Una de las principales quejas de aquellos que empiezan a disparar en RAW es que sencillamente las fotos en este formato bruto no se ven "tan bien" como cuando disparan en JPG. Puede que vean los colores lavados, el contraste muy bajo o simplemente no se vea tan linda como la imagen que arroja un JPG directo, en mi caso fue la primer queja que obtuve en mi carrera evangelizadora del uso del RAW.
El problema aquí es que al disparar en JPG, la cámara realiza unos ajustes predeterminados que saturan, contrastan y modifican ciertos valores por defecto que ayudan a que una imagen cruda tenga algo mas de vida, al salir directamente de la cámara. Esto ahorra pasos al fotógrafo vago o inexperto y asegura que tendrá una foto decente (al menos en cuestiones de post-procesado) apenas suelte el botón del disparador.
En el caso de Canon existen ciertos perfiles que modifican estos valores y son los llamados Picture Styles. Por lo general ofrecen 5 o 6 de estos estilos, entre los que se encuentran los normales, paisaje, retrato, monocromo, etc. Estos perfiles son los que los usuarios novatos de RAW extrañan y por lo general no logran emular en Lightroom.
Pero por suerte la solución esta dentro de este mismo maravilloso programa. Una vez importado el archivo en formato bruto tendrá esa apariencia "fea" que los novatos odian. Para obtener una imagen tal como la cámara lo haría al disparar en JPG solo hay que ir a la pestaña de Develop y deslizarse hasta el final de las opciones: el apartado Camera Calibration. Al hacer clic en Profile aparecerán todas las opciones que ofrece la cámara dentro de sus menúes y al seleccionar cualquiera, los valores de procesado serán tal cual a los de un JPG directo.
Es una buena táctica para lograr convertir a aquellos que todavía no logran adaptarse a este formato bruto, y si aún con esto siguen sin convencerse pueden probar disparar en RAW+JPG. Tomara más espacio y tiempo de grabado, pero al menos tendrán su preciado JPG y ademas el RAW para jugar después.
