El ambiente está caldeado en la Tierra con el ataque de Rusia a Ucrania. ¿Pero puede llegar el conflicto también al espacio? Lo cierto es que, al menos en la Estación Espacial Internacional (EEI), sí que podrían sentirse las consecuencias. No olvidemos que es fruto del acuerdo entre varias agencias espaciales, entre ellas la NASA y la agencia espacial rusa, Roscosmos. Dado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mostrado su compromiso a establecer duras sanciones a Rusia a raíz de su ataque al país vecino, todo podría pasar.
De hecho, Biden anunció ayer, 24 de febrero, en una rueda de prensa que la industria espacial rusa se vería comprometida por las sanciones. Esto despertó el enfado del director de Roscosmos, Dmitry Rogozin, quien no dudó en lanzar desde su cuenta de Twitter un duro aviso sobre lo que podría ocurrir si el país norteamericano pone fin a su acuerdo espacial.
Sin embargo, dada esta publicación, la NASA se apresuró a lanzar un comunicado en el que asegura que su compromiso con la agencia espacial rusa sigue intacto. Parece que las tensiones han ido más allá de la superficie terrestre. Y lo peor es que, por desgracia, parece ser que todo esto no ha hecho nada más que empezar.
El conflicto de Rusia y Ucrania más allá de la Tierra
Poco después de que el ejército ruso abriera fuego contra Ucrania, multitud de dirigentes de todo el mundo se lanzaron a condenar el ataque, así como a amenazar con posibles represalias contra el gobierno de Vladimir Putin. Uno de ellos, por supuesto, fue Biden, quien en una rueda de prensa hizo el siguiente comunicado:
“Estimamos que cortaremos más de la mitad de las importaciones de alta tecnología de Rusia. Eso asestará un golpe a su capacidad para continuar modernizando sus fuerzas armadas. Degradará su industria aeroespacial, incluido su programa espacial”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
Ante este comunicado, Rogozin aseguró que no es la primera vez que reciben este tipo de amenazas. Ya en 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea, Estados Unidos optó por limitar el acceso ruso a la microelectrónica espacial resistente a la radiación. Aun así, según recuerda el director de Roscosmos, encontraron la forma de acabar de construir una nave espacial.
No obstante, recuerda que si ellos vetaran el resto de agencias espaciales también habría consecuencias a nivel internacional. Y es que a día de hoy muchos lanzamientos se hacen en el puerto espacial ruso de Baikonur, en Kazajistán.
Por otro lado, advierte de las consecuencias de restringir los programas de intercambio de formación entre astronautas y cosmonautas, así como los programas destinados a evitar los peligros de la basura espacial. En este punto hace un comentario hacia “sus talentosos empresarios”, refiriéndose sin duda a magnates como Elon Musk, cuya compañía espacial, SpaceX, está siendo muy criticada por los astrofísicos por estar plagando el cielo de satélites que dificultan las observaciones del espacio.
Pero, sin duda, el dato más peligroso al que hace referencia es lo que podría pasar si ellos no ayudan a evitar una salida de órbita descontrolada de la Estación Espacial Internacional. Recuerda que estas instalaciones no pasan sobre Rusia, pero sí sobre Europa y América, por lo que las consecuencias no las sufrirían los rusos.
Tras estas duras declaraciones, la NASA se lanzó a emitir un comunicado, reproducido por numerosos medios de comunicación. En él, el portavoz de la agencia, Joshua Finch, hacía un llamamiento a la calma, asegurando que, a pesar de lo ocurrido, siguen trabajando con todos sus socios internacionales, incluído Roscosmos. Además, señalan que “las nuevas medidas de control de exportaciones continuarán permitiendo la cooperación espacial civil entre Estados Unidos y Rusia”. Y también que “no se planean cambios en el apoyo de la agencia para las operaciones en curso en órbita y estaciones terrestres”.
¿Cómo podría verse afectada la Estación Espacial Internacional?
Más allá de las declaraciones de unos y otros, la vista de todas las agencias espaciales que colaboran en la Estación Espacial Internacional está puesta sobre su actual tripulación.
Actualmente se encuentran allí un astronauta de la ESA, Matthias Maurer, cuatro de la NASA, Mark Vande Hei, Raja Chari, Thomas Marshburn y Kayla Barron, y los cosmonautas rusos Anton Shkaplerov y Pyotr Dubrov.
El hecho de tener allí a miembros de ambos lados de esta contienda podría complicar las cosas, aunque la NASA asegura que no será así. De momento, está planeado que Vande Hei vuelva a la Tierra el 30 de marzo y para ello se usará una nave Soyuz rusa.
Este es otro de los puntos que podrían complicar todo tras el ataque de Rusia a Ucrania. Después de que la NASA jubilara su transbordador espacial en 2011, los envíos de astronautas a la Estación Espacial Internacional se han hecho casi exclusivamente a través de cápsulas Soyuz. Eso ha dado mucha independencia a Rusia. Sin embargo, ese casi no es casual, pues en 2020 se hizo el primer envío exitoso de astronautas en la Crew Dragon de SpaceX. La llegada de las compañías privadas a la carrera espacial resta fuerza al monopolio de Roscosmos en este sentido. Aunque aún sigue siendo muy potente.
Por eso, no conviene que se rompan las sinergias. Ni a unos, ni a otros. El ataque de Rusia a Ucrania ya ha demostrado lo lejos que puede llegar la codicia y la maldad de los seres humanos. La ciencia debería estar alejada de todo eso. Ojalá sea así y esta terrible contienda no vaya más allá de la Tierra. Bastante tenemos con soportarla en ella.