Hace unos 4650 millones de años apareció el sol que vemos todos los días. Unos cien millones de años después la tierra sobra la que caminamos se formó. Y hoy, gracias a la increíble potencia de ALMA, el gigantesco telescopio, podemos ver cómo se están formando otros planetas alrededor de otras estrellas.
Y cuando decimos ver lo decimos correctamente. Gracias a ALMA hemos podido "fotografiar", aunque no como si fuese con una cámara normal, a HL Tauri, una estrella "vecina", y espiar así cómo los planetas se están formando a su alrededor. Lo increíble del hallazgo es que hasta ahora nunca se había podido ver con tanto detalle este proceso, lo que nos abre un sin fin de puertas para conocer un poquito mejor cómo el universo se encarga de la formación de nuevos planetas. Además de eso, la investigación supuso alguna sorpresa más para los astrónomos gracias a la definición sin precedentes de ALMA.
Creando planetas
Para obtener la imagen los investigadores apuntaron a HL Tauri, un sol, una estrella, joven, de apenas un millón de años en el momento de "tomar la imagen" y que se encuentra a 450 años luz de nuestro planeta (lo que quiere decir que observamos el pasado del astro). Esta estrella muestra a su alrededor un disco de polvo estelar, restos de todo tipo de elementos congelados en el espacio formando un platillo. Este disco procede del propio nacimiento de HL Tauri. Las imágenes obtenidas por ALMA permiten observar como este disco se concentran en anillos separados por cierto espacio "vacío".
Esto se debe, precisamente a que en esos anillos se está concentrando el material para formar planetas, que comenzarán como "planetoides", cuerpos celestes más pequeños y que pasarán de ser planetas jóvenes a planetas propiamente dichos si las condiciones son propicias. Estos planetas en desarrollo son los causantes de que los materiales se concentren en anillos y formen huecos y agujeros en el disco de polvo. La gravedad poco a poco va haciendo crecer los cuerpos celestes hasta que el disco desaparece y en su lugar quedan los planetas bien formados orbitando alrededor de la estrella. Como imaginaréis este no es un proceso sencillo y está lleno de impactos, fusiones, pérdidas y ajustes.
ALMA, el observador de los cielos
El sugerente acrónimo de ALMA no podría estar más en consonancia con las posibilidades que ofrece. ALMA obedece a Atacama Large Millimeter/submillimeter Array y consiste en un gran conjunto de 66 antenas de entre 7 y 12 metros de diámetro destinados a observar longitudes de onda milimétricas y submilimétricas del espacio. Se sitúa en Atacama, a más de 5000 metros de altitud, en Chile y es uno de los "telescopios" más potentes que existen, si no el que más dentro de su campo. Para obtener la "imagen", el telescopio utilizó su configuración más potente, una prueba de campo que ha resultado del todo satisfactoria.
Como decíamos con el podemos observar diversos tipos de ondas. Ésta es la única manera que tenemos de ver el universo ya que no podemos "mirarlo" con una gran lente. Es imposible ya que no nos llega la luz que necesitamos para "fotografiar" el universo y aunque lo hiciese no lo haría con la más mínima resolución que necesitamos. Pero lo que si nos llegan constantemente son ondas de todo tipo que podemos analizar y que nos dan una cantidad increíble de información, incluyendo la posibilidad de interpretar esta información para realizar una imagen que se parece bastante a lo que podríamos ver si pudiéramos mirarlo con nuestros ojos.
Sorpresas a nivel estelar
Como hemos explicado, gracias a ALMA su última investigación nos ha permitido "observar" con un lujo de detalle hasta ahora nunca visto. Y lo que se ha encontrado supera las expectativas de los astrónomos ya que, en primer lugar, la imagen obtenida muestra que los planetas se forman en sistemas de estrellas mucho más jóvenes de lo que se esperaba. Nuestro sol necesitó miles de millones de años para formar el sistema solar. Sin embargo HL Tauri apenas ha necesitado un millón para comenzar el proceso.
Casi todo lo que sabemos sobre la creación de planetas es pura teoría
Esto supone algo completamente inesperado en la teoría actual de la formación planetaria. Otros elementos de la imagen y los datos obtenidos también exigen revisar muchas de las cosas que creíamos saber sobre cómo se crean los planetas. Al fin y al cabo casi todo lo que sabemos se limita a pura teoría debido a nuestras limitaciones técnicas así que esta investigación permite revisar lo que sabemos, actualizar ese saber y mejorarlo.
Conocer mejor este protosistema planetario en formación nos permitirá saber mejor qué pasó hace 4500 millones de años con la Tierra. No sabemos casi nada del inicio de nuestro planeta, como llegó al punto concreto donde se encuentra, un lugar privilegiado en el sistema solar. Tampoco sabemos mucho de lo que ocurrió en los primeros momentos. Pero gracias a ALMA y a investigaciones como ésta la famosa frase "somos polvo de estrellas" de Carl Sagan toma aún más sentido mientras vamos desentrañando los misterios de nuestro universo.