La FDA está cada vez más cerca de aprobar un fármaco que puede alargar la vida de los perros grandes, que es considerablemente más corta que aquellos de raza pequeña. El medicamento ha sido desarrollado por Loyal, una compañía de biotecnología que se centra en el desarrollo de remedios para, además de hacer que sean más longevos, mantener la calidad de vida de los perros a medida que envejecen.

Según un estudio de American Kennel Club, la esperanza de vida de los perros de raza grande es de 8 a 12 años. La de los perros pequeños, en cambio, es de 10 a 15 años; algunos canes de menor tamaño, incluso, llegan a vivir hasta 18 años. Es una diferencia considerable, aunque desde Loyal afirman que no se trata de algo inevitable. Se debe, en realidad, a algún tipo de “enfermedad genéticamente asociada causada por una selección artificial histórica” y que, por tanto, es algo que se puede tratar con un medicamento.

Eso es lo que viene a hacer el fármaco bautizado como LOY-001. Este, reiteramos, ha tenido el visto bueno por la FDA alegando que está de acuerdo en que “tiene una expectativa razonable de efectividad”. Esto, eso sí, no quiere decir que la Administración de Alimentos y Medicamentos ya haya probado su uso y distribución. Significa que los datos que ha ofrecido Loyal demuestran que “existe una expectativa razonable de eficacia” en perros grandes.

El Centro de Medicina Veterinaria de la FDA revisó los datos, los resultados y los argumentos científicos de Loyal y determinó que brindan una expectativa razonable de la efectividad del medicamento para extender la vida útil y la salud de los caninos. A la espera de completar con éxito las secciones de Fabricación y Seguridad, Loyal recibirá la aprobación condicional para LOY-001, lo que les permitirá comercializar el medicamento para prolongar la vida útil de los perros grandes.

Loyal.

¿Cómo funciona el fármaco que puede alargar la esperanza de vida de los perros grandes?

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Mikhail Nilov (Pexels)

Según Loyal, la cría selectiva de perros de raza grande provoca en los canes niveles hasta 28 veces más elevados de la hormona promotora del crecimiento IGF-1 que en los perros de raza pequeña. Y esto reduce considerablemente su esperanza de vida. El fármaco, por tanto, actúa reduciendo los niveles de IGF-1 y, en consecuencia, hace que los perros puedan tener una esperanza de vida mayor sin que su salud se vea afectada.

Loyal afirma que el medicamento todavía debe someterse a ensayos clínicos. Destaca, además, que se trata de un fármaco de uso prolongado. Y que, por tanto, deberá administrarse a perros de raza grande o gigante cada tres a seis meses. Esperan, además, que la FDA dé el visto bueno definitivo para 2026, momento en el que podrán comenzar a distribuirlo.