Microsoft ha decidido realizar una fuerte apuesta por el futuro de la energía limpia, tras firmar un acuerdo con Helion Energy. Dicha startup, apoyada por Sam Altman y otros millonarios del sector tecnológico, se ha comprometido a proveer a los de Redmond con electricidad generada con fusión nuclear a partir de 2028. Un plan que si te suena increíblemente ambicioso, es porque probablemente lo sea.

La generación de energía a través de la fusión nuclear se estudia desde principios del siglo XX, y ya se han obtenido grandes avances. El año pasado, por ejemplo, se logró por primera vez que la cantidad de energía obtenida sea mayor a la destinada para desencadenar la reacción. Sin embargo, expertos consideran que todavía estamos muy lejos de establecer un sistema eficiente de generación de energía mediante fusión nuclear que se pueda comercializar abiertamente. Un proceso que, incluso, aún podría demandar décadas.

Pero Helion Energy considera que puede lograrlo en apenas 5 años, y Microsoft ha decidido darle su voto de confianza. Los detalles con respecto a este acuerdo no abundan. Desde la startup simplemente han mencionado que la planta de energía comenzará a funcionar en 2028 y que apuntará a generar 50 megavatios o más, después de un período de despliegue de 1 año. Por lo pronto, se desconoce cuánto dinero han invertido los de Redmond en esta iniciativa.

Utilizar electricidad generada mediante fusión nuclear es uno de los pasos de Microsoft para lograr su meta de ser negativa en carbono en 2030. Siempre y cuando la startup sea capaz de cumplir con su cometido. Helion ya ha desarrollado seis prototipos de generador y asegura ser la primera empresa privada en haber alcanzado temperaturas de plasma de 100 millones de grados centígrados. Si todo va bien, en 2024 demostrará su séptimo prototipo con el que sería capaz de generar electricidad.

Microsoft y un voto de confianza por la fusión nuclear

Microsoft da un voto de confianza a Helion y la fusión nuclear
Foto: Helion.

El anuncio de Microsoft y Helion Energy no ha pasado desapercibido en el ámbito de la investigación de la fusión nuclear. Andrew Holland, director ejecutivo de la Fusion Industry Association de Estados Unidos, le manifestó a CNBC que es el primer acuerdo de este tipo de la historia.

"Esta es la primera vez que conozco que una empresa tiene firmado un contrato de compra de energía. Nadie ha entregado electricidad [creada con fusión nuclear], y el objetivo de Helion para 2028 es agresivo, pero tienen un plan sólido sobre cómo llegar allí", aseveró.

Robert Rosner, físico teórico de la Universidad de Chicago, se mostró cauteloso sobre las posibilidades de que el acuerdo tenga éxito. "Diría que es la cosa más audaz que he escuchado. En este tipo de temas, nunca diré nunca. Pero sería sorprendente si tienen éxito", le dijo a The Verge.

Sin embargo, desde Helion aseguran que el vínculo con Microsoft está lejos de ser un mero truco comercial. David Kirtley, CEO de la compañía, asegura que lo que han firmado es un "acuerdo vinculante con sanciones financieras" si no logran establecer una planta capaz de generar electricidad mediante fusión nuclear y proveerla a su cliente en el plazo establecido.

Todavía es muy pronto para saber si la startup realmente puede lograr lo que ha prometido. De conseguirlo, podría ser un salto evolutivo trascendental para la energía limpia en general, y para los estudios vinculados a la fusión nuclear en particular. Dicho esto, 5 años es un período increíblemente acotado y muy alejado de cualquier proyección medianamente optimista sobre el despliegue comercial de energía eléctrica generada bajo este proceso.

Helion Energy fue fundada en 2013 por David Kirtley, Chris Pihl, John Slough y George Votroubek. La compañía hoy cuenta con unos 150 empleados y su sede se encuentra en Everett, Washington. En los últimos años, ha captado el interés de varios millonarios del sector tecnológico, quienes han decidido invertir en la propuesta. Tales son los casos de Reid Hoffmann, cofundador de LinkedIn, Dustin Moskovitz, cofundador de Facebook, y Sam Altman, CEO de OpenAI. Este último, puso nada menos que 375 millones de dólares de su bolsillo.