Bill Gates acaba de lanzar sus predicciones para el 2024. Las proyecciones del cofundador de Microsoft se hicieron famosas desde que en 2015 advirtiera de la llegada de una pandemia similar a la que vivimos con la COVID-19. Consciente de su influencia, ha publicado una carta con pistas de lo que viene para el año entrante. Y sí: la inteligencia artificial seguirá siendo protagonista, según el magnate, pero con el acelerador pisado hasta el fondo.

«La inteligencia artificial está a punto de acelerar nuevos descubrimientos a un ritmo que nunca antes habíamos visto», dice Gates. Cree que este año ya nos dio una muestra clara de cómo esta tecnología dará forma al futuro. Qué trabajos podrá realizar la inteligencia artificial por sí sola y en cuáles servirá solo como soporte, por ejemplo. Y el potencial que tiene para mejorar la educación física y mental.

Bill Gates ya había declarado el inicio de la «era de la inteligencia artificial». En otra carta publicada en marzo, apuntó que el invento de sistemas como el de ChatGPT transformarían la manera «en que las personas trabajan, aprenden, viajan, obtienen atención médica y se comunican entre sí». Dijo entonces que el cambio sería impresionante en el ámbito laboral, educativo y de la salud en los próximos cinco o 10 años.

El empresario explica ahora que recién estamos en el inicio de la «etapa de transición». Un momento que resultará tan emocionante como confuso, donde coexistirán los nuevos avances con los viejos hábitos. «Si aún no has descubierto cómo aprovechar al máximo la inteligencia artificial, no estás solo», dice. Confiesa que él mismo pensó que utilizaría la tecnología para resumir documentos de su fundación, pero terminó haciéndolo como siempre: revisando él mismo hoja por hoja. Pero todo se moverá más rápido desde el año que viene.

Bill Gates cree que la inteligencia artificial será clave para la medicina

Bill Gates en la escuela: el paso de la desmotivación al ánimo por el aprendizaje.

Según sus cálculos, en países de altos ingresos como Estados Unidos, la población general usará de manera significativa la inteligencia artificial en menos de dos años. En los países africanos, señala, espera ver un nivel comparable de uso en aproximadamente tres años. «Sigue siendo una brecha, pero es mucho más corta que los tiempos de demora que hemos visto con otras innovaciones».

Bill Gates reconoce que todavía quedan obstáculos clave en el desarrollo de la inteligencia artificial. Como resolver la escalabilidad de los proyectos sin sacrificar la calidad, o cómo proporcionar un acceso adecuado al backend, para así garantizar que sigan siendo funcionales a lo largo del tiempo.

A principio de años, Gates hacía hincapié en las dificultades de los modelos de inteligencia artificial con el razonamiento abstracto. Pero estima que será asunto resuelto en dos años o menos. «La velocidad de la innovación nunca ha sido tan rápida… el progreso no solo es posible, sino que ocurre todos los días».

Por sobre todas las cosas, el empresario, que todavía es asesor de Microsoft, asegura que uno de los mayores impactos estará en la creación de nuevos medicamentos. «El descubrimiento de fármacos requiere analizar cantidades masivas de datos, y las herramientas de inteligencia artificial pueden acelerar ese proceso significativamente». Bill Gates dice que ya hay empresas trabajando en medicinas para el cáncer gracias a esta tecnología.

Google presentó este año un sistema de inteligencia artificial que detectó millones de mutaciones de ADN capaces de generar enfermedades. El nuevo programa, llamado AlphaMissense, logró una evaluación imposible para los humanos. Promete acelerar el diagnóstico de trastornos raros y colaborar, precisamente, en el diseño de nuevos fármacos.

Pese a los avances de la IA, no estamos preparados para la próxima pandemia

El sistema de avatar digital para una mujer con parálisis con inteligencia artificial.
Una interfaz, impulsada con inteligencia artificial, permite comunicarse a través de un avatar digital a personas con parálisis. Credit: UCSF

Los nuevos avances ayudarían a atender los problemas de salud que afectan desproporcionadamente a los más pobres del mundo, como el SIDA, la tuberculosis y la malaria. «El trabajo que se realizará durante el próximo año está preparando el terreno para un auge tecnológico masivo a finales de esta década», pronostica Gates.

Otras compañías, en colaboración con universidades e instituciones de todo el mundo, han presentado a lo largo del año soluciones que antes parecían imposibles para dolencias crónicas. Por ejemplo, un implante que ayuda a personas con Parkinson a caminar. O una interfaz que permite comunicarse a través de un avatar digital a personas con parálisis. Todas, potenciadas con inteligencia artificial.

Bill Gates sostiene que podemos aprender mucho de la salud global sobre cómo hacer que la inteligencia artificial sea más equitativa. «Si se hacen inversiones inteligentes ahora, la inteligencia artificial puede hacer del mundo un lugar más equitativo», dice. «Puede reducir o incluso eliminar el desfase entre el momento en que el mundo rico obtiene una innovación y el momento en que el mundo pobre la recibe».

Pero Gates vuelve a lanzar la advertencia, que hiciera en 2015 y que repitió a finales de 2022: no estamos listos para la próxima pandemia. «No estamos tan preparados para la próxima pandemia como esperaba que lo estuviéramos ahora… La lista de cosas que el mundo necesita hacer permanece sin cambios». E insiste: «Ahora es el momento de que los responsables políticos den prioridad a la preparación para una pandemia antes de que sea demasiado tarde».

Fue en una charla TED que Bill Gates lanzó la advertencia casi premonitoria en 2015. Su alerta hacía referencia, sobre todo, a la epidemia de ébola que cobró unas 10.000 vidas entre 2014 y 2016. Cuatro años después, estalló la crisis por el coronavirus.

La energía nuclear también jugará un rol crucial

El cofundador de Microsoft dice que el ritmo de los nuevos avances se acelerará el año que viene.  | Potenciar la inteligencia artificial con energía nuclear, uno de los objetivos de Bill Gates

Además de la inteligencia artificial, Bill Gates llama la atención de otro desarrollo clave en 2024: la energía nuclear. «Predigo que veremos muchas innovaciones llegar al mercado, incluso en áreas muy complicadas como la nuclear», dice en su carta. El empresario reconoce el estancamiento de la tecnología nuclear producto de desastres históricos como Chernóbil y Three Mile Island. «Por suerte, eso está cambiando».

Gates defiende la energía nuclear como «la única fuente de energía libre de carbono» que puede suministrar energía de manera confiable. «Probablemente, necesitaremos energía nuclear para satisfacer la creciente necesidad energética mundial y al mismo tiempo eliminar las emisiones de carbono», asegura.

Pero ni tan limpia, ni tan segura, dicen los ambientalistas. Greenpeace, por ejemplo, ha insistido varias veces que la generación de la energía nuclear puede ser tan nociva como las energías más contaminantes. No emite gases de efecto invernadero al mismo nivel que la energía de fuentes fósiles, pero sí emite más CO₂ que cualquiera de las energías renovables por cada kWh producido, como la fotovoltaica o la eólica.

Potenciar la inteligencia artificial con energía nuclear, uno de los objetivos de Bill Gates

Microsoft busca energía nuclear para sus centros de data. | Potenciar la inteligencia artificial con energía nuclear, uno de los objetivos de Bill Gates
Credit: Microsoft.

Pero Bill Gates no solo confía en el potencial de la energía nuclear, sino que le conviene que tenga éxito. Es también presidente de la junta directiva de TerraPower, una empresa que se está especializando en el desarrollo de reactores modulares pequeños. El empresario participó en la COP28, la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático. Y, según cuenta en su carta, casi dos docenas de países se comprometieron a triplicar su capacidad nuclear para 2050.

Gates anunció que la primera planta de TerraPower podría abrir en 20230, en Wyoming, Estados Unidos. Asegura que será la instalación nuclear más avanzada del mundo: «Será mucho más segura y producirá mucho menos desechos que los reactores convencionales».

La energía nuclear tiene mucho que ver también con el desarrollo de la inteligencia artificial. Estos modelos exigen una enorme cantidad de poder de cómputo para funcionar. Esto no solo tiene un impacto ambiental inmenso: también es muy costoso para las tecnológicas. Empresas como Microsoft ya tiene planes de incorporar la energía nuclear para, por ejemplo, alimentar sus centros de datos.

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI —creadora de ChatGPT—, también es uno de los inversores más importante en Helion, una startup de fusión nuclear.«Hay que hacer que los sistemas de inteligencia artificial sean cada vez más potentes por cada vez menos dinero», dijo Altman en mayo, luego de que Microsoft anunciara que firmó un acuerdo de compra de energía con Helion.

Bill Gates se dice optimista frente a lo que viene. Según él: «Los desafíos que enfrentamos parecen mucho menos desalentadores cuando se comprende qué se necesita exactamente para abordarlos».

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