Los insectos en verano son un clásico. Sin embargo, este 2023, en España, tenemos la sensación de que hay muchos más de lo habitual. Sobre todo muchas personas se quejan del exceso de mosquitos y hormigas. Las picaduras de los primeros nos traen de cabeza y las plagas de las segundas se han convertido en todo un problema en muchos hogares. ¿A qué se debe esto? ¿Es una percepción o es verdad que este año hay más insectos en verano?
Bien, es cierto que la percepción juega un papel importante. Durante el invierno nos olvidamos y cuando llega el verano creemos que hay más insectos que el año anterior, porque es en ese momento cuando nos están incordiando. Además, psicológicamente, las experiencias negativas que no son traumáticas se retienen en la memoria menos que las positivas. Los insectos en verano no son traumáticos, salvo que seamos alérgicos a sus picaduras y acabemos en urgencias. Por lo tanto, nos olvidamos del incordio.
Pero sí es verdad que este verano hay algo más de lo habitual y los motivos son principalmente dos. Por un lado, las altas temperaturas, que además han empezado antes de tiempo. No hay más que ver las olas de calor con las que ya hemos tenido que lidiar. Y, por otro lado, aunque hemos tenido un inicio de año muy seco, justo al final de la primavera hemos tenido algunas borrascas que han dejado lluvias muy intensas. Calor y agua son los ingredientes favoritos de los mosquitos, pero también de otros insectos.
Mosquitos: los insectos del verano por antonomasia
Si hablamos de insectos del verano es inevitable pensar en los mosquitos. Quien no tenga ya unas cuantas picaduras en lo que va de periodo estival puede congratularse de tener mucha suerte, pues es cierto que este año hay bastantes.
Las causas son las que ya hemos visto: calor y lluvias tardías. ¿Pero por qué les gustan tanto?
Los mosquitos son animales ectotérmicos, conocidos coloquialmente como de sangre fría. Esto quiere decir que no tienen capacidad para regular una temperatura constante, como por ejemplo hacemos los humanos. Nosotros solemos estar siempre en torno a 36,5ºC, independientemente de la temperatura ambiental. Ellos, en cambio, están fríos si las temperaturas son bajas, y calientes si son cálidas.
Los mosquitos pueden encontrarse durante todo el año, pues cada especie tiene un rango de temperaturas predilecto. Sin embargo, se les considera insectos del verano porque es la estación en la que son más abundantes. Y esto se debe a que sus larvas necesitan temperaturas cálidas para crecer. Además, las larvas solo pueden vivir en el agua estancada. Dado que este año las lluvias han llegado puntualmente, pero en una época ya bastante calurosa, los charcos calentitos se han convertido en el ambiente perfecto para la proliferación de mosquitos.
¿Qué pasa con las hormigas?
Las hormigas también están siendo un incordio este verano. Muchísimas personas se quejan de tener plagas en sus hogares. Esto no quiere decir que sus casas estén más sucias, ni mucho menos. Simplemente, de nuevo, las condiciones son perfectas para estos insectos del verano.
Al igual que los mosquitos, hay hormigas todo el año, dependiendo de las especies. Pero hay muchas que prefieren el calor. De hecho, se sabe que se reproducen más rápido a temperaturas elevadas.
Estos insectos tienen la capacidad de acumular calor, algo que les viene muy bien para bajar a los hormigueros, donde las temperaturas son mucho más frías. Por eso, aprovechan el calor del verano para hacerse con las reservas necesarias para hibernar durante el invierno. Recordemos el cuento de La cigarra y la hormiga. Estos insectos del verano son muy previsores. El problema es que sus provisiones suelen proceder de nuestras casas que, por mucho ventilador o aire acondicionado que usemos, están bastante calentitas en verano.
La abundancia de insectos en verano irá a más
Las características peculiares del clima durante este año han tenido mucho que ver con el cambio climático. Y, como hemos visto numerosas veces, esto no ha hecho más que empezar. Por eso, es esperable que los insectos en verano sigan teniendo picos de población muy grandes en entornos concretos, año tras año.
En lugares como España, donde la mayoría de insectos no transmiten enfermedades, no es tan grave, más allá del incordio y las alergias. Pero en lugares con enfermedades endémicas como la malaria o el Zika, sí que puede ser algo muy preocupante si no se ataja el calentamiento global.
Aun así, cada vez hay menos insectos
Que haya veranos como este en los que veamos muchos más insectos no quiere decir que en general sus poblaciones estén aumentando. Todo lo contrario.
De hecho, según un estudio publicado recientemente en PNAS, algunas especies de insectos han disminuido su población en un 70% en las últimas tres décadas. Las mariposas, los saltamontes y, curiosamente, las hormigas, son de las especies más afectadas.
Y podríamos pensar que esto es bueno, pero no lo es para nada. Por muy molestos que sean estos animales a veces, son la base de una cadena trófica de la que también participamos los humanos. Además, intervienen en la polinización de las plantas, tan necesarias por muchos motivos. Su desaparición sería un problema muy preocupante.
Se cree que, sobre todo, estos animales están desapareciendo por la destrucción de sus hábitats a causa de la urbanización. En definitiva: si los insectos del verano aumentan, la culpa es nuestra, por el cambio climático. Si las poblaciones generales disminuyen, también es nuestra, por otros motivos. Deberíamos quejarnos menos y meditar más sobre lo que estamos haciendo.