Alerta de spoilers: esta publicación contiene múltiples spoilers de Spider -Man: No Way Home. Si no has visto la película, deja de leer aquí.
Spider-Man: No Way Home sin duda se convertirá en el gran suceso cinematográfico del año y no solo en el género de cine de superhéroes. En realidad, la película de Jon Watts es un homenaje cargado de nostalgia para todos los fans de Spider-Man. Uno que además, logró reconstruir toda la mitología para una nueva y emocionante revisión de cada uno de sus símbolos.
De hecho, uno de sus grandes triunfos es permitir por primera vez al Peter Parker de Holland, ser algo más que un secundario de lujo. Sin mentores ni tampoco, una misión altera, el personaje alcanza su punto más alto. Y también, muestra la promesa de lo que será en la futura trilogía anunciada ya por Amy Pascal.
Pero también, Spider-Man: No Way Home es una caja cargada de nostalgia, que contiene varios de los momentos más emotivos del Universo Cinematográfico de Marvel. Te contamos cómo rinde homenaje el film no solo al personaje, sino a un universo rico y amplio. También a todo lo que su trayecto en el cine ha simbolizado para el cine de superhéroes.
Por supuesto, siendo una película de transición, el primer gran homenaje en Spider-Man: No Way Home es su personaje central. Peter Parker es un símbolo de Nueva York. Pero también de un superhéroe imperfecto que aprende bajo la rabia, el influjo de la culpa y el miedo. A la vez, es un símbolo de la esperanza. Un recorrido inteligente por la forma en que el heroísmo cambió para hacerse más realista y cercano.
Spider-Man: No Way Home rinde homenaje al Spider-Man imaginado por Stan Lee y Steve Ditko. Desde sus primeras escenas, el Peter de Tom Holland es un héroe en apuros. Uno que recuerda al personaje en la versión imaginada por J. Michael Straczynski y John Romita Jr. en la historia de tres partes Feliz Cumpleaños. De la misma forma que en el cómic, Peter deberá atravesar su vida, decisiones y percepciones acerca de sí mismo. Pero en especial, al peso del poder sobre sus hombros.
Todo un homenaje al Spider-Man clásico
Pero más extraordinario aún resulta el homenaje que Watts lleva a cabo para la trilogía Raimi. Precisamente es la trilogía del director la que mejor captó el carácter de perdedor amable de su versión en cómic. El Peter Parker de Tobey Maguire es una encarnación de todas las bondades de la trilogía. Y Watts se asegura de realzarlas y celebrarlas en cada escena en que el personaje participa.
Desde su aparición, el guion hace hincapié a la discreción humilde de Spider-Man. Pero también, hay múltiples juegos de palabras y referencias a las películas. El Peter Parker de Maguire arroja telarañas desde las muñecas, en lugar de usar algún dispositivo mecánico para hacerlo. También comenta que logró que su relación con MJ “funcionara de alguna manera”. Y aunque no da detalles sobre lo que ocurrió luego de la tercera película, sí hace hincapié en que “sigue tratando de ser mejor”. Habla también sobre Venom — “me enfrenté a un alienígena que era una sustancia oscura — y Harry Osborn. “Mi mejor amigo intentó matarme y murió en mis brazos”, explica a un fascinado y desconcertado Ned (Jacob Batalón).
Resulta conmovedor cuando Spider-Man describe la muerte de Tío Ben. También su encuentro con Otto Octavius (Alfred Molina) y el escalofriante momento en que se topa con Norman Osborn. En general, Watts logra recuperar el personaje en todo su esplendor.
Lo mismo ocurre con el Peter Parker encarnado por Andrew Garfield. No solo habla sobre su pérdida de Gwen, también de sus vínculos con Lizard y Electro. Sorprende la fluidez como Watts incorpora su historia (considerada la más blanda) y la lleva a una nueva dimensión madura. De hecho, hay un gracioso juego de palabras entre el Peter de Maguire y el Peter de Garfield. “Tu eres sorprendente, claro que lo eres, repítelo”, insiste el primero, en una evidente referencia a la duología incompleta.
Una lección sobre un gran poder
Aunque Tío Ben no llegó a formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel, su frase emblema está incluida en el final de la trilogía. Pero esta vez, es la tía May (Marisa Tomei), la encargada de pronunciarla y también, minutos antes de morir. Se trata de un homenaje extraordinario a una de las figuras más queridas — y las ausencias que más se lamentan — en la saga de Spider-Man.
Además, Tía May toma un nuevo realce y es su estatura moral la que permitirá a Peter tomar las decisiones trascendentales de su futuro.
La maldad en todas sus formas
Por supuesto, son los villanos los que mayor hacen referencia a la trilogía entera. Cada uno, recuerda su muerte (y momentos emblemáticos) de sus respectivas películas. En especial, Otto Octavius, permite a Norman Osborn conocer su trágico destino. “Moriste hace años”, explica un consternado Doc Octopus al personaje de Willem Dafoe.
El mismo Osborn también explica el panorama de su empresa y da sutiles pistas sobre lo que puede esperarse a futuro para Peter Parker. “En mi casa vivía alguien más, mi empresa no existía, no existo en este lugar”, explica, atormentado y aterrorizado. Por su parte, Electro (Jamie Foxx) y Sandman (Thomas Haden Church) relatan sus destinos, lo que contextualiza a sus personajes. Y es Electro, quien reconoce y relata la historia de Lizard (Rhys Ifans) y a su vez, confirma el multiverso. “Esta energía es por completo nueva, es otro lugar” dice en varias ocasiones.
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Y aunque no es un villano — no con todas las letras — el J. Jonah Jameson de J. K. Simmons se adapta a una nueva generación. No obstante, casi todas sus frases pomposas están tomadas de los conocidos titulares del Daily Bugle en la saga Raimi. Un guiño malicioso que los fanáticos agradecerán.
Y todo vuelve al principio de Spider-Man
Quizás, la escena más poderosa en su significado nostálgico de Spider-Man: No Way Home sea su secuencia final. En ella, Peter Parker lleva a una habitación idéntica a la del Peter de Maguire. “No olvide pagar la renta”, insiste una voz muy parecida a la del casero del personaje de Raimi. Más tarde, le vemos confeccionar su traje. Y el proceso de hecho, es idéntico al del personaje que inmortalizó la primera gran trilogía en el cine.
Al final, la película homenajea la historia de origen del Peter Parker cinematográfico con un nuevo comienzo. Una despedida más que satisfactoria a una historia asombrosa.