No es la primera vez que Tesla va a por alguien de la competencia, sea un rival potente o no. Ya en el pasado, la compañía dirigida por Elon Musk presentó demandas por robo de secretos comerciales contra Zoox y Aurora –dos compañías emergentes dedicadas al diseño y fabricación de coches eléctricos–. Ahora, la historia vuelve a repetirse.

Este mismo jueves, Tesla ha presentado una demanda en los tribunales contra la empresa Rivian. ¿Los motivos? Los mismos que alimentaron anteriores procedimientos. Según Tesla, Rivian estaría robando de forma sistemática datos sensibles y secretos comerciales del futuro de la enseña de Elon Musk. Todo a través de los empleados que pasan a trabajar de una a otra compañía.

De los 2.300 empleados con los que cuenta Rivian en Estados Unidos, 178 estuvieron trabajando par Tesla en algún u otro momento –70 de ellos han pasado directamente de una empresa a otra–. Para el fundador de Tesla existe un claro patrón en de búsqueda de personal es su compañía para luego "animar de forma consciente a la apropiación inapropiada de los secretos comerciales de Tesla, información confidencial y registrada por parte de empleados de Tesla que Rivian contrata", según declaraciones de la propia compañía.

De esta forma, antes de abandonar las filas de Tesla, estos empleados estarían "robando de forma clandestina" documentos para Rivian bajo la instrucción directa de la empresa para conocer los datos que necesitan. Lo que les daría, según Tesla, una gran ventaja competitiva. Concretamente, los secretos comerciales que supuestamente han sido robados se refieren al área de reclutamiento de talentos, contrataciones, salarios y posibles candidatos a entrar en Tesla. Así como información sobre la gestión de diferentes proyectos.

De momento, la acusación se centra en solo cuatro de los empleados que pasaron de una compañía a otra. Pero es de esperar que tras las investigaciones de la enseña de Elon Musk, la lista de acusados se amplíe progresivamente.

Ni que decir tiene, que la compañía ha negado cualquier acusación de robo. "Las alegaciones de la demanda no tienen fundamento y son contrarias a la cultura de Rivian", declaró un portavoz a la CNBC.

De momento, salvo una demanda a Xpeng Motors que aún se encuentra abierta, las presentadas contra Av Aurora y Zoox quedaron resueltas sin ningún acuerdo y finalmente retiradas.

No ocurrió lo mismo con el mayor caso de acusación de robo, en lo que a coches autónomos se refiere, de los últimos años. Con Google, en su filial Waymo y Uber en mitad del conflicto, y Anthony Levandowski pasando de una a otra empresa, el caso llegó a escalar a un robo de más de 14.000 documentos confidenciales. El caso terminó con un acuerdo millonario, en el que Uber cedía parte de su accionariado a Google, mientras ambas compañías rechazaban al ingeniero. El cual terminó declarándose culpable del robo y enfrentándose a una posible condena de 30 meses en prisión.

Rivian, con el apoyo de Amazon y Ford

Pese a que Rivian aún no ha comercializado ningún vehículo, la tecnológica no es una desconocida en el sector de la movilidad eléctrica. Y tampoco para los inversores, especialmente después de conseguir 2.500 millones en fondos este mismo mes; más los 3.100 adicionales desde su fundación en 2009.

De momento, la compañía ha presentado dos prototipos al mercado. Uno de ellos una camioneta pickup y otro modelo todoterreno. Pero fue el acuerdo con Ford lo que lanzó a la empresa a la primera línea de competición. Con la asociación, Rivian se encargaría de la fabricación de un todoterreno de lujo, bajo la marca Lincoln, para la multinacional.

Y algo similar ocurría con Amazon, que tras conocer el prototipo de camioneta anunció que compraría 100.000 unidades para su división de repartos.

Se espera que los modelos de Rivian estén disponibles a partir de 2021.

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