En los avances de la serie Secret Invasion, de Disney+, Nick Fury (Samuel L. Jackson) parece encontrarse en el centro de la acción, en punto de confluencia de varios escenarios distintos. Por un lado, un complot alienígena que involucra a diferentes instituciones de poder. Por otro, un recorrido por su vida privada, hasta ahora desconocida en el Universo Cinematográfico de Marvel. Desde conversaciones que insinúan lo que ocurrió antes de su cruzada por crear Los Vengadores, hasta detalles sobre su muerte ficticia. La producción se enfocará en uno de los personajes más misteriosos y elusivos de la franquicia.
Hasta el momento, Nick Fury ha sido poco más que un elemento a la sombra en un mundo poblado de superhéroes. Su labor se limitó a ser nexo de unión entre las figuras más representativas de la saga. Después, el guardián de sus más importantes secretos. Pero, en realidad, tiene una antigua e ilustre genealogía en el universo de las historietas.
El enigmático espía recorrió durante las últimas décadas prácticamente todos los hilos argumentales de Marvel. Especialmente con su participación en eventos como Secret Wars y Secret Invasion, que le hicieron el centro de intrigas y grandes proezas enigmáticas.
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¿Veremos toda esa interesante herencia en Secret Invasion, de Disney+? Lo más probable es que el argumento haga alusión a un conjunto de eventos que, antes o después, afecten a la franquicia. Pero, en especial, mostrará el rostro de uno de los hombres más peligrosos del conjunto de narraciones llevadas a la pantalla. Lo que sí está claro es que la producción dará cuenta de los subterfugios y lugares ambiguos en los que Nick Fury se encontró hasta ahora. Por lo que, es posible que también le brinde un mayor protagonismo en el futuro.
Nick Fury en los cómics
Nicholas Joseph Fury apareció por primera vez en Sgt. Fury and his Howling Commandos #1, publicado en mayo de 1963. Creado por Stan Lee y Jack Kirby, el primer escenario en que tuvo relevancia estuvo ambientado en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, fue descrito en la historieta como la encarnación de todas las virtudes de un curtido general norteamericano. Gradualmente, su comportamiento dentro del argumento narró de manera indirecta las críticas y la posición política de sus creadores durante el conflicto en Vietnam.
Esa extraña mezcla de escenarios convirtió a Nick Fury en una combinación de claroscuros morales y éticos. Las aventuras de su comando estaban encaminadas a mostrar las atrocidades de la batalla. Pero, a la vez, a profundizar en los hilos de poder que provocaban los enfrentamientos de alcance mundial. Esto le convirtió en un personaje atípico, que con el transcurso de las décadas pasó de soldado a algo más. Considerado antihéroe, e incluso villano, su prioridad era la paz norteamericana. Aunque eso le costase sacrificar lealtades o las vidas bajo su cargo.
No obstante, a partir de 1980, la figura se acercó mucho más a los ideales de bondad y fe en la humanidad. Aunque nunca ha cambiado del todo su tono levemente inquietante, el espía se ha convertido en un luchador por la seguridad cósmica. Incluso aunque sus métodos, herramientas y armas no sean siempre del todo legales.
Un largo trayecto para un curioso héroe
En el cómic, Nick Fury procede de una extensa línea de hombres defensores de la libertad y del estilo de vida estadounidense. El primer número en el que aparece el personaje narra el contexto de su padre, Jack Fury. Un ciudadano de EE. UU. que formó parte del Cuerpo Real de Vuelo del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda durante la Primera Guerra Mundial y en los años posteriores.
La historia, que se cuenta en el ejemplar 76 de Sgt. Fury and his Howling Commands de marzo de 1970, explica que Jack estaba obsesionado con servir al bien. Tanto como para esforzarse hasta derribar a Manfred von Richthofen. Siempre según la trama, se convirtió en un hombre muy reconocido en el mundo de la aeronáutica inglesa y, en 1918, en un conocido héroe.
Al final del conflicto, el piloto regresó a Norteamérica, contrajo matrimonio y tuvo tres hijos. El mayor de ellos fue Nick Fury. El siguiente sería Jake Fury, que se convertiría en el villano llamado Escorpio y que aparecería por primera vez Strange Tales # 159 de agosto 1967. La tercera, Dawn Fury, que hizo su debut en Strange Tales #159 de mayo de ese mismo año.
El comienzo de Nick Fury, un hombre misterioso
Los primeros relatos acerca de Nick Fury lo muestran entre un hombre en busca de una oportunidad para el éxito —fue boxeador en Nueva York— y un soldado. Al final de la Segunda Guerra Mundial —comienzo cronológico de su biografía en los cómics—, ya tenía algunos vínculos con organismos secretos. Para Stan Lee y Jack Kirby era importante que la figura tuviera un pasado heroico que le permitiera comprender a fondo el poder en su país. También, explorar en sus aristas menos obvias y más cercanas a mecanismos de influencia y manipulación a gran escala.
A principios de la década de 1970, Nick Fury pasó de ser un personaje en el campo de batalla a un elemento de la CIA. Fue en esta época, tras perder la vista progresivamente, cuando comenzó a usar su distintivo parche sobre el ojo derecho. Con el cambio, llegó también la transformación de su imagen y contexto. Aunque continúo conservando su aire fuerte y decidido, se hizo más cercano a la negociación. Se convirtió en un hombre cuya única lealtad real era para con el gobierno al que representaba, un elemento distintivo a medida que avanzaba su historia y se interconectaba con otras tramas en Marvel.
Un agente que se convirtió en icono
El espía más poderoso del mundo editorial de Marvel forma parte de algunos de sus relatos más emblemáticos. Desde su amistad con los agentes Richard y Mary Parker —padres del futuro Spider-Man—, hasta una breve alianza con los 4 Fantásticos. La misteriosa figura ha sido centro de planes que han generado parte de los arcos más conocidos de superhéroes de considerable importancia.
Pero, sin duda, uno de los más relevantes de cara al futuro fue su llegada a S.H.I.E.L.D. como director público. La conocida agencia comenzó siendo, en 1960, la Supreme Headquarters, International Espionage, Law-Enforcement Division. Por entonces, tenía el objetivo de salvaguardar a la Tierra de ataques de seres inexplicables. En 1970, el nombre cambió a Strategic Hazard Intervention, Espionage and Logistics Directorate, lo que le permitió abarcar un mayor número de competencias. Con el cambio de denominación, el poder de Nick Fury aumentó hasta convertirse en una figura esencial para comprender el universo de Marvel. Tenía evidencia de la identidad secreta de cada espía del mundo y acceso el uso de armas prototipo. Lo que lo volvió esencial en el mundo secreto de la editorial.
A pesar de sus eventuales desencuentros con la organización, Nick Fury es el único agente con grado 33 dentro de la escala jerárquica. Lo que equivale a decir que solo él conoce la existencia de 28 bases de emergencia de la institución, además de los nombres de cada superhéroe del mundo.
Nicky Fury en los eventos de Secret Invasion
Durante los sucesos del cómic de Brian Michael Bendis, publicado en 2008, Nick Fury fue el centro de la resistencia humana contra la invasión Skull. No solamente coordinó varios de los esfuerzos de los héroes por descubrir a los enemigos encubiertos. También comandó a las fuerzas que se enfrentaron al ataque a la Tierra junto con los Jóvenes Vengadores.
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A ellos se unieron los supervivientes de los héroes del mundo, lo que incluía al Capitán América y Thor. Eso condujo al triunfo y lo llevó a convertirse en un símbolo del poder —tanto organizado como al margen de los grandes núcleos gubernamentales— dentro de las historietas de la editorial.