El episodio “The Heiress” (2x03) de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019), que se ha estrenado recientemente en Disney Plus, comienza con ese tipo de imágenes asombrosas que dejan extasiados a los que disfrutan con las maravillas del espacio sideral, tales como las de las series Cosmos: A Personal Voyage (Carl Sagan, Ann Druyan y Steven Soter, 1980) y sus secuelas, A Spacetime Odyssey y Possible Worlds (Druyan y Soter, 2018, 2020). Aunque sean tan imaginarias como las de Star Wars. Y la nitidez que se ha logrado a estas alturas de la actual revolución tecnológica las hace aún más atractivas.
Por otro lado, el final del viaje que se inició en “The Passenger” (2x02), con una brusca parada inesperada y un safari de monstruos poco amigables, también resulta bastante espectacular. Y, tras esto, nos arrojan muy pronto un enigma encapuchado que se resuelve sin mucha dilación, después de un alarmante giro imprevisto, el segundo de esta peligrosa clase tras el prólogo de “The Marshal” (2x01) en la temporada actual de The Mandalorian, y una de esas escenas de acción coreografiada que tanto nos satisfacen. Y la situación deriva en unas inesperadas revelaciones mandalorianas y en otro breve enfrentamiento.
Y el esquema narrativo acostumbrado se repite sin sonrojo una vez más: Din Djarin (Pedro Pascal) se orienta y encamina hacia donde a Baby Yoda le es necesario según un misterioso destino, lejos de los chacales imperiales. Es decir, sus capacidades innatas para el manejo de la Fuerza empujan al protagonista a huir con él y procurar que se reúna con quienes comprenden su naturaleza: los legendarios Jedi. Pero, para proseguir en cada etapa de su búsqueda, debe aceptar misiones secundarias en muchos capítulos de The Mandalorian a cambio de información fundamental o de ayuda para conseguir su propósito.
Por otra parte, en “The Heiress” asistimos a una de las secuencias más clásicas de Star Wars: la irrupción de los personajes protagónicos en una nave o unas instalaciones del Imperio Galáctico o lo que queda aquí de él, con carreras apresuradas, maniobras evasivas y multitud de disparos láser por sus pasillos. Casi todos los filmes de la saga contienen algo similar desde Una nueva esperanza (George Lucas, 1977), lo que incluye El Imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980), El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983) y las otras dos trilogías además de Rogue One (Garreth Edwards, 2016).
La actriz californiana Bryce Dallas Howard (El bosque) sigue engrosando su currículo, en el que ya constaban seis cortos entre 2006 y 2015 y el largo documental Dads (2019), y vuelve a adueñarse del cotarro tras las cámaras después de realizar el episodio “Sanctuary” (1x04). La hemos visto contándonos su experiencia en la serie documental Galería Disney. Star Wars: The Mandalorian (Favreau, desde 2020), durante los capítulos “Directing” (1x01), “Technology” (1x04) o “Practical” (1x05), y tal vez regrese a ello si continúa este making-of con la nueva temporada, cosa que sería de lo más razonable.
En su aportación previa le proporcionó a Din Djarin la oportunidad de ser consciente de que dispone de más posibilidades aparte del camino que se ha marcado, y de otro futuro factible. Y, en lo que respecta a “The Heiress”, le amplía la visión de lo que es la filosofía vital mandaloriana, más diversa de lo que había asumido. Y, si en “The Marshal” descubrimos que un personaje de las novelas canónicas de Star Wars ha saltado al cine y otro famoso cazarrecompensas de la saga galáctica está presente en The Mandalorian, en este capítulo contemplamos la llegada de otros amigos de las series de animación y el anuncio de que alguien más vendrá. Y no hay duda de que nos sentaremos a ver cómo.
