Samsung ha revelado oficialmente todos los detalles de su esperada entrada en el sistema bancario, de la que habló por primera vez a comienzos de mayo. El nombre comercial de su producto será Samsung Money, ha sido desarrollado de la mano de SoFi y se integrará con Samsung Pay. El pack, disponible inicialmente en Estados Unidos, estará compuesto por una tarjeta de débito y una cuenta corriente.

Los interesados en Samsung Money podrán proceder con la contratación desde cualquier smartphone compatible con Samsung Pay. Una vez esté operativo, ese también será el punto de encuentro para cualquier gestión relacionada con la tarjeta o la cuenta bancaria.

La tarjeta emitida por SoFi es una Mastercard de débito. El cliente, por lo tanto, puede gastar tanto dinero como tenga disponible en la cuenta corriente asociada. En este sentido se distancia de la Apple Card, la cual, al ser de crédito, permite fraccionar todas las compras realizadas a lo largo del mes.

Samsung Money no tiene ningún tipo de comisión, según explica la compañía en su página web. Ni por transacciones en otros países, ni por mantenimiento, ni por retirada de dinero en efectivo –siempre que se realice en uno de los 55.000 cajeros de la red Allpoint–. La cuenta, además, está aseguradas por la Federal Deposit Insurance Corporation hasta un importe de 1,5 millones de dólares.

En lo que respecta a las recompensas, los clientes de Samsung Money recibirán puntos para el programa Samsung Rewards por cada compra. Estos se pueden canjear posteriormente por productos de la marca, entre otras cosas. El planetamiento, nuevamente, se distancia del de Apple, que devuelve un 2% por las compras realizadas con Apple Pay y un 3% por las compras realizadas en determinados comercios (como Nike, Uber o las Apple Store).

Samsung Money no es la primera

Samsung Money - cuenta corriente - tarjeta de débito

Samsung no es la primera empresa tecnológica que presenta un producto financiero. El caso más conocido es el de la ya citada Apple Card, creada de manera conjunta con el banco estadounidense Goldman Sachs. Su propuesta se basa en cinco pilares: su uso no conlleva ningún tipo de comisión, los datos derivados de las transacciones son privados, todas las operaciones se pueden realizar con facilidad desde un iPhone, ofrece reembolsos diarios por cada compra realizada con la tarjeta y, además, cuenta con diversas medidas de seguridad que van más allá de lo habitual.

En este tren también se encuentran actualmente Huawei –aunque su propuesta únicamente está disponible en su país natal– y, según TechCrunch, Google. La empresa norteamericana estaría ultimando el lanzamiento de una tarjeta de débito asociada a una cuenta corriente bajo la marca de Google Pay.

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