Salvo que tengamos miedo a los aviones, usar este medio de transporte puede ser una experiencia muy relajante. Mirar por la ventanilla y ver cómo el mundo que normalmente nos rodea se hace cada vez más y más pequeño nos ayuda a relativizar y evadirnos por un momento del ajetreo del día a día. Además, las vistas desde la ventanilla del avión pueden llegar a ser maravillosas. Aunque lo serían todavía más si de noche pudiéramos ver las estrellas. Porque no podemos, ¿no?

Esta es una pregunta que se han hecho muchas personas. A veces, al mirar hacia fuera desde el avión en mitad de la noche esperaríamos ver ese cielo estrellado que observamos cuando nos encontramos abajo. Pero solo hay oscuridad. 

¿Significa eso que es imposible ver las estrellas desde un avión? Pues lo cierto es que no del todo. Sí que podemos. De hecho, en el pasado existían aviones de astronavegación que estaban diseñados de modo que sus tripulantes pudiesen ver las estrellas y usarlas para orientarse. El problema es que los aviones de pasajeros normales no basan sus comodidades precisamente en que podamos ver el firmamento, de modo que nos encontramos con varios impedimentos a la hora de intentarlo.

Contaminación lumínica, la peor enemiga de las estrellas

Podríamos pensar que ascender nos aleja de la contaminación lumínica de las ciudades. Sin embargo, mientras sigamos sobrevolándolas es muy posible que la luz procedente de sus farolas y edificios nos complique la observación de las estrellas.

El 'skyglow' provocado por los aerosoles es mayor en zonas muy industriales

Esto se debe a un fenómeno conocido como skyglow, que se da cuando la luz se dispersa por dos motivos. Bien por la presencia de moléculas de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera o bien por los aerosoles. Estos últimos son especialmente abundantes en las ciudades, ya que proceden del tráfico y la actividad industrial. Por eso, los lugares más iluminados son también los que generan más dispersión de la luz y un mayor reflejo que impide ver las estrellas.

La dispersión es tan intensa que puede dificultar incluso la observación de estrellas desde el avión. Pero cuando nos alejamos lo suficiente de las ciudades esta ya no es una excusa. En ese punto entran en juego otros factores.

La Luna también puede ser un obstáculo

En las noches de lluvias de estrellas o de cualquier otro fenómeno astronómico se suele hablar de la fase en la que se encuentra la Luna. Y es que no podemos olvidar que el brillo de la Luna llena puede complicar mucho la observación de los objetos más tenues.

Eso ocurre en la Tierra, pero también cuando nos encontramos volando en un avión. Ahora bien, imaginemos que estamos lejos de la ciudad y en una noche sin Luna. ¿Por qué seguimos sin ver las estrellas?

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La propia iluminación del avión también influye

Por la noche las luces de la cabina del avión se reducen. Sin embargo, sigue habiendo algunos destellos generados por pantallas, pilotitos encendidos o las lámparas que iluminan el asiento de algunos pasajeros. Por muy reducida que sea la iluminación, esta se refleja en las ventanillas, cuyo grosor también complica mucho la observación. Además, son demasiado pequeñas para poder observar una porción adecuada de cielo oscuro.

Si a todo eso le sumamos las propias luces externas del avión, las posibilidades de ver las estrellas se reducen todavía más.

Afortunadamente, hay soluciones

La principal solución sería disponer de cúpulas transparentes que permitiesen observar una porción adecuada de cielo. Si además el interior estuviese suficientemente oscuro sería mucho más fácil ver las estrellas.

Durante la Segunda Guerra Mundial la Royal Air Force de Reino Unido usó estas estructuras, conocidas como astrodome, para que sus pilotos se orientaran mirando el firmamento. Aunque también se han usado en otros ámbitos. En vuelos de pasajeros no se ha instalado nada parecido por ahora. No obstante, Airbus ya ha manifestado su intención de instalar cúpulas transparentes en algunos de sus aviones para 2050.

Ahora bien, si no queremos esperar tanto disponemos de otra opción. Por ejemplo, podríamos usar una manta o una chaqueta para cubrir nuestra cabeza y nuestro cuerpo de manera que quedemos en total oscuridad, solo con los ojos posados en la ventanilla del avión. Así, una vez que la vista se acostumbrara, podríamos llegar a divisar algunas estrellas. No es la opción más cómoda y tampoco veremos un firmamento atestado de puntos brillantes, pero con suerte podremos ver que, en realidad, sí que se pueden ver estrellas desde un avión.

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