Echar un vistazo a la lista de lanzamientos de nuevos vehículos eléctricos para 2020 y 2021 se parece muchoen lo que a distribución de marcas se refiere a visitar cualquier concesionario actual. Mercedes, Volkswagen, Opel, Ford, todos los grandes fabricantes de combustión alemanes y norteamericanos han lanzado o al menos han presentado ya su propuesta para abrir paso a la electrificación, un camino que hasta hace no tanto parecían reticentes a recorrer.
El mercado del vehículo eléctrico sigue siendo muy pequeño en comparación al convencional, pero tiene un crecimiento vigoroso. Se ve en mercados locales y se observa a nivel mundial. En España, por ejemplo, la venta de eléctricos en los que va de 2019 ha aumentado un 90,15% hasta octubre, según las estadísticas de Anfac, la agrupación del sector. Sin embargo, puesto en datos reales, solo se han vendido 9.152 vehículos eléctricos en España, lo que supone tan solo un 0,79% de la cuota de mercado con respecto a gasolina y diésel. Es decir, los eléctricos crecen mucho, este año en especial gracias al Tesla Model 3 y Nissan Leaf, pero porque lo hacían desde una cantidad muy pequeña.
A nivel internacional, Tesla consiguió en 2018 su récord de ventas con 245.240 unidades, cifra que este año va camino de llegar a las 400.000 que pronosticó su CEO Elon Musk, como no, en Twitter. Sin embargo, en este paisaje a menudo se diluye que la empresa que más coches eléctricos vendió el año pasado fue la china BYD, con 250.000 unidades, gracias a la apuesta incentivada del gobierno chino por este tipo de movilidad.
China, el paraíso dictatorial del coche eléctrico
Y ahora, aparecen los grandes fabricantes alemanes y de Detroit. Solo en 2020 si se cumplen los plazos habrá en el mercado algo más de 30 nuevos modelos eléctricos, desde las primeras apuestas de Volkswagen como el ID.3 -su evolución enchufada del Golf- a todas las submarcas del grupo como Seat, Skoda o Audi, con su e-Tron ya a la venta y promocionado hasta en Avengers: Endgame como vehículo de Tony Stark.
Su llegada complementa a otras grandes firmas convencionales que desde hace casi diez años ya habían apostado por lo eléctrico: Nissan, Renault con su ZOE -el más vendido en Europa hasta la llegada de Tesla durante muchos años-, la alianza entre Mitsubishi y Citroën o los asiáticos Hyundai y Kia. Hasta Toyota, marca que parecía aferrarse a su apuesta por el híbrido como alternativa eco, ha confirmado hace unos días que lanzará bajo la marca Lexus su primer eléctrico puro próximamente.
El mercado, en definitiva, se está ampliando, aunque el hándicap seguramente siga estando en infraestructuras de carga y el elevado precio de los autos eléctricos, los cuales -saliendo de los utilitarios casi limitados a ciudad- no bajan de los 35.000 euros o dólares y se van en modelos premium hasta los 82.000 que cuesta ahora el e-Tron. Precios que siguen siendo muy elevados con respecto a homólogos de combustión.
¿Por qué los primeros coches eléctricos modernos eran tan feos?
Ahora bien, la pregunta es: ¿nos encaminamos a un mercado eléctrico donde las marcas de siempre vuelvan a copar el mercado?
Volkswagen, del 'dieselgate' a intentar copar el mercado eléctrico
Volkswagen es de los grandes-viejos fabricantes el que un plan más a largo plazo ha mostrado por iniciar la transición. El grupo alemán, que también posee Porsche, Bugatti, Skoda, Lamborghini y SEAT, quiere invertir 30.000 millones de euros en los próximos cinco años para hacer una versión eléctrica o híbrida de cada vehículo en su línea, y planea lanzar 70 nuevos modelos eléctricos para 2028. Para fines de 2030, quiere que cuatro de cada diez autos que venda sean eléctricos, una jugada de mercado masiva que depende en gran medida del éxito de su nueva línea llamada "ID".
La apuesta decidida de los alemanes no deja de ser chocante partiendo de un grupo que ha tenido que pagar más de 30.000 millones en sanciones por el caso del Diselgate, al trucar los medidores de polución de sus vehículos.
Sin embargo, por el momento parece que no les está yendo mal. Según reportó la compañía hace un par de meses, el ID.3 de Volkswagen -su modelo eléctrico más accesible- ha recibido más de 15.000 pedidos anticipados en Europa desde que se permitiera a los clientes reservar tras una señal de unos 1.000 euros en mayo.
Aunque el dato sea bueno, la comparativa con Tesla, lo deja en poca cosa. El Model 3 recibió más de 325.000 pedidos anticipados en la primera semana después de que se abrieron las reservas en 2016, aunque después sus tiempos de entrega se retrasaran un tanto.
Hasta ahora, sin embargo, Tesla había estado prácticamente sola en el mercado occidental de lo eléctrico. El desinterés de los viejos fabricantes hasta hace nada era completo, incluso cuando algunos de ellos habían conseguido ya una tecnología que recibía cierto interés por parte del público, como demuestra el azaroso caso del EV1 de General Motors que acabó siendo protagonista del documental ¿Quién mató al coche eléctrico?.
El EV1 pudo adelantar la revolución del coche eléctrico 20 años, pero quedó aparcado
Este EV1 de General Motors fue un modelo que a comienzos de los 2000 fue puesto en el mercado solo en renting en el estado de California. Los usuarios que lo alquilaron quedaron tan contentos con él que propusieron la opción de compra, algo que GM rechazó en una decisión que fue criticada y que fue vista casi como una conspiración para frenar la entrada masiva de la movilidad eléctrica.
Así las cosas, la llegada de Tesla y en concreto de sus modelos más accesibles ha sido hasta ahora la principal palanca de cambio del mercado. La empresa de Elon Musk vendió más de 240.000 coches en 2018, según LMC Automotive. Lejos quedaba la alianza global de Renault, Nissan y Mitsubishi Motors, que vendió aproximadamente 130.000, mientras que los rivales alemanes de Volkswagen, BMW y Daimler, que ya habían lanzado sus primeros eléctricos, vendieron 33.000 y 14.400, respectivamente.
¿Cómo afectará esta entrada de 'viejas' marcas a las nuevas?
Ahora bien, ¿hasta qué punto el mercado a medio plazo puede desplazar a empresas que han apostado por el eléctrico de forma genuina debido a la entrada de viejos fabricantes?. La respuesta hoy en día no deja de ser un brindis al sol, ya que aún no se han visto en carretera el funcionamiento de muchos de los nuevos modelos, pero la consultora LMC vaticina que en 2025 Volkswagen puede haber copado el primer puesto en ventas debido a su inmensa capacidad productora.
Por el momento, lo que sí parece claro es que de los nuevos fabricantes eléctricos, solo Tesla es una realidad palpable. La firma de Musk abrirá próximamente su primera factoría en Europa, ha presentado ya su Model Y, y sigue su hoja de ruta de seguir alternando modelos premium con otros cada vez más baratos con el objetivo de extender la movilidad eléctrica.
Porque más allá de Tesla, las empresas que apostaron por el coche eléctrico están de capa caída. Faraday Future, que hace unos años se veía como su competidora, atraviesa graves problemas de liquidez, proyectos como Fisker o Coda -esta última, una empresa americana que quería empezar lanzando vehículos baratos- también acabaron en agua de borrajas, al tiempo que empresas como NIO, uno de los nuevos fabricantes chinos que apuntaban a desembarcar en Europa, con accionariado de Tencent, también se ha estrellado en bolsa tras debutar en el parquet de Nueva York.
Parece que el mercado se agranda, pero que por el camino se van perdiendo empresas que apostaron por lo eléctrico cuando aún era una tecnología disruptora. Ahora queda por ver en los próximos años que pasará a grandes como Tesla ante la llegada de los viejos competidores de la combustión.
En la presentación del concepto del Model Y en marzo Elon Musk, al ser preguntado sobre esta nueva competencia dijo: "Nuestro objetivo siempre ha sido tratar de hacer que el resto de la industria automotriz se vuelva eléctrica". Y seguramente ya esté más cerca de conseguirlo.