ChuChu Rocket terminó convirtiéndose casi sin proponérselo no sólo en un estandarte de la difunda Dreamcast de SEGA, sino también del propio juego online. Este arcade tipo puzle fue lanzado en 1999 para la última consola de sobremesa de los del erizo, ofreciéndose gratuitamente a todos los usuarios como estrategia para el fomento de las partidas por Internet en la plataforma (primera en ofrecerlo de la historia videojugable).
Sí, muchos conocimos el juego online gracias a los simpáticos ratones protagonistas, que participan de una mecánica tan simple como adictiva. Diez años después SEGA nos trae el clásico a la App Store para deleite de nostálgicos o aficionados al género y previo pago de los 3,99€ de la versión para iPhone o iPod Touch (5,49€ en iPad).
Tras un sencillo tutorial descubriremos que el objetivo del juego carece de misterio: una serie de ratones dispuestos en un tablero que se mueven automáticamente. Hemos de guiarlos marcándoles cambios de dirección con un determinado número de flechas. Una vez colocados los paneles sobre el tablero, ponemos en movimiento a nuestra pandilla de roedores que, si todo ha ido bien, deberían llegar sanos y salvos al cohete que los saque de pantalla.
Por el camino podemos encontrar toda clase de obstáculos que van más alla de simples paredes. Los principales enemigos a evitar serán los KapuKapu, anaranjados gatos que devorarán a cualquier orejudo que se les ponga por delante (momento en el que acabará la partida). También podemos encontar agujeros que incordiarán bastante el trayecto, especialmente cuando se confabulan con la trayectoria de unos mininos a los que también podemos controlar indirectamente bloqueándoles determinados sentidos de la marcha.
La descrita es la base de un modo Puzzle que cuenta con varios escalones de dificultad y hasta 145 tableros diferentes que solventar. Por supuesto el grado de estrujamiento neuronal se incrementará a cada fase, llevándoos de la motivación al enfurecimiento.
En el modo Desafío, por su parte, se nos impone un tiempo límite y una serie de condiciones a cumplir, lo que añade variedad (y complejidad) al modo base. 25 niveles y una batalla final que os mantendrán entretenidos muchas horas.
Si no fuese suficiente os queda el modo batalla, en el que enfrentarnos con otros tres jugadores vía local u online mediante bluetooth o WiFi. La idea aquí es dificultar al máximo la recolecta de ratones rival, pudiendo los cuatro competidores (también se permite formar equipos de dos) colocar tantos paneles de dirección como crean convenientes en busca de entorpecer al adversario y asegurarse el mayor número de puntos posibles. Los piques son de órdago: garantizado.
Podemos crear además nuestras propias partidas o bien unirnos a alguna en curso, si bien en el momento de este análisis los servidores del juego no parecen responder aún, lo que nos ha impedido valorar la fluidez de las partidas. Echamos en falta además uno de los grandes aciertos del juego original: el editor, que nos permitía crear nuestros propios puzles y compartirlos online, algo que no dudamos pueda implementarse en futuras actualizaciones.
Gráficamente es un título simple, aunque conversión perfecta del original, al que la maravillosa Retina Display sienta como un guante. Las músicas y efectos sonoros son los mismos, muy peculiares. Habrá quienes los amen (especialmente los que ya jugaron en su día) y quienes los odien, teniendo éstos la opción de escuchar sus propias canciones almacenadas en el iPod mientras juegan (nuestros temas se combinarán sutilmente con banda sonora principal y efectos).
El control táctil mejora incluso la experiencia original. Aquí no pulsamos la pantalla sino que colocamos las flechas arrastrando el dedo en la dirección deseada. Una vez cazado el truco el proceso es de lo más intuitivo, no así la navegación por los menús, bastante engorrosa por una extraña doble pulsación (requerida a la hora de seleccionar cualquier opción) que no siempre responde como debería.
ChuChu Rocket es en definitiva un juego para amantes de los retos mentales, de mecánica simple y tremendamente adictivo. Que se lo pregunten si no a los millones de fans que el original lleva arrastrando más de una década. Un juego que encaja sorprendentemente bien en los dispositivos móviles de Apple y que alcanzará la máxima puntuación en cuanto se le añada el imperdonable editor y se solucionen sus problemas con el juego online.