En el comienzo del capítulo “Good Out Here” (4x03) de *Fear the Walking Dead*, de una intachable construcción dramática, observamos cómo Nick Clark (Frank Dillane) se lía a darle machetazos enérgicos a las plantas de la malograda cosecha en el estadio de béisbol por culpa de los dichosos gorgojos, tal como supimos que había pasado en “Another Day in the Diamond” (4x02). Liada con sus propios vegetales, su madre, Madison (Kim Dickens), le mira al fondo, y él le devuelve la mirada significativa. Y, según el esquema de esta cuarta temporada, saltamos al futuro, al momento exacto en que quedó el episodio precedente, con Morgan Jones (Lennie James), John Dorie (Garret Dillahunt) y Althea (Maggie Grace) llevando a Nick, su hermana Alicia (Alycia Debnam-Carey), su pareja, Luciana Gálvez (Danay García) y Victor Strand (Colman Domingo) a donde encontraron la bandera numerada de los Buitres.
Pero las indicaciones de Althea no han sido completas, y la muy preguntona les dice que les cambia el resto por su historia personal, lo mismo en lo que les insistió a Morgan y Dorie durante “What’s Your Story” (4x01). Nick la apremia y, en un descuido, ella le agarra rápidamente y amenaza su cuello con un cuchillo si no detienen la camioneta de los SWAT. Pero Nick se contraataca y, por el altercado consiguiente, **el vehículo termina saliéndose de la carretera y estampándose contra unas rocas, con un grupete muy majo de zombis podridos al acecho. Althea, Morgan y Dorie retoman el control**, y Luciana sugiere remolcar el transporte accidentado con unos camiones que ha visto antes. Nick y Morgan, con su pierna malherida, se quedan solos junto al trasto detenido; y es cuando empiezan a quitarse de encima la desconfianza y a conocerse un poco.
Pero un gran Chevrolet azul que Nick conoce, pues se ha sentado tras el volante, se aproxima, ambos se pelean en el interior de su vehículo y el joven Clark acaba corriendo por la calzada en la dirección por la que ha desaparecido, con la bocina fastidiosa de la camioneta bien atorada y soltando alaridos. Mientras esto sucede, Al y compañía recogen combustible y buscan con qué remolcar la camioneta, y Victor, al que le gusta hurgar en las motivaciones de otros, trata de entender la razón de que la periodista quiera que aquellos con los que se cruza le cuenten su historia particular. “Porque la verdad importa”, responde, “aunque sólo se oiga en voz alta, aunque sólo sea oída una vez”. De vuela al pasado, Nick cumple con su decisión de salir a por comida con su madre, y dejan atrás a los Buitres, quienes se han quedado con el coche azul que él estrelló contra una farola durante “Another Day in the Diamond”.
En el futuro, Nick pierde de vista al condenado coche, y Morgan le salva el pellejo en un ataque inoportuno de tres zombis, atraídos por la bocina; y se ponen en camino para buscar refugio. Nick pregunta al otro por qué le ha ayudado contra los muertos vivientes, y Morgan, como de costumbre, contesta que él no asesina. En el pasado, a los dos Clark se les adelantan con el Chevie en su búsqueda de provisiones (Alexa Nisenson) y Ennis (Evan Gamble), el hermano de Mel (Kevin Zegers), jefe de los Buitres, y Nick amenaza al segundo con un cuchillo por una impertinencia. De nuevo más adelante y con la correspondiente fotografía pálida, Nick atosiga a Morgan con lo que ha descubierto en las grabaciones de Al después de que este tratara de que olvidase lo que supone una venganza, y le empuja a irse.
Alicia, Luciana, Victor, Al y Dorie regresan al vehículo estrellado, al que ahora envuelve un montón de zombis. Se asustan, pero Morgan les ha dejado una flecha de ramas rotas, de modo que he aquí el trato final: Dori y Luciana se dirigen a por los desaparecidos y los demás recuperarán de inmediato la camioneta y no tendrán ningún inconveniente en contarle sus historias ante la videocámara, a cambio de que Althea les conduzca al lugar en que cogió la bandera. Morgan coincide con Ennis y el coche, y procura detener la venganza de Nick. Y en una conversación pasada, este le explica a su madre que lo que teme es lo que ha de hacer fuera del estadio, la persona en la que debe convertirse, no lo que halla al salir; el ser colérico que termina asesinando a Ennis antes de que Morgan dé media vuelta y regrese con él.
Dorie y Luciana siguen el rastro de los dos, y esta le habla lacónicamente de cuando no quiso regresar a Broke Jaw en “Burning in Water, Drowning in Flame” (3x05) y abandonó a Nick aunque siguiese queriéndole. En ese momento, aparece la camioneta. Y Morgan se propone ayudar a Nick a librarse de sus demonios para que recupere así la serenidad y la cordura, como hizo Eastman (John Carroll Lynch) con él mismo según nos contaron en el episodio “Here’s Not Here” (6x04) de The Walking Dead. Pero no va a ser posible por mucho que dé la impresión de que Nick termina estando dispuesto: en un giro absolutamente inesperado, Charlie reaparece de súbito y le descerraja un tiro en pleno tórax antes de huir a toda prisa, y él muere rodeado de sus seres queridos, bajo la atenta mirada de los otros tres y con la consternación de Morgan. Un cierre tremendo para un capítulo trágicamente irónico.
