Tal como terminó el muy cuestionable episodio “Divine Providence” (7x14), los guionistas de Fear the Walking Dead (desde 2015) eluden el brete de contarnos el modo en que determinados personajes escapan de la torre, el nuevo refugio fallido en medio del apocalipsis zombi por las mismas razones monstruosas de siempre, y deciden saltar hasta el momento en que ya se encuentran a salvo al inicio de “Amina” (7x15), con un montaje que incluye cámara lenta, detalles impresionistas y fundidos a negro.
Dichos detalles se repiten a lo largo del capítulo, lo que, junto con la deriva febril, alucinógena y macabra de la Alicia Clark de Alycia Debnam-Carey, nos tememos lo peor para una de las protagonistas más veteranas del spin-off de la AMC. Por otro lado, tiran de un hilo de “Follow Me” (7x09) que, después de los altibajos preocupantes que ha padecido Fear the Walking Dead en las siguientes entregas y que han sido capaces de absorber nuestra atención, necesitaba un recordatorio.
Pero a lo que nos conduce tal hilo, tras hacernos torcer el gesto recordando la buena salud de Hershell Greene y de Aaron, a los que encarnan Scott Wilson y Ross Marquand en la serie madre (desde 2010), pese a las dentelladas de los muertos vivientes, es un giro especialmente inesperado que, de no constituir una patraña sobre la jovencita a la que interpreta Anniston Almond, podría suponer algo de enorme importancia para la franquicia de The Walking Dead. Veremos.
‘Fear the Walking Dead’ ha vivido tiempos mejores
Por supuesto, Andrew Chambliss y Ian Goldberg, los propios showrunners, que han escrito “Amina” como otros dieciocho episodios a partir de “What’s Your Story?” (4x01), no pueden evitar juguetear con las dudas de los espectadores, que ellos mismos han sembrado, acerca de lo que es real o no aquí. Sosteniéndose en el estado poco fiable de la Alicia Clark de Alycia Debnam-Carey, que posiblemente justifica que ande del timbo al tambo. Y nosotros, bastante perplejos, con ella.
Pero que este poco lúcido capítulo de Fear the Walking Dead no entrañe ningún problema gordo de guion, como sí los tienen “Mourning Cloak” (7x10), “Ofelia” (7x11) y “Divine Providence”, no significa que su nivel de ingenio narrativo, lo que no excluye el aparato audiovisual, de elocuencia en los diálogos y del aspecto del conjunto resulten dignos de una consideración superior a la de lo mediocre. Pues el director estadounidense Michael E. Satrazemis no puede rascar mucho aquí.
No hay duda de que se trata de alguien muy acostumbrado a la forma de trabajar en estas ficciones televisivas de la AMC, con las que ha ido ascendiendo desde sus labores de operador de cámara, pasando por la fotografía, hasta desempeñarse como realizador y productor ejecutivo. Treinta y siete episodios le contemplan por ahora a partir de “The Grove” (4x14) en The Walking Dead. Pero ni siquiera él ha atinado a solucionar la papeleta planteada aquí. Aunque viene de más lejos.
Una emotividad mal construida
No se cumplen ni nuestros temores sobre la Alicia Clark de Alycia Debnam-Carey ni las expectativas con el volantazo que pareciera muy relevante. Ya habíamos creído que podríamos comparar el flojo “Amina”, con el suicidio planeado del veterano personaje, y el bastante más decente “Good Out Here” (4x03), en el que el Nick Clark de Frank Dillane estira la pata, cuando había adquirido perspectivas mejores, por un disparo de la traicionera Charlie de Alexa Nisenson. Pero no ocurre.
La insistente emotividad, que se basa en el poso de sentimientos profundos de cuanto han vivido los protagonistas supervivientes durante las seis temporadas previas de Fear the Walking Dead, no nos convence o, en realidad, no nos afecta demasiado porque no han construido bien el drama en los capítulos anteriores. La fuerza emocional depende de una verosimilitud robusta, y esta ha sido frágil en los últimos tiempos del spin-off de la AMC. Ojalá se recupere pronto.