Tras su reciente muerte, la reina Isabel II de Inglaterra será recordada por muchas cosas, unas más serias e institucionales y otras un tanto más superficiales. Entre estas últimas se encuentra sin duda su amor por los perros. Pero no por cualquier raza. Ella profesaba un gran amor por los corgis desde que le regalaron un cachorrito el día de su decimooctavo cumpleaños. Su hermana Margarita también era una gran aficionada a los perros, aunque en su caso no tenía un amor exclusivo hacia los corgis. También tuvo otras razas, como el perro salchicha. Y fue precisamente de un cruce entre uno de esos perros y uno de los corgis de Isabel II del que pudo surgir una nueva raza: el dorgi.

En total, la reina de Inglaterra llegó a tener más de 30 perros, entre corgis y dorgis. Todos ellos eran descendientes directos de aquel primer cachorrito, una hembra llamada Susan. Pero, lógicamente, no solo la monarca tuvo dorgis. Como es habitual con otras razas, se recomienda adoptarlos, no comprarlos, y pueden encontrarse en muchas casas de acogida de perros.

Se trata de animales sociales, leales e inteligentes, muy apropiados para vivir junto a familias con niños, según las guías sobre razas de perros. Quizás por eso le gustaban tanto a la reina Isabel II.

Así es el dorgi que ‘creó’ Isabel II

Existen dos razas de corgi, el Cardigan Galés y el Pembroke Galés. El dorgi de la casa real británica surgió del cruce entre un Pembroke Galés de Isabel II y un perro salchicha (Dachshund) de la princesa Margarita, llamado Pipkin. Hay quien dice que este fue el primer dorgi de la historia. No obstante, no se puede saber con seguridad si no se había dado algún cruce similar antes.

Son muy pequeñitos, con un tamaño de 23 a 30 centímetros y un peso de 7 a 13 kilogramos. Sin embargo, cuentan con una espalda larga, heredada del perro salchicha, por lo que pueden tener algunos problemas relacionados con ella. Por ejemplo, entre ellos son comunes las luxaciones de rótula, las displasias de cadera y la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes. Este último es un trastorno de la cadera, que se da por interrupción del flujo sanguíneo a la cabeza del fémur, provocando que deje de crecer. Puede darse también en humanos, sobre todo en niños con edades entre los 4 y los 8 años, aunque puede llegar a manifestarse hasta los 15. Aun así, sus consecuencias siguen viéndose en la edad adulta, cuando además puede aumentar la probabilidad de desarrollar artrosis. Todo esto es extrapolable también a perros de razas como el dorgi.

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Los últimos perros de la reina de Inglaterra

Isabel II estuvo criando tanto corgis como dorgis durante toda su vida. Sin embargo, en 2015 decidió dejar de hacerlo, pues no quería dejar nada atrás después de su muerte. Entre sus últimos perros hubo dos dorgis, Vulcan y Candy. Vulcan murió en 2020, mientras que Candy apareció con ella en febrero de este 2022 en algunas de las fotos realizadas por su jubileo de platino.

Los perros de la Reina de Inglaterra terminan con Candy, pero los corgis y los dorgis siguen siendo unas razas muy apreciadas por todo tipo de familias, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Y es que, tanto si eres monárquico como si no, es imposible negar que son unos perros adorables.