Un equipo de astrónomos ha obtenido la primera imagen confirmada de un planeta recién nacido, que orbita a la estrella enana PDS 70. La fotografía revela cómo este mundo se va abriendo paso a través del gas y polvo que rodea al astro. Los resultados han sido obtenidos gracias al instrumento SPHERE, situado en el Very Large Telescope (VLT) —el observatorio de luz visible más avanzado del mundo—.
El planeta, que recibe el nombre de PDS 70b, es el punto brillante localizado a la derecha del centro ennegrecido de la instantánea, según publican hoy en un primer artículo y un segundo trabajo difundidos en la revista Astronomy and Astrophysics. El punto negro se debe al uso de un dispositivo llamado coronógrafo, que permite bloquear la luz procedente de la estrella y así poder observar objetos débilmente iluminados.
"Estos discos alrededor de estrellas jóvenes son los lugares en los que nacen los planetas, pero hasta ahora sólo un puñado de observaciones han detectado indicios de planetas bebé en ellos", explica la científica Miriam Keppler, del Instituto Max Planck de Astronomía, en un comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés). El joven planeta se encuentra a 3.000 millones de kilómetros de su estrella, una distancia similar a la que separa a nuestro Sol de Urano, el séptimo planeta del sistema solar.
Los astrónomos también han analizado el brillo de PDS 70b en diferentes longitudes de onda, lo que les ha permitido inferir algunas características notables como las propiedades de su atmósfera. Según su investigación, la atmósfera del planeta en formación es nubosa. Además, los científicos creen que PDS 70b es un gaseoso gigante mayor que Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. La superficie de este joven mundo podría contar con una temperatura de 1000ºC aproximadamente.
Los resultados, según el científico André Müller —del Instituto Max Planck—, "ofrecen una nueva perspectiva sobre las primeras etapas de evolución planetaria, que son complejas y que no comprendemos del todo". Desde 2014, el instrumento SPHERE —situado en el observatorio chileno de Paranal— nos ha permitido estudiar mundos gigantes que orbiten estrellas cercanas fuera de las fronteras del sistema solar. A diferencia de otras técnicas para buscar exoplanetas, SPHERE realiza imágenes directas bloqueando la luz procedente de los astros. Recientemente, el uso de esta cámara ayudó a retratar los discos que se forman alrededor de estrellas jóvenes, lo que nos ofrece nuevas pistas sobre cómo se crean los planetas y sobre la propia historia del sistema solar.