años. Los dorgis de la reina Isabel II son un buen ejemplo de ello. Se trata de perros que se han cruzado en palacios, no del fruto del amor de dos animales callejeros. Estos últimos, seguramente, no tendrían una esperanza de vida menor que la de los perros de raza. Siempre que tengan un buen hogar en el que vivir. Tengámoslo en cuenta. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: