Cuando la discusión sobre la continuidad o no de Call of Duty en PlayStation, ante la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, parecía historia cerrada, Sony salió a agitar el avispero. Es que a Jim Ryan, presidente y CEO de Sony Interactive Entertainment (SIE), aseguró que la promesa de los de Redmond de mantener la popular franquicia en su consola ha sido "inadecuada en muchos niveles".

En declaraciones a GamesIndustry.biz, Ryan cruzó las recientes declaraciones de Phil Spencer, el jefe de Xbox. Recordemos que, pocos días atrás, el CEO de Microsoft Gaming aseguró que la compañía le ofreció un acuerdo firmado a los japoneses para garantizar la presencia de Call of Duty en PlayStation "por varios años más allá del contrato actual" entre Sony y Activision Blizzard. Un compromiso que, según el ejecutivo, excede los acuerdos típicos de la industria de los videojuegos.

Sin embargo, las afirmaciones de Spencer no cayeron nada bien en el seno de SIE, y Jim Ryan no dudó en hacerlo saber:

"No tenía la intención de comentar sobre lo que entendí que era una discusión comercial privada, pero siento la necesidad de dejar las cosas claras porque Phil Spencer trajo esto al foro público. Microsoft solo ha ofrecido que Call of Duty permanezca en PlayStation durante tres años después de que finalice el acuerdo actual entre Activision y Sony.

Después de casi 20 años de Call of Duty en PlayStation, su propuesta fue inadecuada en muchos niveles y no tuvo en cuenta el impacto en nuestros jugadores. Queremos garantizar que los jugadores de PlayStation continúen teniendo la experiencia Call of Duty de la más alta calidad, y la propuesta de Microsoft socava este principio".

Jim Ryan, presidente y CEO de PlayStation.

De esta forma, Sony vuelve a elevar su preocupación sobre los posibles efectos que la compra de Activision Blizzard tendría en su plataforma. A comienzos de agosto, la compañía expresó su inquietud al respecto ante una consulta de los reguladores brasileños. Por entonces, manifestó que Call of Duty era una franquicia irremplazable para PlayStation.

Las promesas de Microsoft en torno a Call of Duty no son suficientes para Sony

Call of Duty

Desde que en enero Microsoft anunció la compra de Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares, la preocupación más importante de la industria ha girado en torno al futuro de Call of Duty. Claramente, los de Redmond no desconocían que el anuncio traería cuestionamientos sobre el tema. No por nada, Phil Spencer se ha mostrado muy activo tratando de garantizar públicamente la continuidad de la franquicia en PlayStation. Algo que también se relaciona al escrutinio regulatorio, por supuesto.

"Tuve buenas llamadas esta semana con los líderes de Sony. Confirmé nuestra intención de honrar todos los acuerdos existentes tras la adquisición de Activision Blizzard y nuestro deseo de mantener Call of Duty en PlayStation. Sony es una parte importante de nuestra industria y valoramos nuestra relación", tuiteó pocos días después conocerse la oferta de adquisición. Y agregó: "Solo les diré a los jugadores que disfrutan juegos de Activision Blizzard en la plataforma de Sony: no es nuestra intención alejar a las comunidades de esa plataforma y seguimos comprometidos con eso".

Aún se desconoce oficialmente hasta cuándo dura el actual convenio entre Sony y Activision Blizzard por Call of Duty. Según Jason Schreier, de Bloomberg, Microsoft pretendía honrar el compromiso del estudio de lanzar los próximos tres juegos de la franquicia en PlayStation. Estos abarcaban Modern Warfare 2, el free-to-play Warzone 2 y un nuevo título bajo desarrollo de Treyarch, que podría retrasarse a 2024.

Si se confirman los tres años más ofrecidos por Microsoft, desde 2027 veríamos un cambio significativo en el panorama de Call of Duty en PlayStation. Esto no necesariamente debería traducirse en que la franquicia se volvería exclusiva de Xbox a partir de allí. Después de todo, los de Redmond han dejado en claro que su plan apunta principalmente a llevar los títulos a Game Pass. Y hasta el propio Phil Spencer ha dicho que los juegos exclusivos no tienen futuro. Sin embargo, sí podría significar que Sony deba negociar la continuidad de CoD en PlayStation bajo parámetros menos favorables, tal vez sacrificando elementos clave como la paridad de contenidos o de fechas de lanzamiento.