David Filoni repite como director en la serie The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019), de Disney Plus, para ocuparse del episodio “The Gunslinger” (1x05), y no es de extrañar que confíen nuevamente en él tras el primero, no solo por el resultado aceptable, sino también porque es un realizador de la casa: como ya dijimos, el filme Star Wars: The Clone Wars (2008) y las ficciones televisivas Rebels (2014-2018) y Resistance (desde 2018) son cosa suya. Y no habíamos visto en esta ni batallas ni, y a eso queremos ir, las persecuciones espaciales a las que estamos acostumbrados en la saga galáctica hasta el comienzo de este capítulo.
La insistencia de Mando (Pedro Pascal) en relacionarse con droides lo menos posible, porque uno imperial le arrebató a sus padres durante su niñez en Mandalore, sigue siendo un buen detalle narrativo con el que los guionistas, el propio Filoni en este caso, demuestran coherencia y que no escriben sus libretos en cuatro patadas. Y, a estas alturas de la temporada uno y por la insistencia antedicha, cualquiera que haya leído las novelas de Isaac Asimov recordará el poco aprecio que el terrestre Elijah Baley le tenía al principio a los robots.
¿Será que el cazarrecompensas podría sufrir una evolución semejante a la del detective y formar algún vínculo amistoso con un droide en el futuro, tal como hicieron Luke Skywalker (Mark Hamill) y compañía en los filmes de la saga con C-3PO (Anthony Daniels), R2-D2 (Kenny Baker) y BB-8? Lo comprobaremos. Por otra parte, “The Gunslinger” parece una aventura episódica más hasta que la trama básica sobre el adorable bebé orejudo y el Gremio de Mando se entromete en ella con un giro inquietante, que pone patas arriba la situación. Pero esto, por desgracia, dura bien poco, y deberían aprovechado sus jugosas posibilidades.
Así las cosas, de este correcto episodio hemos sacado la trepidante persecución inicial en las naves, el regreso a sitios conocidos por los seguidores de Star Wars, incluso legendarios; al personaje de Peli Motto (Amy Sedaris), que pudiera aparecer de nuevo en otras temporadas como se supone de Cara Dune (Gina Carano) y Omera (Julia Jones); y a un oscuro desconocido justo antes del cierre, el cual camina con lo que tal vez se trate del característico sonido de unas espuelas de vaquero en sus botas, o un remedo de las mismas: otro añadido curioso de western para The Mandalorian; y ya van unos cuantos.
“The Prisoner” contiene la intriga tensa más sostenida de The Mandalorian hasta el momento, con un paralelismo triple en el montaje, juegos inesperados de luces y sombras y una implacable caza capaz de retrotraernos a la experiencia de las correrías de acción como, quizá, las buenas protagonizadas por el memorable John McClane (Bruce Willis) en las películas de La jungla de cristal (John McTiernan, Renny Harlin, Len Wiseman, 1988-2007), y todo ello muy de agradecer. Conque uno ya no sabe si es o no triste reconocer que el mejor episodio hasta ahora prácticamente no guarda relación alguna con la trama principal.