Hace más de 400.000 años una especie parecida a la nuestra vivió (y murió) en la hoy conocemos como Sima de los Huesos. Pero tras cientos de miles de años de descanso, la razón o la identidad de los veintiocho individuos era todo un misterio. Hasta ahora. Tras varios años de investigación y al trabajo asociado de científicos españoles, alemanes y canadienses, por fin tenemos claro qué eran estos antiguos homínidos, despejando las dudas que llevaban sin contestar desde hace tanto tiempo. Eran neandertales, tal y como ha demostrado la aplicación del análisis genético. Neandertales primitivos, de hecho. Y podrían suponer el mejor candidato para ser nuestros antepasados comunes con otras especies de homínidos.

430.000 años

Imaginemos a estas extrañas personas. Se parecían en estatura a nosotros. Su constitución, sin embargo, era más robusta y ancha. Las mujeres eran un poco más pequeñas que los hombres, más musculosos y fuertes. Las evidencias de la Sima de los Huesos muestran que eran capaces de hablar. Además, también conseguimos conocer más sobre ellos y su cultura primitiva. Pero lo que seguía siendo un misterio era quienes eran. Los rasgos fisionómicos los sitúan dentro de los neandertales. Más o menos. Porque esta especie hubiera sido una especie "fea" para los cánones neandertales. Así, los investigadores decidieron asegurarse mediante un análisis genético. El análisis, dejo de ser concluyente, confundía más las cosas: estos individuos parecían a medio camino entre los neandertales y los denisovanos.

Sima de los Huesos
Representación de los neandertales primitivos. | Kennis & Kennis, Madrid Scientific Films

El hombre de Denisova es una especie que, se estima, vivió compartió hábitat con neandertales y homo sapiens a entre un millón y 40.000 años atrás. Esto supuso toda una sorpresa ya que los denisovanos provienen del lejano norte siberiano, situando a estos veintiocho individuos como herederos híbridos entre ambas especies. No obstante, los resultados no eran concluyentes. A pesar de ello, se publicó un intenso artículo sobre las posibilidades del hallazgo, en 2013. Pero, ahora, con la mejora de las técnicas genéticas, por fin se conoce la identidad de estos habitantes de la Sima de los Huesos. Eran neandertales, a secas. Eso sí, bastante primitivos.

La genética chivata

Concretamente, los resultados muestran que los restos están, definitivamente, más relacionados con los neandertales que con los denisovanos, sin duda alguna. Esto los sitúa, tal y como cabría esperar, más cerca de los neandertales europeos que de el lejano hombre de Denisova. Para poder llegar a esta conclusión, los equipos han analizado el ADN mitocondrial y parte del ADN nuclear de varios de los huesos. A diferencia del ADN nuclear, que contiene toda la información para que funcione el organismo, el ADN mitocondrial se transmite de madre a hijos sin apenas modificaciones (las cuales se acumulan al cabo de los siglos, muy lentamente). Este mismo ADN es el que tiempo atrás nos indicó que, efectivamente, hubo un tiempo en el que los neandertales y los sapiens tuvimos descendientes comunes. Por el contrario, el ADN nuclear se transmite como una mezcla entre el material del padre y la madre.

Sima de los Huesos
Sima de los Huesos | Madrid Scientific Films

Los hallazgos, por tanto, hicieron sospechar a los investigadores que, tal vez, los neandertales tuvieron alguna vez descendencia con los denisovanos, al igual que más adelante la tendrían con los sapiens. Desde entonces, los investigadores se han esforzado para secuenciar el ADN nuclear, es decir, analizar el ADN del núcleo de la célula. Obtener el material genético de los fósiles hallados en la cueva no es nada sencillo ya que su antigüedad lo ha deteriorado y reducido a fragmentos muy cortos. Por eso, no ha sido hasta hace muy poco, con la mejora de las técnicas de secuenciación de las que disfruta el instituto Max Planck, que no se ha podido analizar adecuadamente este material.

Sima de los Huesos
Madrid Scientific Films

Ha sido entonces cuando ha quedado claro que el material genético pertenece a neandertales primitivos y no a un eslabón perdido en el tiempo nacido de la mezcla entre denisovanos y neandertales. Este descubrimiento, no obstante, también nos afecta. O bueno, más bien a nuestros antepasados, los cuales, según el estudio, podrían haberse separado de otras líneas arcaicas entre 550.000 y 800.000 años atrás. Según los investigadores, estos datos confirman que los mejores candidatos entre los restos encontrados para ser nuestro último antepasado común con las otras líneas de homínidos, serían los del Homo antecessor, encontrados en la Gran Dolina de Atapuerca.

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