Las tensiones entre la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) y sus homólogos internacionales son evidentes desde que comenzó la guerra de Ucrania. Sin embargo, la Estación Espacial Internacional (EEI) se mantiene como una especie de oasis en el que la armonía sobrevive entre tanta crispación. Por eso, ahora que Rusia está valorando si alargar su compromiso con la estación hasta 2030, la NASA es optimista al respecto.

En realidad la agencia dirigida por Dimitry Rogozin no es la única que colabora con la NASA en la Estación Espacial Internacional. Es un proyecto del que también forman parte las agencias espaciales europea (ESA), japonesa (JAXA) y canadiense (CSA/ASC). Todos deben decidir si aceptan la propuesta de continuar trabajando en ella hasta 2030. Inicialmente solo iba a estar operativa hasta 2024, pero la NASA propuso posponer la fecha seis años más y ahora se encuentra a la espera de la decisión del resto. No obstante, según declaró ayer en una rueda de prensa Kathy Lueders, administradora asociada de operaciones espaciales de la NASA, todos “están progresando en avanzar hacia la extensión de la estación hasta 2030”. Incluida Rusia.

Estas declaraciones, transmitidas por The Verge, ocurren justo un día después de que un astronauta de la NASA y dos cosmonautas rusos vuelvan a Tierra desde la Estación Espacial Internacional a bordo de una cápsula Soyuz. Fue un ejemplo de que, a pesar de todas las tensiones originadas por la guerra de Ucrania, al menos en lo concerniente a la EEI todo parece funcionar. Quizás sí que alarguen su colaboración hasta 2030.

Otros seis años para jubilar a la Estación Espacial Internacional

Las primeras piezas de la Estación Espacial Internacional se lanzaron al espacio en 1998. Dos años después, alojó a sus dos primeros residentes de largo plazo. 

Desde entonces se han alojado allí cientos de astronautas y cosmonautas, dedicados a realizar multitud de actividades y experimentos relacionados de un modo u otro con la supervivencia espacial. Durante más de dos décadas ha mostrado ser un proyecto sólido y muy útil para la ciencia. Ha habido averías, como es lógico, pero todas se han solventado sin problema.

Lamentablemente, en los últimos años se han sucedido con más frecuencia de lo normal. Eso ha hecho ver que quizás el momento de su jubilación debería estar cerca. Se puso una primera fecha en 2024, pero la solución de las últimas averías, así como el gran avance de los proyectos que se siguen llevando a cabo a bordo llevó a pensar en aplazar la fecha. La NASA ahora propone realizar la reentrada en la Tierra en 2030. El resto de socios deben dar también su opinión al respecto, por lo que se encuentran deliberando. Y eso, lógicamente, incluye también a Rusia.

El papel de Rusia en las EEI

La NASA y Roscosmos han sido los dos socios más activos en la Estación Espacial Internacional. No solo por ser los responsables del mayor envío de astronautas y cosmonautas a sus instalaciones. También por la propia constitución de las mismas.

Se trata de una estación espacial modular, por lo que está compuesta por varios módulos, con una gran participación rusa en su construcción.

Rusia se ha retirado de proyectos que involucran a la EEI, pero de momento no ha roto su colaboración con la estación

De hecho, este es precisamente el motivo por el que, al inicio de la guerra de Ucrania, Rogozin amenazó con dejar caer la estación sobre Europa o Estados Unidos. Y es que los motores que la mantienen a flote se encuentran precisamente en la parte rusa de las instalaciones. Por otro lado, las cápsulas que más se han usado para llevar y traer astronautas a la Estación Espacial Internacional han sido las Soyuz rusas. 

De cualquier modo, lo que está claro es que, a pesar de las amenazas iniciales, no parece que Rusia tenga intenciones de romper sus lazos en la Estación Espacial Internacional. Sí que es cierto que se han desligado de algunos proyectos realizados en sus instalaciones, como el Icarus de la Sociedad Max Planck. No obstante, su colaboración central en la EEI parece intacta, como bien han demostrado trayendo sano y salvo a Tierra al astronauta de la NASA Mark Vande Hei.

Ahora solo queda saber por cuánto tiempo se va a extender esa colaboración. Joel Montalbano, gerente del programa EEI de la NASA, se mostró muy optimista en la rueda de prensa de ayer, asegurando que en las conversaciones que ha mantenido con sus socios de Rusia en todo momento se han mostrado de acuerdo con continuar hasta 2030. Pronto lo sabremos, pues la NASA espera-y necesita-una respuesta como mucho a principios de mayo. Solo queda un mes para saber si ese oasis de cordialidad perdurará al menos hasta que acabe esta década.