Microsoft ha enterrado de forma definitiva a su reproductor Zune. Un reproductor que en su día ha dado mucho que hablar y al contrario que muchas afirmaciones, Zune ha sido sin lugar a duda un punto muy importante para Microsoft.
Los logros de Zune son varios, desde luego no está entre ellos ser un reproductor muy vendido, pero su primero generación fue un intento de Microsoft por competir contra el iPod. Lanzaron el Zune color marrón y fue un fracaso, por lo menos de ventas, pero aprendiendo de algunos de sus errores se lanzó Zune HD, que reseñamos a finales de 2009. El primer terminal en integrar el procesador NVIDIA Tegra de primera generación, con una buenísima pantalla y un sistema operativo que prometía bastante, pero que Microsoft se dio cuenta de lo que se podría hacer y decidió poner sus esfuerzos del equipo de Zune en lo que sería Windows Phone.
Cuando digo que Zune fue un "punto importante", lo digo porque por fin Microsoft experimentó con un dispositivo móvil propio, dándose cuenta que para crear un dispositivo de calidad debían de controlar no solo el software, también el hardware.
De Zune salió Metro UI, la gran interfaz diseñada por un gran equipo de diseñadores en Microsoft que se ha convertido en ley para la empresa, presente en teléfonos, Windows, presentaciones o casi cualquier elemento en el que Microsoft esté involucrado. Gracias a la experiencia de Zune ahora tenemos Windows Phone 7 y solo por esto, ya hay que darle las gracias a este reproductor. Ya era difícil encontrar alguna unidad a la venta, quizá en algunos Best Buy se puede encontrar algún modelo (aun los tienen en exposición), pero el fin de su producción parece más que evidente.
El reproductor Zune ha muerto, pero sigue vivo como aplicación en Windows Phone 7, la evolución en la tecnología es implacable.