La influencer Zhanna Samsonova, más conocida como Zhanna D’Art, murió a los 39 años el pasado 21 de julio durante una gira por el sudeste asiático. De momento no ha trascendido la causa oficial de su muerte, aunque muchos medios de comunicación se han lanzado a asegurar que se debió a su dieta vegana. Puede que haya tenido que ver en parte, pero lo que está claro es que esta mujer no ha fallecido por ser vegana, sino por llevar una alimentación muy estricta, con muchísimas carencias nutricionales.
A falta de datos médicos, su madre ha explicado que Samsanova murió por una infección similar al cólera. Podría ser así y esto puede ocurrir por motivos ajenos a la alimentación. Pero, en su caso, posiblemente, además de una hidratación inadecuada tendría afectado el sistema inmunitario, de modo que su cuerpo no podría combatir infecciones que, con una buena salud, no son necesariamente mortales.
Una dieta vegana adecuada es una forma de alimentación perfectamente saludable. Por eso, es importante dejar claro que la decisión de no tomar productos de origen animal no tuvo que ver con la muerte de la influencer rusa.
Así era la dieta vegana de Zhanna D’Art
Zhanna D’Art practicaba el crudiveganismo. Es decir, no solo llevaba a cabo una dieta vegana sino que, además, no cocinaba los alimentos. Este tipo de alimentación, ya de base, tiene ciertas desventajas, ya que hay vegetales que, si se comen crudos, se digieren peor o incluso pueden ser tóxicos. En el primer caso nos encontramos crucíferas como la coliflor y, en el segundo, hortalizas con solanina, como la berenjena o la patata.
Al haber tantas restricciones, es más fácil caer en un consumo inadecuado de nutrientes y esto es lo que le pasaba a la influencer, ya que llevó su dieta crudivegana a un extremo peligroso. En su caso, durante los últimos 5 años, solo tomó frutas, brotes de girasol y zumos. Es más, ni siquiera bebía agua. Toda su hidratación procedía de los jugos vegetales.
¿Por qué era peligrosa la alimentación de la influencer?
Para que nuestro organismo esté sano debemos tener un aporte adecuado de grasas, preferiblemente de origen vegetal, proteínas y azúcares, además de vitaminas y minerales. Además, lo más beneficioso es que los azúcares provengan de alimentos enteros. Eso incluye harinas sin refinar y frutas y vegetales enteros, ya que estos van acompañados de una matriz de fibra que ayuda a que se absorban más despacio, evitando así que se generen picos de insulina.
El problema de los zumos es que se elimina esa matriz de fibra. Por lo tanto, lo que más abundaba en la dieta de Zhanna D’Art eran los azúcares que, a la larga, podrían haberle causado enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
Además, tendría grandes carencias nutricionales. Por ejemplo, apenas ingeriría proteínas. Es cierto que hay frutas como el coco o el plátano que tienen bastantes proteínas en comparación con estas. Pero la dosis es muy baja. Las personas que siguen una dieta vegana o crudivegana suelen obtener las proteínas de alimentos como las legumbres. Pero ella solo tomaba fruta.
Las proteínas son muy necesarias para formar nuevo músculo, de ahí que la influencer tuviese una masa muscular ínfima. Pero, además, cuando se procesan en nuestro organismo, las proteínas se descomponen en sus bloques principales, los aminoácidos, que se utilizan para construir otras proteínas necesarias para cumplir multitud de funciones muy necesarias.
¿A qué pudo deberse la muerte de Zhanna D’Art?
La ausencia de proteínas y el exceso de azúcares pueden afectar a muchísimos sistemas del organismo, incluyendo el inmunitario.
Su madre ha dicho que falleció por una infección similar al cólera, pero no ha especificado cual. Si nos centramos en el cólera, esta enfermedad tiene lugar a causa de la infección por una bacteria, Vibrio cholerae, que se encuentra en aguas sin tratar. También puede encontrarse en frutas y verduras que no se han lavado correctamente.
Su principal síntoma es una diarrea tan intensa que causa la muerte por deshidratación. Si este fuese su caso, debería haber bebido mucha agua. Pero, ya que ella no bebía agua, habría tomado zumos, ingiriendo un exceso de azúcares que no le haría ningún bien. Tampoco repondría adecuadamente los electrolitos perdidos. Y, por si eso fuese poco, su sistema inmunitario debilitado no combatiría adecuadamente la bacteria.
Esta enfermedad causa entre 21.000 y 143.000 muertes cada año en todo el mundo. Pero, por lo general, los fallecimientos se dan en personas que, por vivir en países poco desarrollados, no tienen un acceso adecuado a la sanidad y una alimentación que les aporte los nutrientes adecuados. En el caso de Zhanna, fue una simple elección. Pero la elección inadecuada no fue llevar una dieta vegana. El problema no es ese. Su mayor problema era la carencia de nutrientes esenciales para vivir. Estos pueden obtenerse perfectamente con una dieta omnívora, pero también con una vegana. No demonicemos lo que no se puede demonizar.