iOS, o iPhone OS, tiene pocos años de vida. Pero a pesar de esos años, Apple está forzando la aparición de una nueva versión en cada ciclo anual, aproximadamente. Realmente, y siendo fieles a la definición de versión según la Ingeniería del Software, no puede llamarse nueva versión ya que sólo la reescritura del código desde 0 da derecho a añadir un nuevo número antes del punto. Este detalle, sin embargo, se perdió hace mucho en los albores del tiempo. Curiosamente Apple sí es fiel a esta regla con Mac OS X, pero con iOS, está claro que no es así.

Un poco de historia

El 9 de enero de 2007 fue presentado al mundo por Steve Jobs, y el 29 de junio fue cuando salió al mercado en EEUU. La versión 1.0, que ni siquiera era aun denominada como iPhone OS, incorporaba aplicaciones que son ya parte de nuestras vidas, como Mail, Fotos, iPod, Calculadora... muchas de ellas han seguido presentes en el sistema y prácticamente no han recibido ningún tipo de revisión en sus funcionalidades o interfaz en los últimos casi 5 años de existencia.

La necesidad comercial de vender el primer modelo de iPhone (que sólo soportaba conexión a redes de GSM con tecnología EDGE) fuera de EEUU, aún siendo ilegal según los términos de venta del dispositivo, fue uno de los factores que crearon el mundo paralelo del iPhone que ha determinado en parte el devenir del mismo en muchos aspectos a lo largo de los años: el universo jailbreak. De hecho, a los pocos días del lanzamiento del iPhone, el 10 de julio de 2007, ya existía un primer método para hacer jailbreak al dispositivo. Su función era tan sencilla como permitir usar canciones de la biblioteca musical como tonos de llamada o de mensaje. Poco después, el 6 de agosto, aparecía el primer juego nativo no oficial para iOS. Steve Jobs tuvo que darse cuenta del potencial que tenía el dispositivo, el cual parecía que no había visto hasta entonces.

En esa primera época, Apple intentó vender el concepto de aplicaciones web para el dispositivo, que no eran más que accesos directos a aplicaciones que se ejecutaban contra el motor del navegador, de una manera muy limitada. Prácticamente eran páginas web integradas en un icono con acceso directo. Pero la aparición de estas primeras aplicaciones nativas para el dispositivo, en el mundo jailbreak, cambiaron las tornas. Por todo esto, el 27 de octubre de 2007, Steve Jobs anunció la creación de un Kit de Desarrollo para el dispositivo, que vio la luz el 6 de marzo de 2008. Fue el 11 de julio, con la aparición de la App Store oficial de Apple, cuando la revolución de las aplicaciones móviles comenzó, y uno de los modelos de negocio más productivos a nivel de negocio empezó su andadura.

Sin duda, la App Store y la llegada internacional del iPhone 3G, supuso un impulso muy importante para la plataforma y prácticamente supuso una reinvención del concepto. Un año entero pasó hasta la aparición de iPhone OS 3. Spotlight, la posibilidad de incluir la API de Google Maps en las aplicaciones, cortar/copiar/pegar, interconexión vía Bluetooth o por P2P, librerías para GPS (con la consiguiente aparición en el mercado de aplicaciones de GPS comerciales)...

La versión 3 supuso una interesante incorporación de novedades y revisión de elementos necesarios. Un interesante año, y una interesante versión, que además fue la versión de lanzamiento del *dispositivo que iba a cambiar el concepto de tablet para siempre: el iPad*. Presentado en enero de 2010, incorporó como sistema operativo esta versión 3, hasta noviembre del mismo año (varios meses después de la aparición de la versión 4 para iPhone/iPod Touch) donde recibió por fin la ansiada versión 4 y su característica estrella.

iOS 4, la versión actual

¿Y qué fue iPhone OS 4 o iOS, como pasó a denominarse a partir de entonces? Fue, principalmente, la multitarea. Ese sistema que Apple ingenió para garantizar la estabilidad de sus equipos, en una multitarea no invasiva y controlada, basada en una serie de servicios en segundo plano que podían usar las aplicaciones.

En vez de dejar simplemente los hilos de aplicación ejecutándose en segundo plano, las aplicaciones tienen los permisos para usar estos servicios y programarles tareas mientras tienen un despachador de eventos activo controlando estos y sus posibles eventos. De esta forma, se garantiza la estabilidad del equipo, una correcta gestión de la memoria, y la disponibilidad de recursos. Además, las aplicaciones al cerrarse, guardan su estado en un snapshot en memoria, que luego permite al volver a abrirlas, recuperar el estado en que estaban.

Para mi, personalmente, me parece una brillante y mucho más eficiente forma de gestionar una multitarea que en otros sistemas operativos móviles. Considero que los procesadores móviles actuales no tienen la capacidad para poder gestionar una multitarea real, y eso va en detrimento de su rendimiento y recursos, por lo que esta forma garantiza que nuestro equipo tenga un funcionamiento mucho más óptimo.

La otra gran novedad vino de la mano de las carpetas, cuyo función principal era permitir organizarnos mejor nuestras aplicaciones, y la función en la sombra, permitir que hubiera muchas más aplicaciones por dispositivo.

iOS 5, futuro inminente

Pero, ¿y el futuro inmediato? ¿qué nos traerá iOS 5? Parece prácticamente confirmado que en el próximo WWDC de Apple para el mes de junio, veremos las novedades de esta nueva revisión. De hecho, también parece que no será el lanzamiento del mismo, sino que lo veremos en sus versiones beta para desarrolladores, y finalmente aparecerá en septiembre junto al supuesto iPhone 5.

iOS 5 requiere una renovación importante, pero una que no le haga perder su espíritu. Parece que hay una serie de necesidades importantes en las que Apple podría estar trabajando, tan claras como una reinvención del concepto de las notificaciones. Actualmente la plataforma iOS tiene el peor sistema de notificaciones de todos los sistemas operativos móviles, y esto pide a gritos una reinvención necesaria.

Otra necesidad cada vez más necesaria para mucha gente es, por ejemplo, la personalización. La posibilidad de poder aplicar diferentes tipo de personalización e incluso cargar temas de escritorio al dispositivo, que nos permitan cambiar su aspecto. Este sería un buen añadido al sistema. Algo tan tonto como poder cambiar los tonos de notificación de correos o eventos, sería algo importante. En casa de varios iPhone, ya no sabe uno cuál ha sonado con un nuevo correo o evento.

Pero para mi, la característica estrella de iOS 5 será (o debería ser) la gestión de archivos. Para que iOS sea un verdadero sistema operativo de la era postPC, necesita un sistema de gestión de archivos inteligente y seguro. Un punto de montaje dentro del terminal, que permita desde cualquier ordenador copiar los archivos que queramos. Un navegador de archivos (Finder) que nos permita pulsar sobre cualquier archivo y que se abra la aplicación que queramos asociar a este archivo, entre las instaladas en el dispositivo. Una infraestructura de archivos que permita que un iPad sea una herramienta productiva de trabajo que tome una ventaja a años luz de la competencia, por solo citar una de las grandes ventajas.

Si dejamos que las aplicaciones puedan acceder, leer y escribir en esa zona de memoria dinámica, y restringimos dicha zona para que no pueda ejecutar nada, sólo almacenar y usar sus contenidos como parámetro de arranque de aplicaciones correctamente firmadas, tendremos el añadido estrella que iOS necesita para convertirse en el sistema operativo móvil por excelencia, aún más. Todo, con la seguridad que Apple exige en su sistema operativo móvil.

Iconos de dispositivos iOS entre los iconos del Finder de OS X Lion, dan a entender que esta opción podría ser plausible, pero desde luego no sabremos nada seguro hasta que iOS 5 sea presentado a nosotros en poco más de un mes desde hoy.

Otras posibles novedades son las integraciones de los servicios en la nube que Apple prepara, el servicio básico de MobileMe gratuito, servicios de red social de localización o la muy interesante integración de los servicios de búsquedas semánticas.

Este último, se basa en la tecnología de la compañía Siri (que Apple compró hace tiempo), que permitiría hacer búsquedas por reconocimiento de voz, con compresión semántica y por contextos. Algo parecido a lo que aporta Google Voice Actions y que daría mucho más potencial al reconocimiento de voz y a la interacción con nuestro dispositivo.

Pronto tendremos todas las respuestas en la mano y veremos si Apple sigue o no estando a la altura de las circunstancias. Apostemos a que sí.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: