La crítica cinematográfica es un fenómeno del siglo XX que, con el correr del tiempo, se ha hecho más importante a la hora de analizar una cinta. En las primeras décadas de la industria, las opiniones en prensa y radio era un indicativo el interés de los medios sobre una producción. Pero a medida que las opiniones especializadas tomaron relevancia al brindar al público una mejor experiencia en salas, se hizo un elemento a tener en cuenta. En la década de 1950 y siguientes, las reflexiones sobre el cine de Jean-Luc Godard, Roger Ebert y José Luis Guarner se convirtieron en esenciales al comprender el cine y el negocio que implica. Mucho más, al convertirse en una rentable fuente de ingresos.
A comienzos del milenio, la aclamación de la crítica es un hecho de interés tanto para los amantes del cine como para los ejecutivos detrás de cámara. De la temida escala de Rotten Tomatoes a los prestigiosos puntos de vista de The Guardian. La crítica cinematográfica es una parte clave en la manera de entender el cine actual y su análisis como la disciplina artística que se le considera. También, reflexionar acerca de su evolución y el peso de su legado.
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Te dejamos cinco películas que demuestran, justamente, la importancia de esa valoración. De la segunda parte de un clásico de los años ochenta a una ganadora del Oscar se encontró en mitad de una controversia curiosa. Todo para que disfrutes de una amplia selección de historias y en especial, puedas analizar como la crítica acierta — o se equivoca — según qué ocasiones.
Wall Street 2: el dinero nunca duerme
La crítica se preguntó en voz alta si esta película, lanzada en 2010 y dirigida por Oliver Stone, podría llegar al nivel de su predecesora. De hecho, buena parte de la discusión a su alrededor, es si esta secuela de la película Wall Street de 1987, era necesaria. En especial, al retomar la historia del ambicioso inversionista Gordon Gekko, interpretado por Michael Douglas.
El intento fue, al menos, digno del éxito de la cinta inicial. El argumento se desarrolla en el contexto de la crisis económica de año 2008. Después de pasar varios años en prisión por sus delitos financieros, Gordon Gekko (de nuevo interpretado por Douglas) es liberado. Por lo que busca reconstruir su vida y su relación con su hija, Winnie (Carey Mulligan). Mientras tanto, el joven empresario Jacob Moore (Shia LaBeouf) se convierte en el protegido de Gordon. Al final, la naturaleza depredadora de este último se impone, por lo que lleva Jacob al centro de las turbulencias de las finanzas y la codicia desenfrenada.
Con la avaricia, la ética en los negocios y el impacto de las decisiones bursátiles fraudulentas en el centro del guion, la película a la original. También, examina los peligros del capitalismo descontrolado y la falta de responsabilidad en el sector bursatil. ¿Es suficiente para considerarse un clásico contemporáneo? La crítica dejó claro que el intento fue un relato bien contado acerca del mundo del poder, pero sin lograr el impacto de la primera. Quizás, su punto más bajo.
Malditos bastardos
Varios críticos llamaron a este experimento narrativo, la esencia en puro de la manera de ver el mundo del director Quentin Tarantino. Sin duda, la película lo es, pero también, es una demostración de la flexibilidad del lenguaje cinematográfico para contar grandes relatos. Incluso, los que transforman la historia real en algo por completo nuevo y extraño.
En cierta manera, la cinta es una obra de ficción histórica ambientada en la Segunda Guerra Mundial. El guion sigue la historia de un grupo de soldados estadounidenses judíos conocidos como los Bastardos, cuya misión es cazar y matar nazis en la Francia ocupada. Pero a partir de ese punto, se transforma en una ucronía, lo que brinda al argumento un ángulo novedoso. Eso, al imaginar lo que pudo haber ocurrido si Hitler hubiera muerto antes del final de la guerra. Por si eso no fuera suficiente, asesinado por una de sus víctimas.
En medio de esa premisa, el largometraje aborda temas de venganza, justicia y la brutalidad de la guerra. El realizador utiliza su estilo característico al crear una historia violenta y llena de diálogos intensos, que, la vez, enlaza con un subtexto burlón. Lo que convirtió a la película en un suceso de taquilla y una de las más apreciadas por la crítica.
Top Gun Maverick
Una secuela tardía de un éxito como el que fue Top Gun de Tony Scott, es un peligro que pocos estudios se atreven a correr. Pero en esta oportunidad, tenían como garantía de triunfo, el regreso del actor Tom Cruise.
De hecho, buena parte de los puntos fuertes de la película, se deben a que usa la nostalgia de forma inteligente, no para relatar una historia que dependa íntegramente de la primera. En su lugar, se trata de una narración independiente, con un contexto amplio cuyo origen es la icónica cinta de la década de los ochenta.
El resultado es una película que sorprendió a la crítica por múltiples buenas razones. No intentó deconstruir a su héroe, tampoco brindarle un cariz más ambiguo o menos optimista del que tuvo en su llegada al cine. Al contrario, profundizó en su vida con cuidado y buen pulso, al lograr un largometraje que sorprendió por su sencillez y apuntar esencialmente al entretenimiento. De sus tomas acrobáticas realizadas con efectos prácticos hasta el crecimiento emocional del recordado Maverick. La producción es un regalo para fanáticos y también, los amantes del cine de acción. El elemento que más destacó la prensa especializada desde su estreno.
La ciudad de las estrellas: La La Land
El musical, dirigido por Damien Chazelle, deslumbró al público y dividió a la crítica. En especial, por encontrarse en mitad de camino de una historia romántica y una alegoría acerca del valor del arte como parte de las aspiraciones personales. La trama cuenta la historia de Mia (Emma Stone), una aspirante a actriz, y Sebastian (Ryan Reynolds) un pianista de jazz. Juntos, persiguen sus sueños en Los Ángeles y terminan por enamorarse. Un sentimiento que pondrá a prueba sus ambiciones y decisiones.
El cineasta dedicó verdadero interés en combinar la atmósfera del cine clásico de Hollywood con una estética moderna. Lo que brindó a la cinta un aire entre nostálgico, pero también de ser un nuevo capítulo en uno de los géneros más populares del séptimo arte. Eso, en medio de reflexiones acerca de las dificultades de equilibrar las ambiciones personales y el compromiso mutuo. También, profundizar sobre la naturaleza efímera del éxito y cómo las decisiones que tomamos pueden afectar nuestras vidas.
Curiosamente, lo más probable es que más allá de su aclamada historia y el alto puntaje crítico que obtuvo, la cinta será recordada por una circunstancia imprevisible. Al final de la entrega del Oscar del año 2017, el actor Warren Beatty equivocó el nombre y anunció como ganadora a la película como la mejor de la ceremonia. Solo para luego comprobarse que fue un error. La verdadera triunfadora fue Moonlight de Barry Jenkins.
Los excéntricos Tenenbaum
Esta favorita de la crítica fue estrenada en 2001 y es una de las obras más queridas de Wes Anderson. La película cuenta la historia de la peculiar familia Tenenbaum, compuesta por personajes talentosos y excéntricos que se reúnen después de años de separación.
El guion se convirtió en objeto de análisis y sorpresa, al mostrar con inteligencia cómo los miembros de la familia Tenenbaum luchan por lidiar con sus talentos y sus problemas emocionales. El padre, Royal Tenenbaum (Gene Hackman) finge tener cáncer y reunir a su familia con el objetivo de reconciliarse con ellos.
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A medida que la historia avanza, se exploran los vínculos complicados entre extraños miembros y cómo se enfrentan a sus propias inseguridades y fracasos. Una pequeña comedia con aires de tragedia griega, que sorprendió a la prensa especializada por su sutileza al profundizar en sentimientos complejos.