Oppenheimer, la película biográfica sobre el padre de la bomba atómica, ya está en cines. Con ella Christopher Nolan ha firmado uno de sus largometrajes más aclamados. El filme ha resultado todo un éxito tanto en taquilla como en cuanto a recepción. También ha vuelto a despertar en muchos el interés por la guerra nuclear, uno de los temas más controvertidos y polémicos de los últimos 80 años.
El mundo de la ficción y de la no ficción se ha alimentado enormemente de ello, dando como resultado verdaderas obras maestras de todos los géneros. La cultura pop no fue ajena a la crisis nuclear de la Guerra Fría que comenzó tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. La bomba atómica sumió al mundo en una situación totalmente nueva en la que, si las tensiones políticas crecían demasiado, todo el planeta podría ser destruido en cuestión de horas.
Una amenaza que se relajó tras la disolución de la Unión Soviética, pero que, en realidad, todavía existe. Esa es precisamente la reflexión de Oppenheimer. Pero Nolan no ha sido ni mucho menos el primero en hablar de ello en el cine. Decenas de películas y documentales han profundizado en las causas, consecuencias y conflictos morales que provoca la bomba atómica. Por ello, recopilamos 10 filmes esenciales para ver en caso de que te hayas quedado con ganas de más.
¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964)
Por supuesto, la película que debe encabezar la lista de proyectos audiovisuales sobre la bomba atómica es la joya eterna de Stanley Kubrick. El cineasta realizó con ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú una de las mejores comedias jamás filmadas en la historia del cine. En esta sátira, un conspiranoico general decide dar inicio a un ataque nuclear sobre Rusia en plena Guerra Fría. Sus actos, obviamente, general un caos absoluto en ambas naciones. Diferentes estrategas y hasta el mismísimo presidente de los Estados Unidos deben ingeniárselas para poner fin al ataque. Pero también deben de convencer a los soviéticos de que todo es una falsa alarma y que no van a lanza la bomba atómica.
¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú es una película absolutamente imprescindible que disecciona como ninguna todos los miedos, temores y paranoias que provocan la invención de Robert Oppenheimer. Cualquiera que quiera saber sobre el cine relacionado con la bomba atómica, o sobre la historia del cine en general, debería verla.
Hiroshima (1983)
Aunque Oppenheimer ha gustado mucho, hay una crítica que ha sido bastante unánime. Christopher Nolan no ha tenido la valentía de mostrar el horror generado por la explosión de la bomba atómica creada por su protagonista. O, al menos, no lo ha hecho de una manera tan visceral como Hiroshima. Este clásico animado de 1983 está dirigido por el japonés Mori Masaki. La cinta narra la vida en Hiroshima en 1945 a través de los ojos de un niño. Toda la población intenta hacer una vida normal, dentro de las extraordinarias circunstancias de la guerra contra los Aliados.
El filme comienza el día 4 de agosto. Y tras un par de días de calma y tranquilidad, de pronto un avión americano sobrevuela el municipio. De él cae un artefacto y segundos después la ciudad en la que vive Gen se convierte en el peor de los infiernos. Miles de muertos y centenares de heridos pueblan lo que antes eran las calles de su hogar. Hiroshima es una película de culto nada fácil de encontrar, pero importantísima para comprender el punto de vista de los civiles que sufrieron las nefastas consecuencias de una guerra que ya agonizaba. Un relato desgarrador y único.
Creadores de sombras (1989)
Si hay una película sobre la bomba atómica que pueda parecerse a Oppenheimer tanto en tono como en argumento, esa es Creadores de sombras (1989). Dirigida por Roland Goffé, su reparto lo componen Paul Newman, Dwight Schultz, Bonnie Bedelia, John Cusack y Laura Dern. En ella se narra cómo el físico J. Robert Oppenheimer asumió la dirección del Proyecto Manhattan. El objetivo era crear una bomba atómica antes de que lo lograran los nazis. Con ella, la Segunda Guerra Mundial acabaría para siempre, dado su devastador poder.
El título original de la película es Fat Man and Little Boy, el nombre de las dos bombas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki. En el filme también se indaga en la postura política y moral de Oppenheimer, así como de Leslie Groves, el general encargado de supervisar el proyecto en Los Álamos.
Threads (1984)
En 1984, la BBC emitió un telefilm producido con tan solo 400.000 libras y que recibió como título Threads. Esta película narraba un hecho ficticio: ¿Qué ocurriría si la ciudad de Sheffield recibiera el impacto de una bomba atómica? La cinta comienza con la vida de Ruth Beckett y Jimmy Kemp, una alegre pareja que está a punto de contraer matrimonio tras enterarse del embarazo de ella. Todo transcurre con la normalidad de la vida diaria, pero de fondo la tensión en la Guerra Fría escala hasta puntos insospechados.
Esados Unidos y la Unión Soviética protagonizan los peores momentos del conflicto, con epicentro en Irán. Pese a que los norteamericanos abogan por una resolución pacífica y dialogada, los soviéticos hacen caso omiso. Al final, la guerra nuclear se desencadena, con ataques indiscriminados de uno y otro bando. Como Reino Unido apoya a Estados Unidos, también recibe ataques, con bombas nucleares estallando cerca de Sheffield. A partir de ahí, las vidas de Ruth y Jimmy cambiarán para siempre. Threads fue muy aclamada tras su emisión, siendo nominada a 7 premios BAFTA y ganando 5 de ellos, entre los que destaca el de Mejor Telefilme.
Lluvia negra (1989)
También desde Japón llegó otra gran película sobre las consecuencias de la bomba atómica. Lluvia negra, dirigida por Shôhei Imamura (La balada de Narayama), comienza justo antes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. En un poblado de la prefectura de Hiroshima, un día se ve a lo lejos una gigantesca explosión. La joven Yasuko y su familia se acercan, intentando mantener una cierta distancia, para ver qué ha ocurrido. A medida que se aproximan al lugar, comienzan a caerles unas partículas negras.
Posteriormente, cuando Yasuko trata de encontrar un pretendiente para casarse, siempre es rechazada. Todos los habitantes del poblado creen que puede estar contaminada por esa lluvia radiactiva, por lo que ninguno se atreve a prometerse con ella. La paranoia se ha instalado en la aldea, y Yasuko y su familia sufren las consecuencias indirectas de un bombardeo que provocó daños irreparables en la sociedad nipona.
Punto límite (1964)
En 1964, el mismo año del estreno de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, otro de los grandes cineastas norteamericanos realizó otra película sobre el miedo a la bomba atómica. Sidney Lumet dirigió a Henry Fonda en una cinta que, como la de Kubrick, comienza con un error que puede derivar en una guerra nuclear entre EE. UU. y la URSS. Un fallo informático envía a una patrulla de pilotos bombarderos a destruir Moscú durante la Guerra Fría.
El presidente (Fonda), intenta evitarlo a toda costa. Pero, consciente del peligro real que supone el ataque en caso de culminarse, trata de buscar todas las alternativas posibles. Con el fin de evitar el colapso mundial, incluso se plantea sacrificar una ciudad de EE. UU. para poner fin a las hostilidades. A diferencia de ¿Teléfono rojo?, en Punto límite todo está tratado en un serio y solemne tono de thriller.
Rapsodia en agosto (1991)
El mejor cineasta japonés de todos los tiempos no podía quedarse sin hablar sobre el dolor de su pueblo después de la bomba atómica. Akira Kurosawa firmó su particular alegato antibelicista en una obra que reflexiona sobre las consecuencias de la destrucción de Nagasaki. Una anciana superviviente, Kane, perdió a su marido en el ataque. Ella logró salir con vida, al igual que sus hijos, que se criaron en el Japón de posguerra y pudieron llegar a casarse.
Por último, Kane también tendrá cuatro nietos a los que el bombardeo ya les pilla muy lejos. Estos visitan a su abuela y el lugar en el que su abuelo pereció tiempo atrás. Poco a poco comenzarán a tomar conciencia de la historia de su familia y de su gente. De esta forma, Kurosawa conecta a tres generaciones diferentes para mostrar que, por mucho tiempo que pase, lo ocurrido no puede ser olvidado, sino que se debe aprender de ello. Rapsodia en agosto, además, es la primera película en la que un actor americano, Richard Gere, trabajó con el cineasta.
El juego de la guerra (1966)
En 1966, en plena Guerra Fría, la BBC realizó uno de los documentales sobre la bomba atómica y el holocausto nuclear más aclamados de todos los tiempos. El juego de la guerra está escrito y dirigido por Peter Watkins y, bajo el tono del falso documental, expone el hipotético bombardeo de otra ciudad inglesa. A diferencia de Threads, la elegida no es Sheffield sino Rochester.
El documental se centra en el caos para intentar abandonar la ciudad por parte de sus habitantes, así como la lucha por sobrevivir en mitad de la destrucción. La pieza ganó el Oscar a Mejor Documental y el BAFTA a Mejor cortometraje (tan solo dura 48 minutos). Supuso un antecedente para todas las películas que después han indagado en las consecuencias de un presunto bombardeo nuclear.
Day One (1989)
El mismo año que se estrenó Creadores de sombras, la CBS emitió un documental sobre la misma temática, el Proyecto Manhattan y la creación de la bomba atómica. El filme profundiza en cómo el físico húngaro Leo Szilar, de origen judío, es persuadido por Estados Unidos para la confección del arma que pondría fin al conflicto.
En el documental se expone cómo, para convencer a Szilar, fue necesaria incluso la intervención del mismísimo Albert Einstein. La película está basada en un libro de Peter H. Wyden y consiguió ganar el Emmy a Mejor especial del año.
Oppenheimer: El dilema de la bomba atómica (2023)
Terminamos la lista con un documental muy relacionado con la película de Christopher Nolan. Y es que Oppenheimer: El dilema de la bomba atómica pone su foco en lo mismo que la última parte de la cinta protagonizada por Cillian Murphy. El aclamado físico ha conseguido uno de los mayores éxitos en la historia de la comunidad científica. Con el Proyecto Manhattan, ha sido capaz de desarrollar la bomba atómica.
Un hito sin precedentes que sirvió para poner el punto y final a la Segunda Guerra Mundial. Pero es entonces cuando Robert Oppenheimer comienza a entender lo que ha provocado. Por culpa de su invento, el mundo está ahora en el filo de una navaja que puede tener como resultado la destrucción total. Atormentado y lleno de remordimientos, se plantea constantemente si obró bien.