Los anuncios son para Twitter como agua en el desierto, pero el panorama está lejos de ser alentador. Especialmente si consideramos que, desde que Elon Musk tomó el control de la red social en octubre pasado, más de 500 anunciantes han frenado sus gastos en publicidad.
Así lo revela The Information, que menciona que el dato fue confirmado por Siddharth Rao, el líder del equipo tras el negocio publicitario de la compañía. La información se comunicó en una reunión de personal que se realizó ayer, martes, pero se filtró a la prensa casi de inmediato.
El escape de anunciantes desde que Elon Musk llegó a Twitter ha sido una constante. De hecho, en las semanas posteriores a su arribo a las oficinas de la empresa, las 50 compañías que más gastaban en publicidad decidieron cortar sus lazos comerciales. Entre ellas estaban Ford, Chevrolet, Mondelez, Novartis AG y, más notoriamente, Apple. Aunque otras grandes marcas como Coca Cola, Nestlé y Chanel habían escapado antes de la llegada del magnate, como a sabiendas del caos por venir.
Los despidos masivos, la explosión del discurso de odio y las teorías conspirativas, y la restitución de cuentas suspendidas permanentemente, como la de Donald Trump, fueron motivos más que suficientes para que los anunciantes le dieran la espalda a Elon Musk. Y los efectos más complejos ya están comenzando a hacerse evidentes.
La salida de más de 500 anunciantes ha provocado una caída del 40% interanual en los ingresos diarios de Twitter. Pero la cosa puede ponerse más fea en las próximas semanas. Zoë Schiffer, de Platformer, comentó que a fin de mes vence el primer pago de intereses por los préstamos de Elon Musk. El monto del mismo no ha sido divulgado, pero la periodista lo calificó como "gigante". No olvidemos que cuando el empresario hizo su oferta de compra, los intereses se calculaban en alrededor de 1.000 millones de dólares al año.
El plan de incentivos de Elon Musk parece no atraer a los anunciantes
Para entender la gravedad del éxodo de anunciantes de Twitter, debemos tener en cuenta que las publicidades representan alrededor de un 90% de sus ingresos. Es cierto que, mientras algunas compañías cortan su vínculo comercial, pueden aparecer otras que las reemplacen. No obstante, el ritmo de salida de las marcas descontentas con la gestión de Elon Musk parece ser mucho mayor al de las entrantes.
Además, el plan de incentivos instaurado por el magnate parece que tampoco está resultando. A comienzos de diciembre pasado, se conoció que Twitter duplicaría la cantidad de anuncios e impresiones a las empresas que destinaran al menos 500.000 dólares en una campaña de anuncios, hasta un tope de gastos de 1 millón de dólares. Quienes optaran por invertir menos de medio millón también recibirían beneficios, pero en un porcentaje menor.
Un ejecutivo calificó la propuesta publicitaria de Elon Musk como la más agresiva en la historia de la red social. Algo que no sorprende, considerando que las visitas al administrador de anuncios de Twitter habían caído un 85% en noviembre. En tanto que a comienzos de diciembre el tráfico era tan bajo que no alcanzaba el nivel necesario para ser rastreado.
Al CEO de Tesla y SpaceX todavía le queda un as bajo la manga para tratar de recuperar los anuncios perdidos: las campañas electorales. Por ello, la red social levantará la prohibición que existe desde 2019 sobre las publicidades políticas. Un dato no menor, considerando que en 2024 habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos, y que Twitter puede ser una plataforma muy atractiva para el dinero de los candidatos. Aunque ello no está exento de riesgos y manipulaciones.
Quedará por verse si Elon Musk logra revertir el éxodo de anunciantes en Twitter en un momento tan convulsionado. Por lo pronto, el dueño de la red social está aplicando un recorte de gastos brutal, y ya no paga el alquiler de sus oficinas ni les compra papel higiénico a sus empleados. ¿Será suficiente para compensar la caída en los ingresos? Hoy es difícil saberlo, pero la novela todavía tiene varios capítulos por escribir.