En su rol como jefe de Xbox y futuro CEO de Microsoft Gaming, toda declaración de Phil Spencer hace ruido, y con razón. En esta oportunidad, el ejecutivo opinó sobre los juegos que se desarrollan exclusivamente para una determinada plataforma y aseguró que es una modalidad sin futuro.
Durante una entrevista con Bloomberg, aseveró que los videojuegos creados para un único dispositivo "son algo de lo que veremos cada vez menos". Además, ponderó los beneficios de las propuestas multiplataforma, aunque también reconoció que su impacto sobre la industria posiblemente se vea en el largo plazo.
"Tal vez en tu hogar compran una Xbox y yo compro una PlayStation, y nuestros hijos quieren jugar juntos y no pueden porque compramos la pieza de plástico equivocada para conectarla a nuestros televisores", manifestó Phil Spencer; y agregó: "Realmente nos encanta atraer más jugadores para reducir la fricción, hacer que las personas se sientan seguras cuando juegan, permitiéndoles encontrar a sus amigos y jugar con ellos independientemente del dispositivo. Creo que a la larga eso es bueno para esta industria. Y tal vez a corto plazo, a algunas personas en algunas empresas no les encante. Pero creo que a medida que superemos el obstáculo y veamos dónde puede seguir creciendo esta industria, demostrará ser cierto".
Las declaraciones de Phil Spencer no son al azar, claramente. Desde que se anunció la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, la posible exclusividad de Call of Duty en Xbox se ha vuelto un tema de discusión recurrente. No obstante, los de Redmond han manifestado desde el principio que no piensan aplicar cambios a la disponibilidad del popular shooter en primera persona, que tiene una enorme presencia en PlayStation.
El futuro de los videojuegos ya no está en los títulos exclusivos, según Phil Spencer
"Solo les diré a los jugadores que disfrutan juegos de Activision Blizzard en la plataforma de Sony: no es nuestra intención alejar a las comunidades de esa plataforma y seguimos comprometidos con eso", había dicho el jefe de Xbox en enero, tras conocerse la oferta de compra por 68.700 millones de dólares.
Lo que Phil Spencer hizo ahora fue, básicamente, ratificar la postura que —al menos públicamente— sostiene desde comienzos de este año. Más allá de una convicción personal o de negocios, es probable que también forme parte de la estrategia de Microsoft para lograr la aprobación regulatoria para cerrar la adquisición de Activision Blizzard.
Después de todo, si los de Redmond dejaran ver un marcado interés por limitar el acceso a algunos de los juegos más populares del mundo solo a los usuarios de Xbox, la FTC seguro pondría el grito en el cielo.
Aunque también es una realidad que ni Phil Spencer ni Microsoft necesitan hacer de Call of Duty un juego exclusivo de Xbox. De cara al futuro, es probable que la verdadera diferencia la haga cuando pueda incorporar los futuros títulos de la franquicia —y el resto de la vasta propiedad intelectual de Activision— desde el primer día en Game Pass.