Las movilizaciones impulsadas por la comunidad científica contra Donald Trump se extienden por todo el planeta. Los últimos en unirse a las protestas contra el nuevo presidente de Estados Unidos ha sido un grupo de científicos, médicos y comunicadores españoles, que ya han iniciado los preparativos de la gran marcha que se organizará el próximo 22 de abril. Pero lo más curioso de la historia es que, en el caso de España, la marcha contra Trump nació en un BlaBlaCar.
"Coincidimos, mira la casualidad, un astrofísico, una bióloga, una residente de medicina y un periodista en un coche. Parece un chiste. Y cinco horas más tarde, nos habíamos decidido a mover el asunto", explica a Hipertextual Juanma García Sierra, uno de los miembros del colectivo que prepara la marcha científica contra Trump. La plataforma, que aún se encuentra dando sus primeros pasos, ha comenzado las reuniones para organizar las movilizaciones que se desarrollarán en Madrid y Barcelona.
"La chispa ha sido Trump, pero la investigación necesita este revulsivo en todos los países del mundo", defiende el periodista científico Javier Jiménez, que forma parte del colectivo. La plataforma española que prepara la marcha científica contra Trump se ha marcado cuatro objetivos principales. Por un lado, los organizadores quieren "celebrar la pasión por la ciencia", al mismo tiempo que apoyan y defienden a la comunidad investigadora, tanto a nivel internacional como en nuestro país.
La reivindicación de las políticas públicas con evidencia y la promoción de la alfabetización científica son otras metas importantes de este colectivo recién nacido en España, que ya ha empezado a movilizarse en redes sociales como Twitter o Facebook. "No es reivindicar una tecnocracia o el gobierno de los expertos, sino que las decisiones siendo netamente democráticas se basen en los hechos científicamente contrastados", explican a Hipertextual.
En Estados Unidos, la bautizada en inglés como March for Science surgió "ante la evidencia de que la Administración Trump iba a llevar la confrontación con la ciencia como una bandera de su gestión". Las primeras medidas del presidente de Estados Unidos, reuniéndose con los movimientos antivacunas o eligiendo a negacionistas del cambio climático para que dirijan la Agencia de Protección Ambiental, no invitan al optimismo.
La comunidad científica norteamericana, inspirada por el gran éxito de la marcha de las mujeres en Washington, se lanzó a organizar algo similar. Lo que no se esperaba es que la idea de las movilizaciones corriera como la pólvora por todo el mundo. Según la revista Science, más de un centenar de ciudades del planeta están llamadas a movilizarse el próximo 22 de abril, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Tierra. La fecha elegida por la comunidad científica es un guiño para recordar la importancia de proteger y cuidar el planeta.
La plataforma española que organiza la marcha contra Trump ya se ha puesto en contacto con otras organizaciones relacionadas con la I+D+i en nuestro país, como la plataforma Ciencia con Futuro o la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios. García Sierra y Jiménez explican a Hipertextual que también tratarán de involucrar a sociedades científicas, colectivos profesionales y estudiantiles, asociaciones de escépticos y de divulgadores científicos. "La idea es que sea lo más participativa posible", aseguran.
Sus reivindicaciones incluyen la situación de la ciencia en España, haciendo especial hincapié en la necesidad de lograr un Pacto de Estado por la Ciencia, aumentar la inversión en I+D, promover la igualdad de género o frenar la fuga de cerebros y atraer talento foráneo. El colectivo de la marcha contra Trump en nuestro país tampoco quiere olvidar la importancia de políticas públicas que luchen contra el cambio climático o fomenten la salud pública. En sus primeros días de trabajo ya han preparado algunos borradores, pero la organización está abierta a nuevas propuestas. "Sin perder el espíritu de las marchas, queremos generar el mayor consenso posible entre todos los que se animen a arrimar el hombro", concluyen.