Hace semanas, la OMS ya anticipó que clasificaría el aspartamo como posiblemente carcinogénico. Han reconocido que la evidencia sobre su posible papel en la aparición de cáncer es limitada. Además, no han variado el límite de ingesta diaria establecido hasta el momento, de 40 mg por kg de peso corporal. Por lo tanto, este edulcorante seguirá utilizándose en los productos en los que lo hemos podido encontrar hasta ahora. Puede que alguna marca quiera buscar alternativas tras este anuncio, pero no desaparecerá de todas las listas de ingredientes.
En general, se puede añadir a casi cualquiera de los productos conocidos como light. Es especialmente común en refrescos carbonatados de sabores, como cola, limón o naranja, pero también en otros muchos alimentos.
Incluso se puede encontrar en productos no comestibles, como algunas pastas de dientes o el hielo seco. En general, el aspartamo es un edulcorante de lo más común. Está bien saber en los productos en los que se encuentra, aunque, más que por su posible efecto carcinogénico, porque no todo lo light es saludable. De hecho, la mayoría de productos light no lo son, pues pueden contener otros ingredientes poco nutritivos y con efectos perjudiciales para la salud si se consumen regularmente.
Refrescos light, los reyes del aspartamo
Hasta ahora, el aspartamo es de los edulcorantes más utilizados para endulzar refrescos sin azúcar. A menudo, las personas que están a dieta o quieren cuidarse recurren a estos refrescos, creyendo que son saludable, pero lo cierto es que no.
Independientemente de que lleven azúcar o edulcorantes como el aspartamo, estas bebidas no aportan nada nutricionalmente. Pero tampoco es como beber agua. Existen numerosos estudios que asocian su consumo con la obesidad y con ciertas enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2. Esto puede ser por muchas causas. Por ejemplo, si nos acostumbramos a tomar bebidas dulces, aunque no contengan azúcar, nuestro paladar seguirá demandando este sabor y será más probable que consumamos otros productos ricos en azúcares o grasas.
Por otro lado, según un estudio publicado en Nutrients, los refrescos light contienen una mezcla de sodio y fructosa que puede aumentar la presión arterial, provocando con el tiempo enfermedades cardiovasculares. Finalmente, no debemos olvidar que los refrescos light, como los que no lo son, tienen altos niveles de fosfato, que pueden ser muy dañinos para los huesos. Por eso, más que los posibles efectos carcinogénicos del aspartamo, los refrescos light no son saludables por otras muchas razones.
Cereales de desayuno sin azúcar
Los cereales de desayuno sin azúcar a menudo también se endulzan con aspartamo. De nuevo nos encontramos con que no son una opción saludable, pero no precisamente por el edulcorante. Y es que, normalmente, estos cereales no se preparan con los granos integrales, sino con variantes refinadas, que producen más picos de insulina, responsables también de la aparición de diabetes.
Además, a menudo estos productos tienen un alto contenido en grasas saturadas, que también resultan dañinas para la salud, independientemente de que se hayan preparado con edulcorantes en vez de azúcar.
Yogures desnatados: el aspartamo no es lo peor
Los yogures light también dan lugar a bastante confusión. Y es que basan su contenido bajo en calorías en el uso de edulcorantes como el aspartamo, en vez de azúcar, y leche desnatada en vez de entera. Esto es un problema, de nuevo, por sus carencias nutricionales. La grasa de la leche está muy demonizada. Sin embargo, los estudios más recientes demuestran que no solo no es perjudicial, sino que también tiene beneficios que no se pueden encontrar en los yogures desnatados.
Esto se debe a que algunas vitaminas, como la D y la A, muy importantes en la leche, son liposolubles, por lo que están disueltas en la grasa. Si tomamos la leche desnatada, ya sea directamente o en productos lácteos, estamos retirando esas vitaminas.
Edulcorantes de mesa
El aspartamo es también uno de los edulcorantes de mesa más utilizados. De nuevo, con ellos encontramos algunos de los problemas mencionados con anterioridad. Por un lado, que seguimos acostumbrando al paladar a tomar dulce. Y, por otro, que normalmente se añaden a productos con otros ingredientes poco recomendables para su consumo frecuente.
Es mucho mejor tomar dulces ocasionalmente, con todo su azúcar, que acostumbrarnos a hacerlo con regularidad por la tranquilidad de estar tomando un edulcorante bajo en calorías.
Sustitutos de comidas
Uno de los lugares más peligrosos en los que podemos encontrar el aspartamo es en los famosos productos sustitutos de comidas. Desde barritas hasta batidos, prometen tener las calorías necesarias para sustituir una comida completa. Y las tienen. Pero no debemos olvidar que contar calorías no debe ser la base de nuestra alimentación.
Este tipo de sustitutos normalmente tienen las calorías, pero no los nutrientes necesarios en una comida completa. Por eso, aunque sus fabricantes cambien el aspartamo por otros edulcorantes, siguen siendo una opción de alimentación poco saludable por otras muchas razones.