Ochocientos mil. Ochocientos Mil es la cifra de Samsung Galaxy Gear vendidos, el Smartwatch de la compañía coreana desde el día de su debut en el mercado. Como vemos, una cifra alto, pero por debajo de las expectativas de la industria que está haciendo a Samsung replantearse su estrategia con este accesorio, ya que cuyas criticas son más dañinas que beneficiosas: producto sin acabar, poca duración de la batería... incluso la propia compañía ha tenido que salir a la palestra a pedir perdón por algún aspecto del dispositivo. Con estos números, ¿Hay mercado para el iWatch de Apple?.
Nuevos mercados: Samsung no es Apple
Samsung no es Apple. No hay duda que la coreana fabrica muy buenos equipos, terminales como el Galaxy S3 buena cuenta pueden dar de ello. Pero fabrica buenos equipos que simplemente representan un paso evolutivo de uno dispositivo ya existente. Cuando se trata de innovar en un sector nuevo de mercado a Samsung le pilla el toro. ¿El resultado? Un producto sin acabar, propio de una versión preliminar que se limita a ser un simple complemento y que no añade apenas valor a nuestro smartphone. Pero como decía Samsung no es Apple. Dar a los consumidores lo que estos quieren en el momento justo, nunca antes ni después
Si algo caracteriza a esta última es por dar al mercado, lo que quiere el mercado, aunque este no sepa realmente lo que quiere. No me imagino a Apple comercializando un producto que es más un dolor de cabeza que un complemento para interactuar con nuestro smartphone. Cuando en Cupertino se les enciende la bombilla de nuevo nicho de mercado se toman su tiempo, trabajan, tiran todo a la basura y vuelven a empezar. Vuelven a empezar para poner a disposición de los consumidores algo que ni habían imaginado y que desde luego, funciona como un reloj suizo, si me permiten la expresión.
Calidad como seña de identidad de Apple
No se trata de analizar si el mercado de la telefonia, tablets y smartphones está listo para recibir a los smartwatches como complemento e interacción evolutiva. Me refiero a que en igualdad de oportunidades, el iWatch de Apple triunfará donde ha fracasado el Galaxy Gear, si algún día acaba siendo real. ¿El motivo? Simple, Apple dará a los consumidores lo que estos necesiten, ni más ni menos. Porque de eso se trata todo, de que los dispositivos cubran las necesidades del usuarios que hasta ahora ni se había planteado que tenían. De que funcionen como prometen hacerlo, y que no sean motivo de valoraciones negativas en Amazon ni de sentimiento de desasosiego. Apple no comercializa un nuevo producto si no está totalmente acabado
En ese sentido, sí hay mercado para el iWatch de Apple. Y hay mercado porque más allá de las circunstancias del mismo Apple tiene el buen hacer en su ADN. Y sus productos podrán llevar más o menos funciones que los de la competencia, pero sin duda alguna funcionarán, y lo harán como tienen que hacerlo. Porque en eso de entrar en nuevos mercados, y ganárselos como nadie, Apple es, todavía, el rey.
Y si no, antes de ponerlo en el mercado, en Cupertino volverán a hacer borrón y cuenta nueva, y borrarán sus pizarras blancas para volver a empezar, y para darle a los usuarios lo que siempre han estado buscando: un producto acabado, donde la funcionalidad, diseño y materiales tienen la misma importancia que la marca que llevan impresa, como cualquiera puede comprobar en el iPhone 5s o en el iPad Air.